Descubren marcadores epigenéticos relacionados con la adicción a la comida

Desde MELIS-UPF se ha realizado una investigación en ratones y humanos que identifica algunos marcadores epigenéticos clave en la vulnerabilidad para desarrollar adicción a la comida.

La adicción a la comida está relacionada con una pérdida de control de la ingesta. Es un trastorno que resulta de la interacción de múltiples genes y factores ambientales. Foto de No Revisions en Unsplash

Un reciente estudio ha revelado la implicación de algunos marcadores epigenéticos en el desarrollo de adicción a la comida, tanto en ratones como en humanos. Esta investigación ha sido liderada por Rafael Maldonado y Elena Martín, del grupo de Neurofarmacología-Neurophar del Departamento de Medicina y Ciencias de la vida, Universidad Pompeu Fabra (MELIS-UPF) y adscrito al Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM).

Estudios anteriores del mismo grupo habían demostrado que la pérdida de control de la ingesta estaba asociada a algunas áreas cerebrales de la corteza. Sin embargo, no entendían por qué algunos individuos desarrollaban adicción a la comida y otros no. Según explica Elena Martín «una vez identificado el mecanismo, quisimos centrarnos en los factores epigenéticos, aquellos capaces de modificar los genes».

Para ello, compararon dos poblaciones de ratones, una adicta a la comida y otra no, y buscaron la presencia de marcadores epigenéticos específicos en las áreas cerebrales de la corteza relacionadas con la adicción. En concreto se fijaron en los microARNs, que son pequeñas moléculas de ARN que regulan la expresión de los genes de una forma compleja y dinámica. Y efectivamente encontraron microARNs con una mayor expresión en los ratones adictos. Algunos de estos microARNs estaban implicados en procesos relevantes para la adicción a la comida, como la digestión de lípidos y carbohidratos, los cambios morfológicos en el cerebro, la resistencia a la insulina o incluso la adicción a las metanfetaminas.

Los mismos microARNs que estaban afectados en el cerebro de los ratones se encontraba alterado en el plasma de las personas

Además, el estudio también contó con la participación de voluntarios sanos. A ellos se les realizó un cuestionario para medir el grado de adicción a la comida y se les midió la presencia de microARNs en el plasma sanguíneo. Los resultados mostraron que los mismos microARNs que estaban afectados en el cerebro de los ratones se encontraba alterado en el plasma de las personas.

«Las similitudes entre los resultados en ratón y humanos aportan gran importancia al estudio” dice Maldonado. Y concluye diciendo que “el papel de la epigenética en la vulnerabilidad a la adicción a la comida abre la puerta a poder identificar biomarcadores de diagnóstico precoz y a poder desarrollar terapias futuras mediante la modificación de la expresión de los microARNs”.

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