Organizar los embriones: el trabajo de NKX1-2

Un estudio del CRG muestra que la proteína NKX1-2 tiene un papel crucial en la división celular, la diferenciación y la formación de órganos en el desarrollo embrionario.

Embriones con NKX1-2 destacada.

Uno de los retos ha sido detectar la proteína, puesto que se encuentra en muy pequeñas cantidades en los embriones. Imagen del artículo de Nakagwa et al (2024).

Cuando un embrión se desarrolla, aumenta su número de células, estas se especializan y tienen lugar multitud de otros procesos. Pero todo esto no ocurre al azar: es un proceso altamente regulado. De hecho, una de las encargadas de organizar todas estas etapas es la proteína NKX1-2, estudiada recientemente en una investigación del laboratorio de Pia Cosma en el Centro de Regulación Genómica (CRG) en colaboración con el Chan Zuckerberg Biohub New York.

NKX1-2 hace que todo ocurra en el momento adecuado, ya que organiza la célula para que produzca proteínas y para que ordene y distribuya los cromosomas correctamente en momentos específicos. Todo esto se ha observado en embriones de ratón, ya que los procesos de desarrollo temprano son muy similares entre este animal y los humanos. Lo que el equipo investigador ha podido observar es que cuando NKX1-2 no realiza su función, no se producen ribosomas, las partes de la célula encargadas de fabricar proteínas. Además, los embriones de entre 2 y 4 células con NKX1-2 inhibida dejan de crecer porque no distribuyen bien los cromosomas.

Cuando la maquinaria encargada de que las células se dividan y los cromosomas se separen funciona mal, hay problemas en el desarrollo embrionario, como cuando ocurre un aborto espontáneo. Es por eso que conocer más en detalle las proteínas que regulan estos procesos permitirá entender mejor qué sucede y qué se puede hacer al respecto.

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