Se sabe que la edad a la que se llega a la menopausia está influida tanto por factores genéticos como por factores de estilo de vida. Entre estos últimos, está el tabaquismo, la obesidad, la actividad física y el uso de anticonceptivos orales.
Ahora, investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y la Universidad de Bergen han añadido un factor más a la lista: la exposición a espacios verdes.
En un estudio de cerca de 2000 mujeres, de nueve países europeos, durante 20 años, el equipo investigador encontró que las mujeres que vivían más cerca de los espacios verdes llegaban a la menopausia, de media, 1,4 años más tarde que las menos expuestas a espacios naturales. Según Payam Dadvand, coordinador del estudio, un menor estrés y una mejor salud mental – ambos conocidos beneficios de los espacios verdes – podrían explicar este hallazgo.
¿Y por qué una menopausia tardía es buena? Entre otras cosas, llegar a la menopausia natural a mayor edad se ha asociado a la supervivencia general, la esperanza de vida y una mortalidad reducida. Así pues, ¿quién necesita más motivos para pasar tiempo en el parque?