Evaluando la eficacia y la aceptación de la vacuna contra el COVID-19

Investigadores del IMIM y MELIS-UPF observan que las vacunas contra el SARS-CoV-2 mantienen su eficacia al volver a congelarse. E ISGlobal participa en un estudio que muestra un aumento significativo de la aceptación de la vacuna.

La vacunación es una de las medidas más eficaces para controlar la pandemia de COVID-19. Fotografía de Ivan Diaz en Unsplash.

La rápida expansión del SARS-CoV-2 hizo acelerar la investigación como nunca antes para desarrollar una vacuna efectiva en tiempo récord. Los diferentes centros del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) también volcaron sus esfuerzos, desde diferentes perspectivas, para conocer más sobre el virus, sus efectos y cómo combatirlo, entre otros. Y dos años después del estallido de la pandemia, siguen investigando sobre este virus que paralizó el mundo.

Recongelar las vacunas de ARN mensajero

El Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y el Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida, Universidad Pompeu Fabra (MELIS-UPF) han presentado un estudio donde demuestran que las vacunas Pfizer BioNTech y Moderna, son igual de eficaces si se manipulan los viales, se preparan las jeringuillas y éstas se congelan.

Para realizar la investigación, se han usado restos descartados de vacunas provenientes de centros de vacunación. Estas dosis ya preparadas para administrar se han congelado a -20ºC y a -80ºC y posteriormente se han descongelado e inyectado en dos grupos de ratones distintos. Al comparar los resultados con el grupo control (administración de vacunas siguiendo las especificaciones de los fabricantes) los y las investigadoras han observado que el ARN mensajero de las vacunas no se ve degradado al someterse a una segunda congelación y que la respuesta inmune de los ratones fue la misma en los tres casos, tanto para la vacuna de Pfizer como para la de Moderna.

“La posibilidad de volver a congelar las vacunas ya preparadas para su administración en jeringuillas facilita superar las limitaciones de las infraestructuras para las campañas de vacunación de los países con rentas bajas y medias

Olivia Ferrández, Hospital del Mar

Aumenta la aceptación de la vacuna

Por otra parte, el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha participado en un estudio junto a la Escuela de Salud Pública y Política Sanitaria de la City University of New York (CUNY SPH), la Universidad de Dalhousie y la Universidad de Calgary para identificar qué factores afectan a la aceptación social de la vacuna contra el SARS-CoV-2.

Después de pasar encuestas a 23.000 personas de 23 países distintos, los resultados muestran un aumento significativo en la aceptación de la vacuna (del 71,5% en junio del 2020 al 75,2% en junio de 2021). Las razones de la reticencia a vacunarse varían según países y la experiencia vivida (p.ej. la pérdida de un familiar) pero la mayoría tienen dudas sobre la seguridad de las vacunas, su eficacia y desconfían en la ciencia que sustenta su desarrollo.

La rápida autorización de las vacunas actuales hizo necesario realizar nuevas evaluaciones de los factores que impulsan la reticencia vacunal y las características de las personas que no se vacunan”

Jeffrey Lazarus, ISGlobal

El proyecto the VaccineConfidence revela, además, que el grupo con más reticencia a vacunarse son los jóvenes de 24 años con estudios secundarios o universitarios de núcleos urbanos que están muy expuestos a las redes sociales. Es por ello que los investigadores creen que el uso del humor y el lenguaje sencillo en redes sociales, podrían ser una buena herramienta para transmitir mensajes provacunación.

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