Los días 16 y 17 de marzo, la junta directiva de Euroscience -la Asociación Europea para el Progreso de la Ciencia y la Tecnología– se reunió en el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) para celebrar su reunión anual. Mientras disfrutaban del sol de Barcelona y de las vistas al mar desde el edificio, las 12 personas recientemente elegidas para formar la junta debatieron sobre la organización de futuros eventos, así como sobre la estrategia de la asociación para los próximos años.
Hablamos con Matthias Girod, Secretario General, Michael Matlosz, Presidente, Anna Nilsson Vindefjärd, Vicepresidenta, y Michela Bertero, miembro de la junta directiva, sobre Euroscience (una organización sin ánimo de lucro basada en la afiliación que acaba de celebrar su 25 aniversario) y los retos de la ciencia europea.
¿Qué es Euroscience?
La pregunta es más bien quién es Euroscience. Euroscience es una organización de personas interesadas en que la actividad científica contribuya al bienestar y la prosperidad de la sociedad. Tenemos unos 1.500 miembros que contribuyen activamente, pero la comunidad es mucho mayor; por ejemplo, a nuestro principal evento acuden unas 6.000 personas.
La mayoría de los miembros son profesionales de la ciencia – responsables políticos, gestores y gestoras de investigación, profesionales de la investigación y la comunicación… En su mayoría proceden del sector académico, aunque nos gustaría aumentar el número de miembros dentro de la industria, que también desempeña un papel clave en el avance de la ciencia.
Pero en realidad, está abierta a cualquiera: se trata de unir fuerzas en una comunidad que cree que necesitamos la ciencia para vencer enfermedades, para hacer frente a la crisis climática, para crear democracias decentes… Así que aunque no seas científico o científica, si crees en esto, eres más que bienvenida a formar parte de Euroscience, porque estamos trabajando en ello. Y urge hacerlo, porque vemos que mucha gente va en la dirección contraria…
“Si crees que necesitamos la ciencia para vencer enfermedades, para hacer frente a la crisis climática, para crear democracias decentes… formas parte de Euroscience. ¡Hazte miembro!”
Tenemos algunos miembros corporativos, pero la gran mayoría de los miembros son independientes a su afiliación – estamos interesados en el individuo, en su práctica profesional y su responsabilidad personal y la rendición de cuentas como científicos en una sociedad democrática.
Y abarcamos todas las disciplinas. En realidad, fomentamos la interdisciplinariedad, conectando a expertos de ciencias naturales y humanidades, que normalmente están muy alejados. Lo hemos visto con la pandemia de la Covid-19. Los virólogos por sí solos no pueden vencer a la pandemia; se necesitan personas expertas en economía, derecho, sociología,… Y por eso queremos ser una asociación para todas aquellas personas que estén interesadas en la ciencia.
¿Cómo ha afectado la pandemia a la interacción entre ciencia y sociedad?
La pandemia fue una situación muy desafiante en cuanto a confianza, credibilidad, relevancia… y a la forma en que los especialistas interactúan con la sociedad. Era una enfermedad desconocida, la gente quería respuestas claras (que la ciencia no siempre puede ofrecer) y muchos científicos tenían una opinión y la expresaban, quizá más allá de sus conocimientos.
Para entenderlo, digamos que el concepto ciencia engloba distintos niveles:
- la ciencia: un conjunto de hechos y teorías generalmente aceptados
- el método científico, la investigación: una metodología para alcanzar ese conjunto de conocimientos, comprobando hipótesis, criticando e invalidando, creando otras nuevas…
- el científico o científica: alguien que conoce el conjunto de conocimientos y es experto en la metodología
Y lo que el público esperaba durante la pandemia (y quizá más en general) era una respuesta fiable de un experto o experta; no la investigación, ni el proceso y la incertidumbre y contradicciones que conlleva. Pero si preguntas a 10 científicos qué hacer ante una nueva enfermedad, probablemente obtendrás 10 respuestas diferentes. Y eso – además, por supuesto, del auge de las fake news – ha hecho que la gente crea que el método científico no es fiable. Lo cual es una lástima, porque en realidad es lo contrario. Precisamente el hecho de poder criticarlo e invalidarlo, hace ese conocimiento hace fiable.
“Si preguntas a 10 científicos qué hacer ante una nueva enfermedad, obtendrás 10 respuestas. Y eso ha hecho que la gente crea que el método científico no es fiable. Lo cual es una pena, porque no es cierto»
La pandemia no sólo cambió la relación entre la comunidad científica y la sociedad, sino también la propia ciencia…
Así es, y estamos muy interesados en formar y capacitar al personal científico para afrontar el cambio. Porque la pandemia no sólo cambió las expectativas de la sociedad, sino también la forma de producir ciencia. Por ejemplo, aumentó la tasa de preprints, para publicar los resultados de la investigación lo antes posible (y antes de la revisión por pares). Y no creemos que esto vaya a desaparecer. Necesitamos estas nuevas formas de comunicar la ciencia, nuevas formas de hacer las cosas… Debemos abrazar el cambio y utilizarlo como una fuerza positiva.
¿Cuáles son las principales acciones de Euroscience?
Quizá la más visible sea ESOF (Euroscience Open Forum), un congreso que se celebra cada dos años. Es una oportunidad para reunir a un grupo muy diverso de personas, incluidos ciudadanos, para hablar sobre el lugar de la ciencia en la sociedad, la práctica científica y cómo puede mejorarse la interacción con la sociedad en general a través del diálogo bidireccional. El primero tuvo lugar en 2004 en Estocolmo (¡en 2008 fue en Barcelona!). Ahora estamos organizando la edición de 2024, que será en Katowice, Polonia.
Pero también hacemos mucho trabajo político. Participamos en la elaboración de la Carta Europea para Investigadores, la creación del European Research Council (ERC), la agenda de Ciencia Abierta, el ERA (European Research Area)…
También tenemos grupos de trabajo sobre distintos temas de interés, y formamos parte de varios proyectos europeos. Y desde 2012 concedemos la etiqueta «Premios Ciudad Europea de la Ciencia«, y celebramos actos bajo cada presidencia de la UE. Por ejemplo, bajo la presidencia checa del Consejo de la Unión Europea debatimos sobre diplomacia científica, a raíz de la crisis de Ucrania: ¿qué ocurre cuando científicos colaboradores acaban en bandos opuestos de una guerra? Ahora, bajo la Presidencia sueca, celebraremos una sesión el 16 de mayo, retransmitida digitalmente, sobre la evaluación de la investigación. Con la presidencia española que llegará en la segunda mitad del año… ¡ya estamos pensando en ello!
En 2021 también pusimos en marcha el Euroscience Policy Forum, un evento más pequeño con unas 600 personas, que planeamos celebrar en años alternos al ESOF. En él debatimos el tema de la sostenibilidad del mundo académico: ¿pueden sobrevivir las instituciones académicas sometidas a una presión constante en materia de rendición de cuentas, financiación, impacto…? ¿Es realmente atractivo hoy en día para una persona joven con talento seguir esta trayectoria profesional? Son preguntas importantes que debemos tomarnos el tiempo de plantear y debatir.
Ah, y también publicamos el boletín Euroscientist, una plataforma de debate para toda la comunidad científica europea.
¿En qué estáis trabajando actualmente?
En Euroscience siempre hemos abordado cuestiones difíciles, cosas de las que la gente no quiere hablar o de las que normalmente no se tiene oportunidad de hablar en el lugar de trabajo. Además del valor añadido de que aquí puedes hablar de tu tema de investigación biomédica con un economista, y preguntarle si tiene sentido que te centres en ello.
Algunos de los temas actuales que nos interesan son: 1) el modelo de negocio del conocimiento: cómo publicar, con qué rapidez y en qué etapas; 2) las carreras científicas; 3) los científicos en el ámbito público y cómo se les percibe; 4) la evaluación de la investigación y CoARA; 5) la diversidad en la ciencia; y 6) la salud mental y el bienestar, entre otros. Realmente, muchos temas que se pueden incluir en lo que llamamos «cultura de la investigación», que son transversales a todas las ciencias y afectan a todos los científicos y científicas.
¿Dónde visualizáis la ciencia europea en el futuro; cuál debería ser nuestra prioridad número uno?
Expresémoslo como un reto. ¿Seremos capaces dentro de 10-20 años de invertir la tendencia actual de creciente duda y desconfianza en los conocimientos científicos y el método científico? ¿Podremos crear un clima de confianza entre la población respecto a la utilidad de la adquisición de conocimientos de forma libre, abierta e impulsada por la curiosidad? Esto sería algo fundamental a conseguir. Porque no es lo que está pasando actualmente. Ahora estamos asistiendo a un enorme impulso de la investigación basada en objetivos, que por supuesto tiene un valor fundamental. Pero si todo está orientado a objetivos – «hay que resolver el cambio climático; hay que mejorar la agricultura;… – lo que se produce es la instrumentalización de la ciencia para obtener beneficios políticos o económicos.
Lo que necesitamos es crear una situación en la que tener curiosidad, intentar comprender, tener espíritu crítico, crear conocimiento básico… tenga valor para la sociedad. Si lo conseguimos, podremos utilizar estos conocimientos científicos para afrontar los retos de la sociedad y mejorar el bienestar.