Abrir los ojos. Despertarte con la discusión sobre la COVID en la radio. Leer WhatsApps de amigos y familiares entre telellamada y videoconferencia. Reenviar. Escuchar la rueda de prensa. Ver las noticias. Seguir el hilo de Twitter. Hacer clic y leer el artículo, o más bien leerlo en diagonal o solo el titular, discutirlo con tu pareja y compartir…
Día tras día, la crisis del COVID-19 ha supuesto una avalancha de información difícil de manejar para todas y todos. «El virus» se ha instalado en la primera fila de todos los medios de comunicación y, en muchos casos, en nuestra biografía.
En medio de la vorágine de información científica sobre el coronavirus, también han proliferado los mensajes alarmistas y poro rigurosos. De hecho, un estudio del MIT publicado en Science y basado en más de 126.000 hilos de noticias en Twitter, confirmaba recientemente que la verdad tarda unas seis veces más que la mentira en llegar a 1.500 personas en esta red social.
Muchas veces está en nuestras manos (literalmente, en nuestros móviles) evitar que una de esas noticias falsas, o «fake news», continúe su camino virtual más allá de nosotros. Pero, ¿cómo se distingue entre una noticia científica real y una falsa?
A menudo está en nuestras manos evitar que las noticias falsas, o «fake news», continúen su camino más allá de nosotros. Pero, ¿cómo se distingue entre una noticia científica real y una falsa?
Aquí comparto los 5 consejos que he estado dando estos días y sigo circulando entre amigos y conocidos, y que pueden ser de ayuda para cualquiera que quiera leer noticias científicas «con las gafas de investigador o investigadora».
- No te quedes sólo con el titular. Es importante revisar los detalles que presenta el artículo periodístico sobre la investigación en cuestión. No es lo mismo afirmar que un experimento demuestra un hecho que decir que sugiere que en el futuro un hecho podría suceder. Del mismo modo, es importante identificar si las afirmaciones del titular se basan en una investigación que ya se ha hecho, o si se habla de una investigación que está en marcha pero que todavía no tiene resultados.
- Busca la fuente. Identifica a qué estudio o investigación se refiere al artículo para poder consultarlo. Hoy en día han proliferado los estudios científicos vinculados a la COVID19, y se publican alrededor de 2000 cada semana. Sin embargo, parte de esta investigación aún no ha sido revisada por pares ni publicada oficialmente en ninguna revista, por lo que es aconsejable ser particularmente crítico con artículos basados en estos estudios pendientes de publicación.
- Trata las afirmaciones muy sorprendentes con escepticismo. Debemos averiguar si estamos ante una investigación basada en pruebas excepcionales, que justificarían la sorpresa, o ante noticias exageradas o simplemente falsas. A veces, las noticias nos sorprenden porque no tenemos un conocimiento muy profundo de un tema. Es una oportunidad para leer un artículo o noticias generales que hablen sobre él, y que nos permitan valorar la veracidad de las noticias revolucionarias. Para las noticias relacionadas con la salud mundial, la OMS tiene un portal muy completo y actualizado con información sobre muchos temas de interés, como la salud planetaria, la biodiversidad o el cambio climático.
- Contrasta la información. Si una noticia muy llamativa o alarmista sólo aparece en un medio, sé escéptica y ponte las gafas de científica para leerla. Haz una búsqueda y confirma si la puedes encontrar en otras webs o medios. El centro de Estudios de Cultura Científica de la UPF comparte en su web una selección de recursos informativos útiles y rigurosos tanto para los profesionales de la comunicación como para la ciudadanía sobre la crisis de la Covid.
- No reenvies o difundas información que no hayas valorado críticamente. La desinformación es un problema de todos, y hacer un retuit o reenviar un mensaje de WhatsApp sin haber revisado la información puede contribuir a la difusión de «fake news» o noticias engañosas. Hay que tener cuidado sobre todo con mensajes que presuntamente provienen de expertos o expertas en temas de salud, como el mensaje falsamente atribuido a Unicef afirmando que beber agua caliente podía matar al coronavirus. A menudo, una visita a la web de la organización o una búsqueda rápida en internet de los presuntos expertos puede desenmascarar una noticia falsa.
¿Cómo sé si he caído en la trampa de una “fake new”?
La OMS ha publicado un portal donde recoge muchas de las «fake news» que han estado circulando últimamente en todo el planeta. En España, la web https://maldita.es publica también diariamente una gran cantidad de «fake news» detectadas. Pero todos podemos detectar y frenar el envío masivo de nuevas noticias falsas a través de WhatsApp y las redes sociales. En el caso de las imágenes, podemos fijarnos en si parecen retocadas, o hacer una búsqueda inversa vía «google imágenes» para averiguar si la imagen se corresponde con la información que acompaña. En el caso de las noticias, seguir los cinco consejos anteriores antes de reenviar un mensaje puede evitar en muchos casos que alimentemos una información no veraz.
Tecnologia al servicio de la verdad
Mientras tanto, las redes sociales también se están poniendo las pilas. WhatsApp ha tomado medidas para evitar los reenvíos masivos de mensajes, y Twitter y Facebook intentan dirigir a los usuarios a fuentes fiables como la OMS para evitar la propagación de información sensacionalista. Y no es para menos; la ciudadanía pide medidas claras contra la «infodemia» global causada por la desinformación viral a través de las redes sociales – una desinformación que, según critica el personal sanitario, pone en peligro las vidas que ellos intentan salvar.
Con algoritmos de inteligencia artificial capaces de detectar ciertos patrones que se corresponden con las noticias falsas, la tecnología podría en efecto jugar un papel importante en el futuro de las «fake news». Pero la última decisión la tenemos cada una y cada uno de nosotros.
La experiencia de la pandemia ha apuntado a la necesidad que tenemos como sociedad ser capaces de interpretar críticamente los problemas complejos que afectan a nuestro planeta (one health). Y para ello, la cultura y la educación científica de todas y todos son fundamentales.
La pandemia del coronavirus nos muestra que la cultura científica de la sociedad es esencial para ser capaces de interpretar críticamente los problemas complejos que afectan a nuestro planeta.
Todos podemos poner nuestro granito de arena y contribuir a una sociedad más informada y libre si tomamos conciencia y evitamos difundir noticias falsas. Así que ya sabes: antes de compartir o retuitear, ¡siempre comprueba los hechos!