Crisis climática: efectos de las temperaturas extremas en la salud de la población trabajadora

Investigadoras de centros del PRBB participaron en una mesa redonda sobre el impacto de las temperaturas extremas y el malestar térmico en la salud de las personas trabajadoras. Aquí nos cuentan sus estudios.

La crisis climática y el aumento de temperaturas afecta a la salud de las personas que trabajan al aire libre. Foto de Ricardo Gomez Angel en Unsplash

El 7 de septiembre pasado se llevó a cabo la reunión anual conjunta de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y la Sociedad Portuguesa de Epidemiología (APE) en Oporto. Durante esta reunión, varias investigadoras del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) participaron en una mesa redonda auspiciada por el grupo de trabajo de Salud Laboral de la SEE. El tema central de la discusión giró en torno al impacto de las temperaturas extremas y el malestar térmico en la salud de los trabajadores.  

Este artículo, escrito por las investigadoras que participaron en la mesa redonda, nos resume los principales estudios y conclusiones que discutieron en la conferencia.


Los impactos de la crisis climática en la salud de las personas son cada vez más notorios. En su informe de marzo pasado, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) nuevamente advirtió sobre las consecuencias catastróficas que la crisis climática tiene en la salud global. En España, se observan claramente los efectos de la crisis climática, con un aumento de las temperaturas, olas de calor cada vez más frecuentes, una disminución de las precipitaciones y una mayor frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos.  

En el entorno laboral, los efectos del cambio climático en la salud pueden adquirir una relevancia particular. Aquellas personas que trabajan al aire libre y se ven expuestas a condiciones climáticas extremas, ya sea calor o frío intenso, así como a la contaminación atmosférica, o las que lo hacen en espacios interiores no climatizados o mal climatizados, corren un mayor riesgo de sufrir enfermedades y problemas de salud relacionados con el clima. Este desafío emergente es de gran relevancia para la salud pública. Dentro de estos efectos, la exposición a temperaturas extremas representa un problema destacado, sobre todo en regiones como el Mediterráneo, caracterizadas por altas temperaturas en verano y una baja frecuencia de precipitaciones.  

Las personas que trabajan al aire libre o en lugares cerrados mal climatizados corren un mayor riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el clima.

Frío y bajas laborales  

Mireia Utzet (UPF)
Amaia Ayala García (UPF)

La investigación sobre los efectos del calor en la salud pública se ha enfocado principalmente en el análisis de eventos extremos, como la mortalidad y las hospitalizaciones, entre otros motivos porque son datos que se recogen de forma sistemática. Por ejemplo, en el ámbito de la salud laboral, se ha investigado ampliamente el impacto de las temperaturas extremas, tanto frío como calor, en las lesiones por accidente de trabajo o enfermedades renales. En cambio, su efecto sobre la incidencia de incapacidad temporal (bajas laborales), es desconocido.  

Mireia Utzet y Amaia Ayala García, investigadoras del Centro de Investigación en Salud Laboral (CiSAL-UPF/IMIM), presentaron en esta mesa un estudio recientemente publicado cuyo objetivo fue evaluar la asociación entre la temperatura diaria y los episodios de baja laboral en Barcelona. En este estudio encontraron un mayor número de bajas laborales, sobre todo por enfermedades del sistema respiratorio e infecciosas, en días fríos: a partir del segundo día desde el día en que se registró una temperatura baja, y hasta seis días después. En los días calurosos no se observó ninguna relación con el riesgo de baja laboral. Este efecto se observó especialmente en las mujeres y personas jóvenes, y en ocupaciones no manuales y del sector servicios. Los resultados apuntan a la necesidad de desarrollar planes de prevención específicos para situaciones de frío. 

Los espacios cerrados y posiblemente mal ventilados durante las épocas frías pueden ayudar a la propagación de enfermedades que acaban provocando una baja laboral.

Calor en las escuelas 

Mònica Ubalde (ISGlobal)

Las escuelas son espacios tanto de uso pedagógico como lugares de trabajo en los que la exposición a temperaturas elevadas y disconfort térmico es cada vez más frecuente, intensa y se da cada vez más pronto, al inicio de la primavera. Estos centros son los únicos edificios públicos no equipados ni adaptados para un óptimo confort térmico, dado que fueron construidos en una época en la que se suponía que estarían vacíos en verano, durante los meses de altas temperaturas. Además, los edificios suelen ser viejos y con deficiencias en el aislamiento. Sin embargo, niños, niñas y personal docente pasan una gran parte del día en las aulas y en los patios de las escuelas, de manera que el entorno escolar es crucial para garantizar su salud, bienestar y aprendizaje efectivo, así como las condiciones laborales del personal de los centros educativos.  

Mònica Ubalde, investigadora en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) participó en la mesa explicando un proyecto llevado a cabo en escuelas de primaria de Barcelona, donde han investigado la relación entre la percepción de la calidad ambiental interior y el confort térmico del personal docente con la calidad y productividad del trabajo, y los niveles de atención del alumnado. Los resultados de este estudio mostraron que, entre los docentes de primaria, la percepción de una mala calidad ambiental interior podría estar asociada con una menor productividad (reflejada en períodos prolongados de baja laboral) aunque no con la calidad del trabajo. Esta percepción también se asociaba con una peor capacidad de concentración y atención en el alumnado.

Es necesario adaptar las escuelas – lugares de trabajo del profesorado y donde crecen, juegan y aprenden las niñas y niños – con medidas efectivas y sostenibles para mitigar los efectos del cambio climático.

Calor y cáncer  

Michelle Turner (ISGlobal)

Los efectos en la salud provocados por las temperaturas extremas tienen un alcance diversoy en algunos casos todavía desconocido, como el impacto a largo plazo en enfermedades no transmisibles como el cáncer.  

La investigadora del ISGlobal Michelle Turner explicó su estudio, incluido en la tesis de su estudiante de doctorado, Alice Hinchliffe, en el que evaluaron las asociaciones entre la exposición al calor en el trabajo y el riesgo de cáncer de mama y colorrectal en mujeres en el estado español, así como el riesgo de cáncer de próstata en un análisis de tres estudios internacionales. También se evaluaron las posibles interacciones de la exposición al calor ocupacional con otros agentes químicos ocupacionales. Los resultados del estudio mostraron asociaciones entre la exposición ocupacional al calor y el riesgo de cáncer de mama femenino. En cambio, no se observaron asociaciones de cáncer colorrectal ni de próstata en el análisis conjunto de hombres y mujeres – per sí para el cáncer colorrectal entre las mujeres.

Conclusión   

La creciente evidencia acerca de los efectos de la crisis climática sobre la población trabajadora señala que se trata de una población altamente vulnerable a los efectos de la crisis climática. No obstante, la variedad tanto de exposiciones como del impacto que estas pueden tener sobre la salud, aún es desconocido. Es urgente implementar medidas de vigilancia que contemplen entre las exposiciones ocupacionales, aquellas provocadas por la crisis climática, como las temperaturas extremas. Esta evidencia es necesaria para el desarrollo de medidas preventivas que tengan en cuenta, en especial, a las personas trabajadoras en situación de vulnerabilidad, de manera que la crisis climática no suponga un nuevo eje de inequidad en salud. 

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