Ausencia de espacios verdes en las ciudades: mayor mortalidad y peor desarrollo infantil

Dos estudios recientes de ISGlobal han estudiado la influencia de los espacios verdes urbanos en la salud de la población, concretamente en la mortalidad asociada a la carencia de zonas verdes y en los efectos del tráfico en la salud infantil.

Barcelona se encuentra entre las 100 ciudades europeas con más mortalidad por falta de espacios verdes según el estudio de ISGlobal. Foto de Kaspars Upmanis en Unsplash.

Dos equipos del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) han publicado recientemente diferentes estudios donde se evalúa cómo la falta de espacios verdes en las ciudades puede influir en la mortalidad de la población, así como la asociación entre una exposición a zonas verdes y un mejor desarrollo en niños y niñas.

Mortalidad atribuible a la falta de espacios verdes

Un equipo de investigadoras de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, ha publicado el ranking de las ciudades europeas con una mayor mortalidad atribuible a la falta de espacios verdes.

Consulta el listado completo en www.isglobalranking.org

Este ranking es la segunda parte de un proyecto que está evaluando la salud urbana en más de 1000 ciudades europeas de 31 países diferentes y que el pasado enero publicó los datos de mortalidad atribuible a la contaminación atmosférica.

Ahora, las autoras han concluido que cada año se podrían evitar casi 43.000 muertes prematuras en Europa si aumentaran los espacios verdes urbanos, ya que un 62% de la población estudiada vive en áreas con menos zonas verdes de las recomendadas por la OMS.

Cada año se podrían evitar casi 43.000 muertes prematuras a Europa si aumentaran los espacios verdes urbanos

Conoce más sobre este proyecto en el siguiente video, publicado con motivo de las jornadas de puertas abiertas del PRBB:

Espacios verdes y desarrollo infantil

Otro estudio en que ha participado el ISGlobal ha analizado por qué la exposición a los espacios verdes en niños y niñas se traduce en un mejor desarrollo. Así, han concluido que el motivo principal de estos beneficios sería la reducción de los efectos adversos de las exposiciones al tráfico, en concreto al dióxido de nitrógeno (NO2).

Para hacerlo, el equipo científico ha seguido un grupo de 30.000 niños y niñas de Vancouver (Canadá) desde su nacimiento hasta los 5 años, evaluando su desarrollo (físico, social, mental…) y relacionándolo con la exposición a espacios verdes de cada vecindario.

“Estos hallazgos sugieren que los esfuerzos de planificación urbana para aumentar los espacios verdes en las ciudades son positivos para el desarrollo durante la primera infancia, con posibles beneficios para la salud a lo largo de la vida”
Matilda van den Bosch, investigadora de ISGlobal y coordinadora del estudio.

De este modo, tal y como indican los autores y las autoras, los resultados muestran que la relación entre espacios verdes y un mejor desarrollo infantil “se explica, en gran medida, por la reducción en los niveles de contaminación atmosférica por NO2 y, en menor grado, por la reducción de ruido y la contaminación por PM2,5 en el vecindario» y podrían ser extrapolables a Europa.

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