Cómo enviar un tweet me llevó a la televisión

En este artículo Luca Cozzuto del CRG reflexiona sobre su experiencia de dar su opinión científica sobre un polémico estudio relacionado con el coronavirus, a través de las redes sociales, periódicos y televisión.

Twitter es, según Luca Cozzuto, el mejor canal social para que un o una científica se comunique y siga a sus colegas. Foto de Morning Brew en Unsplash.

Twitter es, según Luca Cozzuto, el mejor canal social para que un o una científica se comunique y siga a sus colegas. Foto de Morning Brew en Unsplash.

Empecé a seguir la investigación contra SARS-Cov-2 cuando todavía parecía un fenómeno exclusivamente chino. Estaba siguiendo su progresión a través de las noticias y en las redes sociales, particularmente porque había una enorme cantidad de desinformación y teorías conspirativas. Por ejemplo había gente especulando que el virus fue creado en un laboratorio en Wuhan, lo que me instigó a escribir sobre ello en mi blog.

Las cosas se volvieron más personales cuando toda mi familia en Italia se infectó y yo estaba encerrado en Barcelona sintiéndome indefenso porque no podía hacer nada por ellos. Al final todo salió bien y salí aún más motivado para seguir la progresión del virus. Empecé a leer obsesivamente todos los artículos publicados sobre la Covid-19.

Muchos científicos quieren poner fin al virus lo más rápido posible, subiendo sus hallazgos inmediatamente en servidores de preprints para fomentar la colaboración científica. Así es como me encontré por primera vez con un preprint en medRxiv afirmando que SARS-Cov-2 se encontró en Barcelona ya en marzo de 2019, seis meses antes de que fuera descrito.

News about the coronavirus being present in Barcelona as early as March 2019 appeared in all major newspapers and media agencies.

Pensé que era una noticia muy impactante y decidí leer el estudio en detalle. Las afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria y en este caso los datos me parecían un poco débiles.

Aquí es donde todo comenzó, ya que decidí compartir estos pensamientos en Twitter.

De twitter a la prensa escrita

En cuestión de minutos, recibí un correo electrónico de un periodista que trabajaba para El País, pidiéndome mi opinión sobre este tema. Me sorprendió bastante que un periodista que trabajaba para un periódico español se molestara en ver algunos tweets en italiano.

Aquí es donde realmente empecé a pensar bien qué decir. Por un lado, criticar un artículo y fomentar el debate es uno de los fundamentos de la ciencia y esencial para el avance del conocimiento, pero me preocupaba que la gente viera esto como una lucha entre investigadores. ¿Cómo podría comentar este estudio con comentarios constructivos para que el público supiera que hay discrepancias en la forma en que interpretamos los datos, y no algo inherentemente malo con los propios científicos?

«Criticar un artículo y fomentar el debate es uno de los fundamentos de la ciencia y esencial para el avance del conocimiento, pero me preocupaba que la gente viera esto como una lucha entre investigadores»
Luca Cozzuto (CRG)

Al final, escribí un correo electrónico diciendo que las afirmaciones extraordinarias necesitan pruebas muy sólidas, y que habría sido necesario secuenciar los amplicones PCR y buscar muestras antiguas en los hospitales para probar la hipótesis.

¡Lo que no esperaba era que los comentarios fueran publicados en el artículo! Me enteré de ello gracias a un WhatsApp de un amigo que bromeaba conmigo. Me puse un poco nervioso, preocupado de que me vieran criticando un artículo de otro grupo y no pude evitar empatizar con lo que debían sentir los autores.

Pero al mismo tiempo, ¿cómo podría no hacer ningún comentario sobre este estudio? No podía dejar que el estigma atribuido a los chinos de Wuhan y más tarde a los italianos de Milán terminara en Barcelona. Ya había algunos medios de comunicación apoyando la idea de que el virus nació en España (algunas personas bromeaban llamándolo «la gripe española 2.0»).

Llegó la noche, y después de que los niños se fueran a la cama empecé a leer mis correos electrónicos. Uno de ellos era de Omar, el oficial de prensa del Centro de Regulación Genómica (CRG), donde trabajo. Antes de leer el correo electrónico, comencé a preocuparme, estaría monumentalmente furioso conmigo por haber hablado con los medios de comunicación sin preguntarle primero… Pero el mensaje era muy comprensivo, agradeciéndome haber hablado con el periodista y dándome consejos sobre cómo interactuar con los medios de comunicación en algo tan complejo y controvertido. Dormí muy bien esa noche.

El salto a la televisión

Al día siguiente, tuve que organizar un largo día de trabajo desde casa junto con la gestión de dos hijas con mi esposa que trabaja en otro centro de investigación por la tarde. Cuando todo estaba más o menos en orden, recibí otro correo electrónico de Omar preguntándome si podía hacer una entrevista de TV3 ¡en las siguientes 2 horas! Acepté, teniendo que reorganizar todos mis planes por completo; encontrar un lugar adecuado en la casa para la entrevista, colocar a las niñas con mi mujer y llevar a cabo entrevistas ‘de prueba’ por Skype con Omar.

Cuando llegó el momento, tuve que esperar en zoom durante una hora porque el secretario de Educación del Govern de Catalunya había convocado una conferencia de prensa, lo cual retrasó mi entrevista. Los periodistas tienen que reorganizar las últimas noticias todo el tiempo, así que tuve que aprender a ser paciente. Me hicieron preguntas muy directas, sin sorpresas, dándome tiempo suficiente para responder sin entrar en demasiados detalles innecesarios. Fue una experiencia agradable. La entrevista claramente salió bien porque me pidieron que hiciera otra aparición, esta vez en Cuatro! Si haces una buena aparición mediática es probable que conduzca a más en el futuro.

Al final, estoy muy contento de haber interaccionado con los medios de comunicación y no tuve miedo de hablar con los periodistas. Parte de nuestro trabajo es explicar que la ciencia no es un monolito y no todo el mundo está de acuerdo. Sólo la crítica constructiva permite avanzar en el camino del conocimiento. Y es importante pedir prudencia con las afirmaciones excesivas, en particular cuando pueden utilizarse de forma política o médica.

Estoy muy contento de haber interaccionado con los medios de comunicación. Parte de nuestro trabajo es explicar que la ciencia no es un monolito y no todo el mundo está de acuerdo.

Esta pandemia está haciendo que todo se haga muy rápido y, en algunos casos, no de una forma muy precisa, por lo que todo el mundo tiene el deber de evitar el uso de titulares demasiado extremos. Actualmente no hay mejor canal social que Twitter para que un científico se comunique y siga a sus colegas. Recomiendo encarecidamente que los científicos se formen sobre como comunicar su ciencia a través de esta red social. Fue toda una experiencia para mí!

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