En ciencia hay muchas maneras de hacer investigación, y una de ellas se encarga de coger batas de laboratorio metafóricas y repartirlas entre la gente para conferirles la oportunidad de tener un papel activo en la creación de conocimiento.
Es lo que se denomina ciencia ciudadana, y un perfecto ejemplo de este tipo de investigación es CitieS-Health, un proyecto co-dirigido por el Instituto de Salud Global (ISGlobal) que quiere contar con la participación de la gente para hacer frente a uno de los principales problemas de salud de las grandes ciudades: la contaminación atmosférica.
El proyecto tiene como propósito estudiar la relación entre los niveles de contaminación del aire y la salud mental de las personas para ver cómo y cuánto nos puede llegar a afectar la polución en nuestra vida. Las personas interesadas pueden participar en diferentes niveles, desde los niveles 1 y 2, donde se analiza la salud mental y se hace una estimación de la contaminación, al nivel 3 donde se mide la contaminación real.
Para saber más hemos hablado con Raül Toran, responsable de la Unidad de Cultura Científica del ISGlobal, que nos ha explicado el proyecto completo y cómo podemos participar activamente.
Para alguien que no sepa qué es un proyecto de ciencia ciudadana, ¿cómo se lo explicarías?
La ciencia ciudadana quiere implicar a la ciudadanía en el proceso de creación de ciencia. El ciudadano o la ciudadana participa como si fuera un científico o científica en varias partes de la investigación o en todo el proceso: desde plantear la pregunta a trabajar, las hipótesis, el diseño experimental, la toma de datos, el análisis de los datos, la preparación de los artículos y la publicación y comunicación de los resultados.
¿En qué consiste CitieS-Health?
CitieS-Health tiene como objetivo situar las preocupaciones de los ciudadanos en el centro de la agenda de investigación en epidemiología ambiental, abordando los problemas de salud que los preocupan. Grupos de ciudadanos de cinco ciudades europeas diseñarán y realizarán experimentos para explorar cómo la contaminación de su entorno afecta su salud. El proyecto creará un conjunto de herramientas interactivas (Toolkit) con herramientas personalizadas y buenas prácticas para la replicación de los estudios en otras ubicaciones por parte de investigadores, personas y grupos ciudadanos.
«Grupos de ciudadanos de cinco ciudades europeas diseñarán y realizarán experimentos para explorar como la contaminación de su entorno afecta su salud»
¿Qué estrategias para incentivar la participación se han usado en CitieS-Health?
Hemos desarrollado varios mecanismos para que la ciudadanía participe en las diferentes partes del proyecto. De momento ya hemos hecho:
- Encuestas para que la población de Barcelona pudiera responder sobre qué cuestiones de contaminación y salud les preocupaba más.
- Encuentros con la ciudadanía para acabar de perfilar y decidir la pregunta final de investigación.
Además, sumamos esfuerzos con el proyecto «Los Vigilantes del Aire», coordinado por Ibercivis (Zaragoza), para repartir más de 1.000 plantas de fresas en Barcelona. El objetivo era hacer un mapa de contaminación colectivo, puesto que las hojas actuaban como «sensores de contaminación» al fijar las partículas. Por biomagnetismo se podía calcular la contaminación atmosférica, y se ha visto que el resultado obtenido por este mapa de participación ciudadana coincide con las medidas de las estaciones oficiales de medida de contaminación atmosférica.
¿Creéis que la participación puede estar sesgada en términos de edad, ya que la valoración de la salud mental se hará a través de una app?
En toda investigación hay una serie de limitaciones. Sí, al usar una app quizás dejas fuera a la gente que no tiene teléfonos móvil, o la gente mayor que no entiende o no sabe usar las apps o que no hablan castellano o catalán, puesto que la app no está en inglés u otros idiomas, por ejemplo. Está bien conocer las limitaciones para futuros planteamientos de tu investigación o para plantear otros proyectos pilotos y no dejar a nadie detrás. En otras fases del proyecto ha podido participar población de todas las edades – desde niños y niñas de primaria hasta gente mayor – y condiciones sociales.
¿Cuántas personas esperáis que participen?
En cada fase del proyecto ha participado diferente número de personas. El objetivo ideal es que participe cuánta más gente mejor, para disminuir errores. Cuántos más datos recoja la población, tendremos un mejor mapa de la situación. En el caso de la puesta en marcha del proyecto piloto de CitieS-Health Barcelona seria todo un éxito contar entre 200 y 300 participantes. Ahora hemos repartido casi 200 kits y esperamos podemos repartir hasta 300. La ciudadanía está respondiendo bien puesto que la contaminación atmosférica es una problemática que conoce muy bien y se está implicando al buscar soluciones.
«Cuántos más datos recoja la población, tendremos un mejor mapa de la situación»
¿Qué reciben los participantes al final del estudio?
Cada participante recibirá los resultados de los tests sobre su salud mental y su exposición a la contaminación. Nuestro proyecto pretende devolver los resultados a la población y que ésta haga presión a varios niveles porque se hagan cambios para mejorar la contaminación atmosférica y acústica en la ciudad de Barcelona y en las otras ciudades participantes. El proyecto también servirá para que otros centros de investigación o centros educativos usen la ciencia ciudadana a través de nuestro toolkit para desarrollar sus propios proyectos de ciencia ciudadana y resolver problemas como si fueran científicos.
Otros centros de investigación o educativos podrán usar nuestro toolkit para desarrollar sus propios proyectos de ciencia ciudadana y resolver problemas como si fueran científicos.
Y para acabar… Como si del minuto final de un debate político se tratara, ¿qué le dirías a la gente para incentivarla a participar en el proyecto de CitieS-Health?
La participación en CitieS-Health todavía está abierta. Si vives en Barcelona y te preocupa la contaminación del aire, tienes un kit ciudadano para participar en el proyecto. Totalmente gratuito. Durante una semana podrás medir la contaminación por NO2 (que es uno de los gases más perjudiciales para nuestra salud y que encontramos en la ciudad por la combustión de los vehículos) y, además, la relacionaremos con la salud mental (niveles de estrés, calidad del sueño y atención) a través de un cuestionario que podrás responder a través de una app. En el kit encontrarás todas las instrucciones y un pequeño regalo: semillas para hacerlas germinar y tener un pequeño jardín a casa.