Natalia Vilor-Tejedor (Barcelona 1988) es investigadora postdoctoral en el Centro de Regulación Genómica (CRG), en el grupo de Biología computacional del procesamiento de ARN dirigido por Roderic Guigó. Allí, de manera conjunta con el Barcelona Beta Brain Research Center y la Erasmus University Medical Center de Róterdam, se encarga de estudiar a nivel computacional los patrones genéticos que afectan a la estructura del cerebro para evaluar la relación con enfermedades neurológicas o neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson.
Aun así, nos comenta, cuando entró en la universidad no tenía un especial interés por la investigación en salud humana, aunque sí en la ciencia; y es por eso que estudió un doble grado en Matemáticas y Estadística. Antes de acabar la carrera, sin embargo, y gracias al apoyo de una profesora suya, pudo participar en un proyecto que casi de manera premonitoria vinculaba la estadística y la genética con el Alzheimer, y fue en aquel momento cuando descubrió todo el potencial de esta rama de estudio.
Si hace 10 años me hubieran dicho que tendría un doctorado en Biomedicina y que estaría trabajando en lo que estoy trabajando, como mínimo hubiera pensado “¡caray, la tía!”.
A raíz de este ejemplo, nos habla de la importancia de tener referentes de mujeres en ciencia. Por ese motivo Natalia hace mucho trabajo voluntario de empoderamiento e intenta crear referentes próximos “para que la gente no piense que se tiene que ser un Nobel para hacer investigación”. Así, además de dar clase en la universidad, también participa en muchas charlas y seminarios y coorganiza las sesiones de RLadies BCN (una organización para promover la diversidad de género en la comunidad R), siempre intentando “conseguir un bien común, un beneficio por la sociedad y para las mujeres y las niñas en particular”.
“Dedico mucho tiempo y hago mucho énfasis en esta tarea porque es lo que a mí me faltó en su momento. Yo nunca me había planteado hacer un doctorado porque no tuve referentes que me explicaran que no hay que ser un aspirante al premio Nobel para poder hacerlo”
Dentro de los valores que intenta transmitir, por lo tanto, se incluyen la igualdad y la diversidad puesto que para ella “la clave es que todo el mundo esté integrado y tenga seguridad para contribuir… Cuando el mundo de la investigación dé la misma confianza al otro 50% de la población, podremos vivir una auténtica explosión de talento, puesto que se doblará la gente potente que pueda dar buenos resultados para la sociedad”.
¿Quieres conocer mejor a Natalia? ¡Adelante!
¿Una científica nace o se hace?
Ambas respuestas podrían ser totalmente válidas. Aunque es necesario nacer con la curiosidad y la inquietud.
¿Cuál es tu campo de estudio?
La neurogenética.
¿Qué tipo de estudiante eras de pequeña?
La verdad es que no lo recuerdo demasiado. Supongo que como cualquier otra. Nada diferente. No hace falta ser, como a veces pensamos, «magnífica» o una «Marie Curie» para dedicarte a la ciencia. Cómo decía, hace falta inquietud y curiosidad, y esto intento transmitir a mis estudiantes.
¿Que habrías sido si no te hubieras dedicado a la ciencia?
En el momento actual, quizás me dedicaría al análisis de datos. Unos años atrás no tengo muy claro que hubiera elegido.
¿Si pudieras viajar en el tiempo, que escogerías: pasado o futuro?
Mucha de la investigación que realizo se lleva a cabo con técnicas bastante nuevas, que probablemente no podría utilizar si viajara al pasado. ¡Así que, siempre con una mirada puesta en el futuro!
¿Cómo crees que te describirían tus compañeros?
No acostumbro a preguntarles. Quizás tendría que hacerlo, puesto que cualquier respuesta que pueda dar será sesgada.
¿Qué te gustaría añadir a la frase: finalmente se ha resuelto…?
Me gustaría poder decir que «finalmente se han resuelto los problemas de sostenibilidad, equidad e igualdad en el mundo».
¿Qué idea preconcebida sobre los científicos y científicas crees que es cierta y cuál falsa y por qué?
Cómo comentaba anteriormente, la gente piensa que hay que ser Marie Curie o Einstein para poder trabajar en ciencia, y esto es totalmente erróneo. Por otro lado, cuando pensamos en ciencia/científic@s, a la mayoría nos viene a la mente la imagen de un «hombre», y aunque cada vez menos, es cierto que todavía tenemos este sesgo en investigación, sobre todo en posiciones de liderazgo.
¿Cuál es tu mejor fracaso?
De todos mis fallos aprendo, y por eso no recuerdo ninguno especial ni mejor… Como dijo Mark Twain, «Las buenas decisiones provienen de la experiencia. La experiencia proviene de tomar malas decisiones».
El mejor consejo que te han dado jamás.
«Sigue tu instinto, te hace ser especial»
¿Cuál es tu cita favorita?
Tengo dos: «El viaje es siempre más importante que el destino» de Jeff Klein, y «La vida no merece que nos preocupamos tanto», de Marie Curie.
¿Quién es tu científico o científica favorito y por qué?
Me he sentido siempre muy inspirada por Marie Curie, a pesar de tener líneas de investigación completamente diferentes. Sin embargo, con el tiempo, me he dado cuenta que mis favoritas/favoritos son las personas que tengo cerca, que me apoyan e inspiran mi trabajo. Admiro muchísimo a todes mis compañeres, pasades y presentes.
¿Nos recomiendas un libro?
Viajar ligero: La vida con equipaje de mano, de Gabriele Romagnoli.
¿Una canción?
Tanca els ulls, de Txarango.
¿Un/a artista?
Cualquiera que exprese lo que siente.
¿Una película o documental?
Little Miss Sunshine, dirigida por Valerie Faris y Jonathan Dayton.
Y para acabar… ¿Una cuenta de Twitter a seguir?
¡Muchas gracias Natalia!
