El desayuno es la comida más importante del día. Es un dicho muy repetido. Sin embargo, poco se habla de cómo tiene que ser. El proyecto liderado por Álvaro Hernáez, del grupo de Montserrat Fitó (Hospital del Mar Research Institute), ha estudiado la influencia de la cantidad y la calidad del desayuno en la salud. En su último artículo, publican que un desayuno que aporte entre un 20 y un 30% de la energía diaria mejora los indicadores de salud metabólica y cardiovascular y reduce la obesidad.
Este estudio observacional se llevó a cabo dentro del ensayo PREDIMED-Plus que analizaba como la combinación de dieta mediterránea y ejercicio favorecía la pérdida de peso de personas de entre 55 y 75 años. El estudio sobre el desayuno se nutrió de los datos recogidos durante PREDIMED-Plus para ver solamente el efecto del desayuno en la mejora de la salud. En concreto, se vio una reducción de la obesidad abdominal y de los triglicéridos y un aumento del colesterol bueno (HDL).
En este caso, se analizaron las rutinas de alimentación de alrededor de 400 personas tanto del grupo control, que solo seguía la dieta mediterránea, como del grupo intervenido, que también hacía ejercicio, durante tres años. Los resultados fueron normalizados al estilo de vida de cada paciente para aislar la contribución del desayuno. Álvaro resalta que “todo el mundo mejoró sus indicadores, ya que estaban dentro de una intervención concreta. Sin embargo, se vio que los que hacían un desayuno de mayor calidad, con un aporte calórico de 20 a 30%, mejoraron más.” Aquellos pacientes que de manera habitual desayunaban poco o demasiado presentaban peores indicadores.
Imprescindible, un desayuno equilibrado
Es difícil especificar lo que constituye un desayuno y, menos, uno de calidad. Aquí se definió desayuno como todo alimento que se tomara antes del almuerzo o comida. Eso incluía tomar, por ejemplo, un café nada más levantarse y, luego, un tentempié a media mañana. Se hizo así porque no todo el mundo tiene apetito cuando se levanta o tiempo para prepararse un desayuno en condiciones cuando sale deprisa y corriendo.
Lo que Álvaro, Alejandra Pérez-Vega (primera autora del artículo) y demás investigadores del estudio vieron es que independientemente de si se repartía en el tiempo o se tomaba de una sentada, si el desayuno aportaba la cantidad necesaria de calorías y los nutrientes indicados, mejoraba la calidad de vida de todos los pacientes. No obstante, recalcan que los resultados no son extrapolables al resto de la población, ya que el estudio se ha centrado en un grupo de personas con síndrome metabólico, un conjunto de factores de riesgo cardiovascular que suceden al mismo tiempo.
Hay que cuidar la calidad del desayuno y adaptarlo a horarios y gustos.
Alejandra Pérez-Vega
Esto quiere decir que no se pueden sacar unas recomendaciones específicas para toda la población. Para eso, se necesitaría hacer un estudio más exhaustivo. Sin embargo, tanto Alejandra como Álvaro sí se atreven a dar unas recomendaciones generales. Los dos coinciden en que lo importante es que el desayuno sea equilibrado, que tenga cereales integrales, frutas, grasas saludables como la del aceite de oliva o la de los frutos secos, y proteínas de calidad. También dicen que no se debe saltar el desayuno y, sobre todo, hay que evitar los alimentos ultraprocesados.
Sobre esto, Álvaro se queja de que cuando se habla de dieta equilibrada, se suelen dar unas pautas para comida y cena, pero que no se dan para el desayuno. Además, subraya que la gente es consciente de los perjuicios de los ultraprocesados y los evita tanto al almorzar como al cenar. Sin embargo, ya sea por falta de tiempo, por comodidad o por gustos, los ultraprocesados copan los desayunos habitualmente.
Los siguientes pasos
Después de estos resultados, al grupo le gustaría corroborarlos con un estudio clínico. De esta manera, se podría ver si la cantidad de energía que tiene que aportar el desayuno es igual para toda la población o cambia según edad, por ejemplo. Con el estudio clínico, también determinarían si los resultados observados tienen realmente como causa la cantidad de energía ingerida en el desayuno o si es solo una correlación.
Además, quieren ir más allá y ver como influye el desayuno en otras enfermedades. Ahora mismo, tienen en el punto de mira la relación de la primera comida del día con el cáncer. Para ello, necesitan conseguir financiación, tarea que no siempre es fácil. La nutrición es una disciplina sencilla, pero donde hay mucho ruido como dice Álvaro. Fuera del ambiente científico, está copada por gente que vende dietas milagrosas, y trucos infalibles para cuidarse que, sin embargo, son peligrosos. Es difícil luchar contra esta sobresaturación de información, especialmente con estudios tan largos como este.
Un estudio muy humano
El análisis de la influencia del desayuno en la calidad de salud metabólica y cardiovascular ha sido un proyecto llevado a cabo íntegramente por el grupo del Hospital del Mar. Desde el reclutamiento de los pacientes hasta el análisis de los datos, pasando por el seguimiento habitual. Fue un exhaustivo trabajo de campo en el que Alejandra estuvo involucrada prácticamente desde el principio.
Todo empezó con el reclutamiento del proyecto PREDIMED-Plus, que se tardó varios años en completar. Sin embargo, no se esperó a tener a todos los pacientes para empezar la intervención. Así que los tiempos entre pacientes iban desfasados. Mientras que algunos ya iban por su segundo año dentro del estudio, otros acababan de entrar. Esto hizo que el volumen de trabajo fuera constante, pero no arrollador, ya que no tenían que hacer el seguimiento de las 400 personas en la misma semana, sino que se repartían a lo largo del año según orden de entrada.
Los pacientes estaban muy atentos a cambiar su alimentación.
Alejandra Pérez-Vega
Alejandra disfrutó especialmente de la parte humana del proyecto. Aunque ahora ya no se dedica tanto a trabajo de campo, de este estudio resalta precisamente el tener contacto con los pacientes regularmente en las entrevistas. Con eso, se creaba un vínculo entre ambos. También indica que ayudó el que todo el seguimiento se llevara a cabo en las instalaciones del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB). Tanto las entrevistas como los análisis de sangre se hacían en las oficinas y salas de ensayos clínicos del Hospital del Mar Research Institute, lo que resultaba más cercano que si se repartían en varios lugares o se hacía en el hospital.
La contribución de Alejandra al PREDIMED-Plus no solo ha resultado en las conclusiones de este artículo. También ha culminado en la presentación de su tesis doctoral que defendió en diciembre del año pasado y que se podrá consultar en un futuro en la biblioteca.
Pérez-Vega KA, Lassale C, Zomeño MD, Castañer O, Salas-Salvadó J, Basterra-Gortari FJ, Corella D, Estruch R, Ros E, Tinahones FJ, Blanchart G, Malcampo M, Muñoz-Aguayo D, Schröder H, Fitó M, Hernáez Á. Breakfast energy intake and dietary quality and trajectories of cardiometabolic risk factors in older adults. J Nutr Health Aging. 2024 28(12):100406. doi: 10.1016/j.jnha.2024.100406.
