El cáncer es uno de los retos biomédicos más importantes de la actualidad; en particular, el conseguir desarrollar una técnica de diagnóstico temprano para poder tratar esta enfermedad cuanto antes. Y este, precisamente, es el objetivo de Flomics Biotech, una startup surgida en el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) especializada en biotecnología y genómica.
Fundada a finales de 2018 por João Curado, Luis Korrodi, Esther Lizano y André Guedes, del Centro de Regulación Genómica (CRG) y la Universidad Pompeu Fabra (UPF), ahora en 2022 han conseguido cerrar su primera ronda semilla de inversión consiguiendo 1.000.000€.
Si bien anteriormente ya habían obtenido ayudas y subvenciones que ascendían a 500.000€, esta ha sido la primera ronda de financiación externa que han conseguido. Curado cuenta que conseguir estos fondos ha sido todo un reto porque “nos hemos enfrentado al factor pandemia que, obviamente, ha condicionado la cantidad de eventos y de inversores disponibles para empresas que están despegando”.
Una técnica novedosa
Este impulso económico servirá a Flomics para seguir desarrollando su solución contra el cáncer. Apuestan por una nueva técnica basada en el uso de biopsias líquidas, secuenciación de última generación de moléculas de ARN e inteligencia artificial para conseguir detectar distintos tipos de cáncer a partir de una única muestra de sangre.
Hasta ahora, los diagnósticos se realizaban intentando detectar las mutaciones en el ADN libre de células (cfDNA), que es aquel que queda circulando una vez las células se lisan o “explotan”. Sin embargo, el equipo de Flomics decidió basar sus biopsias en ARN libre de células (cfRNA), ya que, tal y como Curado explica “en todas nuestras células el ADN es totalmente igual, el genoma es el mismo, pero el ARN es la manifestación dinámica y difiere entre distintos tipos de células”. Por eso añade que “usar el ARN es lo que permite diferenciar distintos tipos de cáncer a partir de una única muestra de sangre”.
«El ARN es una molécula mucho más dinámica y, por eso, podemos diferenciar distintos tipos de cáncer a partir de una única muestra de sangre»
João Curado, co-fundador de Flomics Biotech
Además, usar el cfRNA como molécula de detección presenta otra ventaja. Y es que no es necesario que el ARN pertenezca a la célula cancerígena, sino que también puede proceder de las células contiguas que intentan luchar contra el tumor. Esto se debe a que cuando estas células coordinan la respuesta contra el cáncer, producirán un ARN que también puede detectarse en sangre. “En los estadios tempranos del cáncer, encontrar la mutación en el cfDNA será muy difícil, la probabilidad es muy baja. Pero fijarse en el cfRNA de las células que luchan contra el tumor tiene más garantía de éxito”, apunta Curado.
Estas técnicas de secuenciación se combinan luego con procedimientos de “machine learning” o inteligencia artificial. De esta forma, los algoritmos procesan los miles de datos obtenidos y deciden dónde hay información relevante, lo cual aporta una visión más imparcial y menos sesgada.
Visión de futuro
El objetivo actual de Flomics es desarrollar un kit diagnóstico para cáncer de pulmón y de colon que esté disponible en el mercado para 2024 y, para 2026, poder presentar una versión actualizada para cinco tipos de cáncer. Sin embargo, Curado ya avisa de que aún queda un recorrido importante hasta conseguir estos resultados.
Aun así, el equipo de Flomics ve más allá y plantea la posibilidad de poder expandir la aplicación de esta técnica a otras enfermedades como otros tipos de cáncer o, incluso, enfermedades fuera de la oncología como COVID-19, Alzheimer o esclerosis múltiple. “Como estamos trabajando con moléculas de ARN no necesitamos que la enfermedad esté producida por una mutación en el ADN, sino que podemos buscar otro tipo de señales”, concluye Curado.