Toni Celià-Terrassa (IMIM): “Más del 90% de las muertes por cáncer son debidas a una metástasis”

El joven investigador del IMIM, Toni Celià-Terrassa, nos explica su carrera científica y las útlimas novedades en su campo, la metástasis de cáncer de mama.

Toni Celià-Terrassa investiga los mecanismos de la metástasis de cáncer de mama en el IMIM.

Toni Celià-Terrassa investiga los mecanismos de la metástasis de cáncer de mama en el IMIM.

El biólogo mallorquín y apasionado del deporte, Toni Celià-Terrassa (Sa Pobla, Mallorca, 1982), es el líder del Laboratorio de Propiedades de las Células Madre Cancerosas y Metástasis en el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) desde enero de 2018. Aquí estudia cómo células de cáncer de mama se transforman en células especialmente malignas y llevan a cabo metástasis hacia otros órganos.

 

¿Qué y dónde estudiaste?

Estudié una doble licenciatura en biología y bioquímica en la Universidad de las Islas Baleares (UIB), en Mallorca. Ya en mi último año hice una estada en verano en el CNIC, en Madrid, y mientras estaba allí me surgió la oportunidad de realizar la tesis en un laboratorio de Barcelona, en el IBMB-CSIC. Trabajábamos en metástasis, y yo tenía claro que este era el tema que me interesaba.

 

¿Por qué esta fijación con la metástasis?

Porqué a nivel biológico es un proceso muy complejo e interesante. Las células deben hacer cosas realmente extraordinarias para llevar a cabo una metástasis… ¡Necesitan súper-poderes! Pero la razón más importante es la relevancia que puede tener a nivel clínico y social. Más del 90% de las muertes por cáncer son debidas a las metástasis, no al tumor in situ.

 

«Las células metastáticas deben hacer cosas realmente extraordinarias… ¡Necesitan súper-poderes! Esto las hace un sistema fascinante a estudiar.»

 

¿Dónde fuiste después?

Durante la tesis hice una estada de cuatro meses en Princeton, y me ofrecieron volver en cuanto acabase la tesis, para hacer un postdoc. Era un laboratorio muy bueno, liderado por Yibin Kang, uno de los pioneros en organotropismo de metástasis, es decir, el hecho de que cada tipo de cáncer se va a un tipo de órgano diferente cuando metastatiza. Así que no me lo pensé. Allí estudié cáncer de mama, células madre cancerosas, tumores primarios y metástasis y EMT…

 

¿EMT?

Transición epitelio-mesénquima. Es un proceso que sufren las células epiteliales a través del cual se transforman en otro tipo, en células mesenquimales concretamente, que son más móviles, más invasivas… Es un proceso que debe suceder para que se dé la metástasis, pero ha de ser reversible para que esta crezca después. De hecho, fue aquí, en el IMIM, donde se descubrió que la EMT – un programa que entonces se conocía como esencial en el desarrollo embrionario – estaba también involucrado en el primer paso de la metástasis. Fue hacia el año 2000, en el grupo de Antonio Garcia Herreros en el IMIM y también en el de Ángela Nieto en Madrid. Desde entonces ha habido un «boom» un este campo…

 

 

 

Y tú volviste a Barcelona.

Sí, en Princeton aprendí mucho pero, después de 5 años y medio, tenía muy claro que quería volver a casa. De hecho, en aquel momento pensaba que si no conseguía una plaza para volver, dejaría la investigación…

 

¡Pues suerte que la conseguiste!

Sí, en 2017 me dieron una beca Miguel Servet, y en enero de 2018 me incorporé en el IMIM y creé mi grupo, empezando desde cero.

 

¿Cómo ha sido la experiencia?

Es muy motivador e ilusionante crear un grupo donde puedes tirar hacia delante tus propias líneas de investigación, lo que a ti te interesa. Es un reto muy excitante. Pero no se puede negar que también implica muchas dificultades y muchísima incertidumbre… Sobre todo en cuanto a conseguir financiación, que comporta un cierto grado de suerte. Y yo he tenido mucha suerte, pues he recibido financiación de diversas fuentes, y esto me ha permitido llegar a tener un grupo bastante grande, de seis personas.

 

«Empezar tu propio grupo es muy motivador e ilusionante, pero también implica muchas dificultades y muchísima incertidumbre, sobre todo en cuanto a financiación»

 

Y sigues estudiando metástasis de cáncer de mama… Y, ahora, también inmunoterapia.

Nos enfocamos sobre todo en la evolución de los tumores, y en concreto en cómo se forma una metástasis. Quiero decir, no cómo las células del tumor primario se escapan, sino cómo y por qué llegan a instalarse en otro sitio. Porque, experimentalmente, se ha visto que hay millones de células que se escapan de un tumor primario, pero solo un 0,1% de estas son capaces de formar el tumor secundario. Queremos entender qué tienen de especial, estas células, sobre todo en su interacción con el sistema inmune.

 

Hay millones de células que se escapan de un tumor primario, pero sólo un 0,1% de éstas son capaces de formar el tumor secundario.

 

¿Cómo de avanzados estamos en la aplicación terapéutica de la inmunoterapia?

Hay diferentes tipos de inmunoterapia que se están probando, desde el uso de CAR-T hasta los bloqueadores de los puntos de control del sistema inmune (inmune check points), que es la que está teniendo más éxito en general.

Este mismo año, en 2019, se ha aprobado el primer tratamiento de inmunoterapia para cáncer de mama triple negativo metastático, el de peor pronóstico – ¡ya se puede usar de forma asistencial! En cánceres de melanoma y pulmón ya hace unos años que se usa la inmunoterapia, y cuando funciona (quizás en un 20-40% de los casos), funciona muy bien y de forma duradera. El problema es en las personas que no funciona… ¡Se está llevando a cabo mucha investigación acerca de esto, ahora!

 

¿Alguna vez has pensado en dejar la ciencia?

¡Sí! Mientras llevaba a cabo mi postdoc, ¡varias veces! Es una fase difícil porque estás en el limbo profesional… Donde yo estaba disponía de los mejores recursos, así que había mucha presión para hacerlo muy bien. Si lo haces solo «bien», no es suficiente.

 

¿Qué es lo más duro de la investigación?

Que debes estar buscando financiación continuamente; ¡pasas más tiempo haciendo eso que investigando, en general! Las becas son cortas, no hay continuidad ni suficiente dinero… En EEUU se dedica casi un 3% del PIB a investigación, mientras que aquí en España es un 1,2%. Ahora, desde asociaciones como ASEICA o AECC y otras se está reclamando hacer un plan nacional de I+D que aumente la inversión hasta la media europea, un 2%.

Pero, además, es un sistema perverso porque, aunque seas muy bueno o buena, ¡no es suficiente! El factor suerte es importante, incluso a la hora de recibir financiación. Hay mucha presión, porque un golpe de mala suerte – una beca fallida – te puede bloquear.

 

¿Y lo mejor?

A nivel práctico, cuando tienes una intuición o idea rompedora y se confirma experimentalmente. A nivel global, ver cómo tus descubrimientos pueden tener un impacto social, en nuestro caso, sobre las pacientes.

 

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