Descifrando el mosaico genético de los últimos 8.000 años en la Península Ibérica

Un grupo internacional de investigadores co-liderados desde Harvard y el IBE ha comparado el ADN de 4.000 individuos para reconstruir la historia de la Península Ibérica desde el 6.000aC.

Esqueleto encontrado en La Braña (León). Es uno de dos hermanos encontrados en el mismo yacimiento, los hermanos más antiguos detectados genéticamente. Foto de Julio Manuel Vidal Encinas.

Esqueleto encontrado en La Braña (León). Es uno de dos hermanos encontrados en el mismo yacimiento, los hermanos más antiguos detectados genéticamente. Foto de Julio Manuel Vidal Encinas.

Un grupo de investigadores del Instituto de Biología Evolutiva (IBE: CSIC-UPF), centro mixto del CSIC y la Universidad Pompeu Fabra, en colaboración con la Universidad de Harvard, ha elaborado un mapa genético de los últimos 8.000 años de la Península Ibérica.

El estudio, publicado en la revista Science, ha analizado los genomas de 271 habitantes de la península de diferentes épocas históricas y los contrastó con los datos recogidos en estudios previos de otros 1.107 individuos antiguos y de 2.862 modernos.

Los resultados nos muestran una imagen inédita de la transformación de la población ibérica a lo largo de las diferentes etapas históricas y prehistóricas.

Esquema de les migracions a la península ibèrica durant els últims 8.000 anys. Il·lustració de Rita Casas.
Esquema de les migracions a la península ibèrica durant els últims 8.000 anys. Il·lustració de Rita Casas.

 

  • Un reemplazo de la totalidad de la población masculina en la Edad del Bronce: Hacia el 4.500aC llegan a la península los descendientes de pastores de las estepas de Europa del Este. Durante los siguientes 400 años, los linkajes de los cromosoma Y locales fueron gradualmente sustituidos por uno de ascendencia esteparia. Esto significa que casi el 100% de los hombres (y un 40% de la población general) fueron reemplazados por los recién llegados, aunque no se conocen las causas. Según los autores, no hay evidencia de violencia generalizada en este periodo.
Un hombre y una mujer de la Edad de Bronce enterrados lado a lado en el lugar de Castillejo de Bonete (Ciudad Real) tenían diferentes ancestros genéticos. Foto de Luis Benítez de Lugo Enrich / José Luis Fuentes Sánchez (Oppida).
Un hombre y una mujer de la Edad de Bronce enterrados lado a lado en el lugar de Castillejo de Bonete (Ciudad Real) tenían diferentes ancestros genéticos. Foto de Luis Benítez de Lugo Enrich / José Luis Fuentes Sánchez (Oppida).
  • La genética vasca casi no ha cambiado desde la Edad del Hierro (hace unos 3.000 años). Hasta ahora se creía que los vascos eran descendientes directos de los primeros agricultores (4500 aC) o incluso de los cazadores mesolíticos (6000 aC). Este estudio, sin embargo, muestra que al igual que el resto de la Península, la zona del País Vasco también recibió influencia genética de las estepas hasta la Edad del Hierro, hacia los 1000 aC. A partir de entonces, sí que quedaron aislados, sin ser afectados por las migraciones de los romanos, los griegos o los musulmanes.

 

  • Los contactos africanos són más antiguos de lo que se pensaba: El estudio ha encontrado, en yacimientos de Madrid y de Cádiz, un par de individuos con ascendencia norteafricana que vivieron en la Península hace unos 4.000 años. Se trata de contactos esporádicos, pero muestran que hubo presencia africana mucho antes de la llegada de los musulmanes a la Península en el siglo VIII. También han detectado un flujo génico desde el norte de África al sureste de la Península en las épocas púnica y romana.

 

  • Romanos, griegos, fenicios, visigodos y musulmanes: A partir del análisis de 24 individuos de la colonia griega de Ampurias, fundada entre los años 600aC y el periodo tardorromano en la actual Cataluña, los científicos han concluido que al empezar el Edad media al menos un cuarto de la ancestralidad ibérica había sido reemplazada por nuevos flujos de población provenientes del Mediterráneo oriental (romanos, griegos y fenicios). Los investigadores han analizado también dos individuos de origen visigodo en un yacimiento en Gerona y varios de origen musulmán en Granada, Valencia, Castellón y Vinaròs. Estos ‘ibéricos antiguos’ mostraban un componente genético norteafricano de casi el 50%, mientras que en la actual población es de un 5%. «Esta ancestralidad norteafricana fue casi completamente eliminada durante la Reconquista y la posterior expulsión de los moriscos», comenta Carles LaluezaFox, uno de los directores del estudio en el IBE.
Inhumaciones individuales de la época andalusí procedentes de las excavaciones en la calle Sagunto de Valencia. Enterrados con el cuerpo apoyado sobre el lado derecho y mirando hacia el sur, donde creían que estaba La Meca. Foto de Guillermo Pascual Berlanga.
Inhumaciones individuales de la época andalusí procedentes de las excavaciones en la calle Sagunto de Valencia. Enterrados con el cuerpo apoyado sobre el lado derecho y mirando hacia el sur, donde creían que estaba La Meca. Foto de Guillermo Pascual Berlanga.

 

Una novedad importante del artículo es que por primera vez se han analizado muestras de los últimos 3.000 años, una época de la que no se había analizado ninguna muestra en la Península Ibérica.

Carles Lalueza-Fox nos habla de las historias de algunos de estos individuos analizados (audio en Catalán).

La biología y la genética, de la mano de la arqueología y la antropología

Los autores del estudio destacan que los datos genéticos por sí solos no son suficientes para entender toda la historia. «Necesitamos tener en cuenta las evidencias de la arqueología y la antropología para comprender mejor qué impulsó estos patrones genéticos«, dice David Reich, co-líder del estudio en la escuela de Medicina de Harvard.

En efecto, el artículo tiene 111 autores, 87 de los cuales son arqueólogos. «Los últimos 4 años he estado colaborando con arqueólogos de toda España, para conseguir las muestras mientras están excavando. Su contribución ha sido esencial para el desarrollo del estudio«, explica LaluezaFox.
Podéis leer más sobre el estudio en la web del IBE y ver un resumen gráfico de las migraciones de los últimos 8.000 años en el siguiente vídeo:

 

 

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