De moscas y humanos

Los humanos y las moscas compartimos un 70% de los genes. Esta similitud y su fácil manipulación hacen de Drosophila melanogaster uno de los organismos modelo preferidos de los investigadores

Drosophila fue el primer organismo multicelular del que se secuenció el genoma completo en el año 2000 (Imagen de la Universidad Estatal de Oregon en Flickr).

Drosophila fue el primer organismo multicelular del que se secuenció el genoma completo en el año 2000 (Imagen de la Universidad Estatal de Oregon en Flickr).

David Cronemberg estaba más cerca de la realidad de lo que creía cuando en 1986 dirigió “La mosca”. Efectivamente, a pesar de que moscas y humanos no podemos ser físicamente más distintos, compartimos un 70% de nuestros genes. Esta similitud y su fácil manipulación hacen de Drosophila melanogaster uno de los organismos modelo preferidos de los investigadores en campos tan diversos como la biología del desarrollo, la biología celular, la neurobiología, el comportamiento o la evolución.

Aproximadamente un 75% de los genes humanos vinculados a alguna enfermedad tienen un homólogo en la mosca, es decir, un gen de mosca con una secuencia muy parecida a la del gen humano, y con un mismo origen. Por eso las moscas se utilizan en estudios sobre Parkinson o Alzheimer. Y por ello es fácil entender que Drosophila melanogaster fuera el primer organismo multicelular del que se secuenció el genoma completo en el año 2000. Desde entonces los estudios en este animal de 2,5 mm se han multiplicado. El primer artículo se publicó en 1910 y, cien años después, este pequeño insecto aparece en más de 3000 artículos científicos al año.

Algunas de las características más valoradas de la mosca para su uso en investigación son:

  • el bajo coste de su manutención
  • su corto ciclo vital
  • su alta fecundidad
  • su genoma relativamente sencillo (cuatro parejas de cromosomas, comparadas con las 23 de los humanos)
  • las muchas herramientas que existen para su manipulación genética
El ojo de la mosca Drosophila está formado por unas 700 unidades
El ojo de la mosca Drosophila está formado por unas 700 unidades (Imagen de André Karwath en Flickr).

Los investigadores estudian la mosca de la fruta en todas sus etapas del desarrollo. Sus ovocitos son muy grandes y, a menudo, sirven para estudios de la división celular. Durante las fases larvarias se estudian sus sistemas olfativos y sensoriales. Y los científicos analizan los patrones de apareamiento de las moscas adultas, les seccionan el cerebro y los testículos y también se estudias sus complejos ojos.

Pero no os preocupéis. A pesar de la similitud genética entre moscas y humanos, la conversión de una especie a otra sigue siendo posible solamente en la imaginación de gente como Cronemberg.

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