La nebulización, una forma más segura de administrar antibióticos para la neumonía

Investigadores del Hospital del Mar Research Institute demuestran que aumentar la dosis de colistina para el tratamiento de la neumonía no solo no es útil, sino que puede provocar daño renal y un aumento de la mortalidad entre los pacientes.

Nebuliser. Photo by Sincerely Media on Unsplash

La nebulización del antibiótico para la neumonía permite evitar el daño renal y optimizar su uso, minimizando la aparición de nuevas resistencias.

La resistencia a los antibióticos está provocando que se recuperen algunos antibióticos antiguos, como la colistina, para tratamientos de enfermedades producidas por bacterias multirresistentes que ya no responden a los tratamientos habituales.  

Un equipo de investigación del Hospital del Mar Research Institute ha estudiado la respuesta a la colistina de 75 pacientes ingresados en el hospital entre los años 2010 y 2018 por neumonía causada por Pseudomonas aeruginosa. Su estudio demuestra que, contrariamente a lo que sucede con otros antibióticos, una mayor dosis no implica una mejor respuesta al tratamiento. De hecho, dosis demasiado elevadas de colistina pueden causar daño al riñón y aumentan la mortalidad de los pacientes. «El margen que tenemos entre ser eficaces y ser tóxicos es muy estrecho, es un fármaco que nos obliga a un manejo muy fino», explica la Dra. Lluïsa Sorlí, del Grupo de Investigación en Patología Infecciosa y Antimicrobianos y autora principal del trabajo. 

«El margen que tenemos entre ser eficaces y ser tóxicos es muy estrecho, es un fármaco que nos obliga a un manejo muy fino» 
Lluïsa Sorlí (Hospital del Mar Research Institute) 

Para evitar el daño renal, los investigadores proponen administrar el fármaco por nebulización. De esta manera, los pacientes inhalan el medicamento en forma gaseosa, consiguiendo que actúe en los pulmones y no llegue a los riñones mediante el sistema circulatorio. Este nuevo abordaje permite optimizar el uso de la colistina y, por lo tanto, ayuda también a evitar la aparición de nuevas resistencias. 

En el estudio también han participado equipos investigadores del CIBER de Enfermedades Infecciosas (CIBERINFEC), de la Monash University de Melbourne, Australia, y del Laboratorio de Referencia de Cataluña

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *