Conocer cuáles son los beneficios de los espacios verdes urbanos en la salud humana podría ayudarnos a tomar medidas de salud pública para transicionar hacia ciudades más verdes. Hay estudios que ya demuestran que estas zonas reducen el riesgo de sufrir ictus o que su carencia puede comportar un mayor riesgo de sufrir TDAH o un peor desarrollo infantil. En este artículo se recogen las últimas investigaciones del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) sobre los espacios verdes urbanos.
Árboles que salvan vidas
La organización Friends of Trees ha plantado, durante 30 años, un total de 49.246 árboles en las calles de la ciudad de Portland (EE.UU.). Con las fechas y localizaciones de las plantaciones, y los datos del Área Sanitaria de Oregón, el equipo investigador ha analizado en detalle un área censal donde viven 4.000 personas y han relacionado la cantidad y localización de los árboles plantados, con la mortalidad por causas respiratorias, cardiovasculares y no accidentales de esta población durante los últimos 5, 10 o 15 años.
“Nuestros resultados proporcionan una sólida base científica para guiar intervenciones tangibles como la plantación de árboles, destinadas a aumentar la longevidad de residentes urbanos”
Payam Dadvand, ISGlobal
De los datos se extrae que cada árbol reduce la mortalidad no accidental en un 20% y la cardiovascular en un 6%. Y que cuanto más tiempo lleva plantado un árbol, mayor efecto tiene sobre la reducción de la mortalidad. También se han analizado los costes anuales asociados a la plantación y mantenimiento de estos árboles, y los beneficios económicos superan bastante estos costes.
Más verde, mejor salud mental
Otro equipo de ISGlobal ha encuestado a 3.145 ciudadanos y ciudadanas de Barcelona de entre 15 y 97 años y ha concluido que los espacios verdes urbanos conllevan una mejor salud mental, un menor uso de medicación y menos visitas al psicólogo.
El estudio se ha realizado bastándose en la regla 3-30-300 de espacios verdes que implica: ver al menos 3 árboles desde casa, tener un 30% de cobertura arbórea en el barrio y vivir, como mucho, a 300 metros de un espacio verde. Los resultados muestran que pese a la mejora en la salud mental, sólo el 4,7% de los encuestados cumplían con esta regla. «Hay una necesidad urgente de proporcionar más espacios verdes a la ciudadanía», explica Mark Nieuwenhuijsen primer autor del estudio. «Plantar más árboles no sólo mejorará la salud, sino que también reducirá los efectos de la isla de calor y contribuirá a capturar CO2», concluye. Como mencionaba recientemente su compañera Cathryn Tonne en una entrevista sobre el informe The Lancet Countdown Europe, cambio climático y salud van claramente de la mano.
Nieuwenhuijsen M, Dadvand P, Márquez S, Bartoll X, et al. The evaluation of the 3-30-300 green space rule and mental health. Environmental Research, Volume 215, Part 2, 2022, 114387. doi.org:10.1016/j.envres.2022.114387
Donovan, GH, Prestemon JP, Gatziolis D, Michael YL, Kaminski AR, Dadvand P. The association between tree planting and mortality: A natural experiment and cost-benefit analysis. Environment International. 2022. doi.org:10.1016/j.envint.2022.107609