Un par de estudios recientes realizados por ISGlobal sugieren que la exposición a sustancias químicas en las primeras etapas de la vida puede tener implicaciones a largo plazo para la salud, como un menor coeficiente intelectual, obesidad o enfermedades cardiovasculares.
Ftalatos, desarrollo cerebral y coeficiente intelectual
El más reciente estudio, liderado por Mònica Guxens, se centra en la exposición a plastificantes antes del nacimiento, y ha mostrado que está vinculada a:
- un menor volumen total de materia gris (la que nos ayuda a procesar la información) en la infancia, lo que a su vez podría estar relacionado con un menor cociente intelectual.
- un menor volumen de materia blanca (la que comunica la sustancia gris con el resto del cuerpo) específicamente en las niñas.
Estudios previos ya habían mostrado un posible efecto a los 6 años; este estudio lo confirma, y muestra que a los 14 todavía persiste.
Los ftalatos son un grupo de sustancias químicas que se utilizan de forma ubicua como plastificantes y disolventes en una amplia gama de productos comerciales, como productos de cuidado personal, cosméticos, envases de alimentos, etc.
Aunque los efectos individuales son pequeños, los resultados sugieren que la exposición generalizada a los ftalatos y la falta de regulación pueden tener un impacto significativo en la salud pública», afirma Guxens.
Disruptores endocrinos y obesidad
Un artículo anterior había examinado la relación entre la exposición prenatal a disruptores endocrinos (EDCs) y el crecimiento infantil.
El equipo investigador, liderado en este caso por Martine Vrijheid, ha mostrado que esta exposición prenatal está relacionada con un aumento acelerado en el Índice de Masa Corporal (IMC) de los niños y niñas desde el nacimiento hasta los nueve años de edad. Además, «el crecimiento acelerado durante la infancia se ha relacionado con diversos problemas de salud en etapas posteriores, como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes», afirma Vrijheid.
El estudio se centró en evaluar la exposición a una amplia gama de disruptores endocrinos que se encuentran en la dieta y en productos cotidianos, como plásticos, productos de higiene personal y pesticidas. Esto incluyó contaminantes orgánicos persistentes, sustancias perfluoroalquiladas, bifenilos policlorados, ftalatos y fenoles, entre otros. El estudio también analizó cómo la combinación de diferentes disruptores endocrinos tenía un efecto acelerado.
Ambos estudios destacan la importancia de llevar a cabo más investigaciones para evaluar las implicaciones para la salud de la exposición prenatal a sustancias químicas ambientales a lo largo de la vida, con el objetivo de informar políticas y medidas para reducir los riesgos asociados a la exposición a estas sustancias durante el embarazo.
Parisa Montazeri, Nuria Güil-Oumrait, Sandra Marquez, Lourdes Cirugeda, Andrea Beneito, Mònica Guxens, Aitana Lertxundi, Maria-Jose Lopez-Espinosa, Loreto Santa-Marina, Jordi Sunyer, Maribel Casas, Martine Vrijheid. Prenatal exposure to multiple endocrine disrupting chemicals and childhood BMI trajectories in the INMA cohort study, Environmental Health Perspectives, 107006-11 131(10), October 2023. doi:10.1289/EHP11103
Parisa Montazeri, Nuria Güil-Oumrait, Sandra Marquez, Lourdes Cirugeda, Andrea Beneito, Mònica Guxens, Aitana Lertxundi, Maria-Jose Lopez-Espinosa, Loreto Santa-Marina, Jordi Sunyer, Maribel Casas, Martine Vrijheid. Prenatal exposure to multiple endocrine disrupting chemicals and childhood BMI trajectories in the INMA cohort study, Environmental Health Perspectives, 107006-11 131(10), October 2023. doi:10.1289/EHP11103