El pasado 28 de mayo tuvo lugar una mesa redonda sobre la importancia de la experimentación animal en ciencia, en el contexto de la Fiesta de la Ciencia de Barcelona.
Participaron representantes del Acuerdo en transparencia en experimentación animal de la COSCE (Confederación de Sociedades Científicas de España), y de REMA (Red Española para el Desarrollo de Métodos Alternativos en la Experimentación Animal). Arnau Busquets Garcia, coordinador del grupo de investigación en Mecanismos celulares en conducta fisiológica y patológica del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), fue el moderador. Él mismo había propuesto realizar este debate sobre un tema que considera de una relevancia crítica. Hablamos con el joven investigador, recientemente admitido en la Junta General de la Academia Joven de España, sobre los aspectos más destacados del debate y de la experimentación con animales en general.
Arnau, ¿por qué decidiste organizar este debate en la semana de la ciencia?
Personalmente he trabajado con modelos animales durante toda mi carrera investigadora. Considero que no se habla de ello lo suficiente, y cuando se hace, cuando salen noticias en los medios, se me ponen los pelos de punta como se trata el tema… hay un gran desconocimiento, y creo que debemos hacer lo posible por arreglarlo.
Efectivamente existe un debate muy polarizado e intenso en torno a la experimentación animal. ¿Qué hemos hecho mal hasta ahora la comunidad científica?
Creo que la figura del ‘científico loco’ encerrado en un laboratorio ha hecho mucho daño a la ciencia en general, y también en concreto a la experimentación animal. Los científicos y científicas nunca hemos querido explicar bien lo que hacemos, porque existe esta idea de que la gente no lo entenderá, o no estará interesada. Y en el caso de la experimentación animal ocurre algo similar y además es un poco tabú, y da un poco de miedo hablar de ello. Pero debemos superar ese miedo, y explicarlo, porque es una herramienta esencial para nuestro trabajo.
«Debemos superar el miedo a hablar sobre la experimentación animal, porque es una herramienta esencial para nuestro trabajo»
Arnau Busquets Garcia (IMIM)
Una de las críticas más comunes quizás es que utilizar animales es la ‘vía fácil’ – ¿pero lo es?
¡En absoluto! Experimentar con animales está muy controlado y es muy costoso, en dinero y tiempo. Para empezar, si quieres realizar un experimento con animales es necesario:
- Que la persona tenga una certificación de experimentación animal; y ésta implica no sólo varias horas de teoría y práctica, sino que debe renovarse de forma periódica
- Que el proyecto pase por un comité ético, en nuestro caso el Comité Ético de Experimentación Animal (CEEA-PRBB). Éste hace una revisión muy completa – ¡tanto o más detallada que la revisión por pares que se hace antes de publicar un artículo! En ella se miran no sólo aspectos puramente éticos, sino que se cumplan las 3R en el diseño del estudio (Reemplazar a los animales siempre que se pueda; Reducir el número de animales al máximo, siempre asegurando que los resultados serán estadísticamente válidos; Refinar las técnicas que se utilizan para mejorar el bienestar y reducir el sufrimiento de los animales)
- Que el proyecto pase después por otro comité a nivel de la Generalitat de Catalunya
De hecho, los científicos somos los primeros que queremos que el bienestar de los animales sea inmejorable. Entre otras cosas porque si el animal no está bien, el resultado no será válido y los proyectos fracasarán.
¿Pero no es cierto que a menudo los resultados de la experimentación animal no son extrapolables a los humanos?
Es cierto… en cierta medida. El problema es que buscamos una inmediatez que no existe en la investigación. Cuando hay un resultado negativo, un hallazgo en ratón que no da el mismo resultado en humanos, pensamos que no ha servido para nada. Pero en realidad, es una pieza más del puzzle. Cuando conseguimos un resultado palpable – por ejemplo, recientemente, que una persona parapléjica consiguiera dar 10 pasos – detrás hay muchísimos estudios «negativos», o estudios básicos con animales que mostraban qué conexiones neuronales controlan la actividad motora, etc.
¿Y qué nos dices de los métodos alternativos al uso de animales?
Cada vez hay más, y aquí en el PRBB en concreto se trabaja mucho en ellos: modelos matemáticos, organoides,… Son muy útiles, pero todavía hay que avanzar; hace falta más inversión en estos métodos, seguro, pero es que ¡hace falta más inversión en la investigación en general! Y ahora, por primera vez, la Agencia Española de Investigación ha abierto convocatorias de ayudas específicas para la investigación sobre métodos alternativos. Vamos avanzando, y es esencial hacerlo para que estos modelos ayuden a reducir el uso de animales. Pero sinceramente, yo soy escéptico sobre el hecho de que estas alternativas nos puedan realmente dar las respuestas que nos puede dar un modelo vivo.
Es necesaria más inversión en métodos alternativos; pero ¡es que hace falta más inversión en la investigación en general!
¿Cómo por ejemplo?
Yo llevo 10 años trabajando con ratones, estudiando neurociencias. El cerebro es un órgano increíblemente complejo y heterogéneo que regula nuestra conducta. Y además no lo hace solo, sino que el organismo es un todo, y hay cosas que pasan en el intestino que afectan al cerebro… Por tanto, de algún modo, necesitaríamos organoides ‘multisistémicos’ – en lugar de órganos individuales – que diría que hoy en día no existen y que todavía nos queda camino por recorrer. Sin embargo, la complementariedad entre modelos animales y métodos alternativos es el futuro de la investigación.
¿Y hay cosas que, por el contrario, si se podrán hacer 100% con métodos alternativos?
Hay investigaciones utilizando por ejemplo organoides de otros órganos no tan heterogéneos, como sería el riñón o el hígado, que estando dando resultados muy esperanzadores y que podrían acabar sustituyendo a algunos de los modelos animales utilizados. Además, existen modelos computacionales que cada vez más permitirían realizar predicciones y ayudar a la reducción de los animales de experimentación. Pero, como he dicho, creo que el futuro de la investigación pasa por un uso en paralelo de los modelos animales y de métodos alternativos.
«La complementariedad entre modelos animales y métodos alternativos es el futuro de la investigación»
¿Qué se está haciendo desde el IMIM para mejorar la visión del público general sobre la experimentación animal?
Desde el IMIM queremos apostar por la transparencia en la experimentación animal, y tenemos previsto crear una sección especial en nuestra web al respecto, con información de lo que hacemos, cómo lo hacemos, vídeos, recursos… Además, el PRBB y sus centros han firmado el acuerdo de transparencia de la COSCE. Personalmente, creo que debemos apostar por hablar de la experimentación animal que hacemos sin ningún tipo de restricciones ni miedos. Si trabajamos siguiendo todas las normas establecidas no hay motivo para no explicar el porqué y cómo utilizamos modelos animales en nuestros proyectos. Sólo si la sociedad tiene más información, la visión de la experimentación animal cambiará y se le dará la relevancia que merece.