El retorno a la vida de las esporas

Las esporas bacterianas pueden estar en estado de letargia decenas de miles de años. Ahora, un estudio con participación del MELIS-UPF muestra que las esporas van acumulando energía de su entorno para saber si es el momento idóneo para “volver a la vida”.

Las esporas bacterianas son metabólicamente inactivas y usan la energía electroquímica almacenada para retomar sus funciones vitales. Imagen creada por Inés Fuentes a partir de las imágenes de los usuarios de Unsplash CDC y Jeremy Perkins.

La falta de nutrientes y el estrés pueden hacer que algunas especies de bacterias entren en un estado de dormición que las hace bioquímicamente inactivas. Hasta ahora, se desconocía cómo las esporas bacterianas podían integrar las señales ambientales para recuperarse del estado de letargia que puede durar decenas de miles de años o más. Pero un estudio reciente del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida, Universidad Pompeu Fabra (MELIS-UPF) y la Universidad de California, demuestra que las esporas acumulan los potenciales electroquímicos del entorno a modo de señal para despertarse.

Este trabajo cambia la forma en que hablamos sobre las esporas, que hasta ahora se consideraban objetos inertes
Gürol Süel, Universitat de Califòrnia

El estudio se ha realizado con esporas de Bacillus subtilis a las que se les han aplicado señales ambientales que, individualmente, son de intensidad insuficiente para “despertarlas”. Y tal como explica Jordi García-Ojalvo, investigador del MELIS-UPF, gracias a un modelo matemático han descubierto que “igual que las neuronas, las esporas suman a lo largo del tiempo señales pequeñas y breves para determinas si se consigue un umbral. Y al llegar a él, inician su retorno a la vida, de la misma manera que las neuronas disparan un potencial de acción para comunicarse con otras neuronas”. Curiosamente, las esporas hacen esta integración de señales sin requerir energía metabólica, mientras que las neuronas son una de las células de nuestro cuerpo que más energía consumen.

Los autores de la investigación aseguran que conocer cómo las esporas vuelven a la vida abre vías para encontrar nuevos métodos parar combatir las esporas patógenas como el ántrax. Y también, podría darnos pistas sobre cómo es la vida en los ambientes terrestres más extremos y en otros planetas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *