Identificados 2000 nuevos genes relacionados con la longevidad humana

Un estudio de genómica comparada del IBE ha incluido información de 57 especies de mamíferos para dar con las claves de la esperanza de vida en humanos.

Existe mucha variabilidad en la longevidad de las diferentes especies de mamíferos. Foto de pxhere de dominio público con licencia CC0.

Un estudio internacional liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE: CSIC-UPF) ha utilizado la genómica comparada para identificar 2000 genes que, vinculados a diferentes mecanismos biológicos como la reparación del ADN, influirían en la longevidad de los seres humanos.

En concreto, el estudio evolutivo ha comparado 57 especies de mamíferos y ha hallado en la estabilidad de las proteínas con el paso del tiempo uno de los puntos clave para comprender las diferencias de longevidad entre especies e individuos. Así, comparando las mismas proteínas en distintos organismos han visto que las de los organismos más longevos son significativamente más estables que las proteínas de los organismos de vida más corta.

“La estabilización genérica del proteoma se encuentra fundamentalmente en los genes que hemos detectado como vinculados a la edad y la longevidad»
Gerard Muntané, investigador del grupo de Arcadi Navarro y co-responsable del estudio.

Los genes vinculados a una mayor longevidad (es decir que los organismos más longevos tenían ciertos cambios en los aminoácidos que no tenian los otros organismos) participan en procesos como inflamación o hemostasis.

Los autores resaltan que estos genes no se podrían haber detectado comparando solo genomas humanos, porque no hay variación en su secuencia, o muy poca, entre los humanos. Por eso, los autores del estudio han querido remarcar el importante papel de la genómica comparativa y la biología evolutiva aplicada a la medicina ya que “puede hacer contribuciones muy importantes y de aplicación directa a la salud humana”. Así, concluyen, se podría estudiar “cualquier carácter de la salud o enfermedad humana, como la presión sanguínea, el colesterol o el cáncer, siguiendo la misma aproximación».

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