La viróloga italiana Ilaria Capua recibió el pasado 1 de junio el Premio Europeo de Ciencia Hypatia de Barcelona. Esta era la segunda edición de este premio otorgado por el Ayuntamiento de Barcelona en colaboración con la Academia Europaea-Barcelona Knowledge Hub.
En palabras de Lluis Ferrer, presidente del jurado, la profesora Capua, actual directora del Centro de Excelencia «One Health» de la Universidad de Florida, fue elegida «por sus enormes contribuciones al estudio de las zoonosis virales, por su firme compromiso con una una ciencia abierta y más ética al servicio de la sociedad en su sentido más amplio y por su valor como modelo para mujeres jóvenes científicas«.
Capua dedicó el galardón «a todas las mujeres que, en silencio, han hecho que esta pandemia sea mucho menos devastadora de lo que podría haber sido. A las que han cuidado de otras personas, asumido una carga adicional enorme, pero también trabajado detrás de bastidores en los laboratorios. Y a todas aquellas mujeres que han contribuido a la ciencia y que nunca han sido reconocidas».
El Premio Hypatia, que cuenta con una dotación monetaria de 30.000 euros y una placa conmemorativa, tiene como objetivo «destacar la ciencia, así como promover, apoyar y mejorar el valor de las excelentes investigaciones llevadas a cabo en Europa y su impacto en la sociedad».
Capua vino a visitar el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) la mañana del día de la ceremonia, donde conoció el parque y sus centros y se reunió con varios investigadores de los diferentes centros. Entre ellos, Cristina Pujades (Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud), Universidad Pompeu Fabra (DCEXS-UPF)), que fue una de las cinco personas del jurado que seleccionó a la profesora Capua entre los 19 candidatos al premio.
«Un entorno como el PRBB, con una base interdisciplinaria y con un enfoque desde lo molecular a lo poblacional, está perfectamente situado para afrontar los retos del futuro»
Ilaria Capua
Aprovechamos para hablar con ella.
¿Cuál crees que ha sido tu contribución principal a la ciencia y la sociedad?
He tenido varias ideas transformadoras; pero eran tan evidentes cuando pensaba en ello que me hacía preguntarme, ¿por qué nadie lo ha pensado antes? (Ríe) Supongo que algo en lo que soy muy buena es conectar a la gente en torno a las grandes ideas.
¿Cómo One Health?
Este concepto ya existe desde hace mucho tiempo. Me alejé de la investigación y de la política durante 3 años y, cuando volví, empecé a pensar en otro concepto, la Salud Circular, que tiene sus raíces en One Health. La idea principal es que vivimos en un sistema cerrado y todo lo que pasa en su interior afecta a todo lo demás. La actual pandemia es un ejemplo vivo de esto.
El paradigma de la Salud Circular significa que debemos llevar la salud fuera de la biomedicina, que la biomedicina ha de llegar a otras disciplinas. Esta pandemia nos demuestra que hay que relacionar la salud física con la salud mental, con el género y el sexo y la diversidad genética (hemos visto que Covid19 ha afectado desproporcionadamente a las mujeres y algunas minorías étnicas), con el medio ambiente (si aumenta la humedad, también aumenta la transmisión del virus), con nuestro estilo de vida… Hemos de hacer converger todas las disciplinas en torno a la salud.
Debemos ser valientes, creativas y entender que la fortaleza del futuro no se encuentra dentro de cada disciplina, sino en medio de todas ellas. La multidisciplinariedad será el combustible del futuro.
Entonces, ¿crees que podemos aprender de esta pandemia?
Las pandemias son eventos transformadores; cambian las cosas, los sistemas, las personas. La Covid-19 es una prueba de estrés multisistema. Un mes después del confinamiento, el aire era más limpio en China. Ha tenido un gran efecto en los viajes internacionales: yo misma me pregunto, ¿hay que volar tanto como lo he estado haciendo hasta ahora? Mucha gente no querrá volver a trabajar en una oficina todos los días, con largos viajes diarios en coche,… Y no olvidemos que esta pequeña bola de gelatina que es el SARS-Cov-2, ¡ha causado la crisis económica más grande de la historia!
Habrá un antes y un después. Debemos aprender y seguir adelante. Habrá resistencia al cambio, seguro. Pero lo que está claro es que no volveremos nunca a donde estábamos.
Si nos fijamos en las pandemias más grandes de nuestra historia (peste bubónica, gripe española y ahora Covid-19), todas han sido causadas por virus procedentes de animales. Por tanto, está claro que debemos coavanzar la salud de los humanos, los animales, las plantas y el medio ambiente.
«Formamos parte de un sistema y debemos respetar y trabajar para hacerlo sostenible»
¿Cómo podemos hacerlo?
El big data tendrá un papel crucial. Debemos utilizar los datos que tenemos y que podemos obtener de la pandemia, no sólo los que provienen de la comunidad cientifica, sino también de la misma sociedad, por ejemplo, mediante proyectos de ciencia ciudadana. Disponemos de herramientas, como el aprendizaje automático, y la capacidad informática que nos permite sumergirnos en la enorme cantidad de todo tipo de datos que tenemos ahora. Al fin y al cabo, ¡esta pandemia es el evento más medido de la historia de la humanidad! Serán datos ‘sucios’, probablemente no interoperables, … Sin duda no son ideales, pero valen la pena, podemos utilizarlos.
Y tenemos que hacer de la prevención una parte de nuestra vida; desde cosas que ahora están en la cabeza de todos, como lavarse las manos o vacunarse, hasta comer correctamente o cómo nos movemos (actividad física y planificación urbana)… Sólo así podremos llegar a una «salud pública de precisión» – no medicina de precisión, para cada individuo, sino para toda la población. Y después, si la población en general es más sana gracias a estas intervenciones preventivas, tendremos más dinero para tratar problemas que no se pueden prevenir.
Debemos asegurarnos de que toda la devastación que ha provocado la pandemia no haya sido para nada. Debemos utilizar la situación para aprender y mejorar, y hacer de la prevención parte de nuestra vida.
Has mencionado tres mensajes principales que quieres enviar: ¿cuáles son?
El primero es que a partir de ahora sólo debemos analizar datos desagregados por sexo y género. No sólo en biomedicina, sino en cualquier estudio. ¡Basta! No deberíamos hacer nada sin mirar los datos de manera desagregada, para entender cómo afecta cualquier cosa a los diferentes sexos/géneros y tener en cuenta todas las perspectivas.
El segundo es que necesitamos más vacunas termoestables. En muchos lugares la electricidad no es habitual, ¡no se pueden permitir el lujo de tener vacunas que necesitan estar -70oC! Estamos en el siglo XXI y todavía hacemos vacunas con las tecnologías que utilizó Pasteur. Tenemos impresión 3D, nanotecnologías, incluso material especial para utilizar en el espacio… Tomemos 1.000 millones de euros y utilicemos estas tecnologías disruptivas, pongámonos a trabajar para encontrar maneras de hacer nuevas vacunas que no necesiten una cadena de frío, que sean mucho más estables y fáciles de transportar y administrar.
Finalmente, quiero defender la importancia de la vacunación. Todos y todas tenemos la responsabilidad de vacunarnos, porque es la única manera de salir de esta situación. Por lo tanto, es imprescindible garantizar la equidad en la accesibilidad a las vacunas para evitar disparidades en la distribución de los recursos.
Puedes ver el vídeo de la ceremonia del Premio Hypatia y el discurso de la profesora Capua aquí: