Un reciente estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha concluido que una exposición prenatal a Contaminantes Persistentes Orgánicos (COP) – sustancias químicas tóxicas presentes en pesticidas y otros productos industriales – podría aumentar el Índice de Masa Corporal, la presión sanguínea y el riesgo cardiometabólico durante la adolescencia.
Este es el primer estudio longitudinal que ha valorado los efectos de los COP durante la infancia y la adolescencia, y lo ha hecho a partir del seguimiento de cerca de 400 niños y niñas, desde la etapa prenatal hasta los 18 años.
Hemos hablado con Núria Güil-Ourait, primera autora del estudio, para saber más sobre estas sustancias y sus efectos en la población.
Viendo los resultados del estudio, ¿cómo se podrían reducir o evitar por completo estas exposiciones prenatales?
Aunque los COP están prohibidos a nivel internacional, todavía están presentes en todos los ecosistemas debido a su alta persistencia. En Europa, los niveles de fondo han disminuido a lo largo de los años pero todavía se encuentran en la comida local, especialmente en los productos de grasa animal, y aún son detectados en mujeres embarazadas y niños.
Algunos de estos productos químicos se utilizan actualmente en otras partes del mundo (por ejemplo, el DDT como control de vectores de enfermedades). Además, en la mayoría de los países de ingresos bajos y medianos (PIBM), los COP se eliminan en vertederos no controlados, donde estos productos químicos no deseados se liberan al medio ambiente.
Las agencias reguladoras ambientales europeas deberían aumentar el monitoreo de los niveles de COP en los alimentos locales e importados e implementar nuevas estrategias para la extracción y limpieza de estos.
«Deberían realizarse esfuerzos internacionales para la gestión de los desechos contaminados con COP, especialmente en los PIBM, que están cargados con grandes cantidades de desechos químicos»
Aparte de la obesidad y un mayor riesgo cardiometabólico, ¿existen otros efectos de este tipo de pesticidas? ¿Siguen presentes esos efectos después de la adolescencia?
La exposición prenatal a los COP también se ha asociado con resultados adversos del desarrollo neurológico y del comportamiento, incluidos los síntomas del TDAH y el autismo en la infancia. Un estudio reciente en los Países Bajos concluyó que los COP se asociaron con un desarrollo cognitivo y motor más deficiente en adolescentes de 13 a 15 años.
En términos de salud respiratoria e inmunológica, la exposición materna a algunos de los COP se ha relacionado con asma, eccema/fiebre del heno, infecciones de oído así como con un pulmón más pobre en sus hijos, tanto en etapas tempranas como en etapas posteriores (20 años).
Nuria Güil-Oumrait et al., Prenatal exposure to persistent organic pollutants and markers of obesity and cardiometabolic risk in Spanish adolescents, Environment International, Volume 151, 2021, 106469.