Después de una espera de doce años – la ley de la ciencia de 2011 ya preveía su creación pero no llegó a llevarse a cabo – el pasado 1 de junio se constituyó el «Comité Español de Ética de la Investigación«, que tiene como objetivo velar por una investigación responsable. Este órgano consultor depende del “Consejo de Política Científica, Tecnológica y de Innovación”, en el que participan los consejeros territoriales y está presidido por la ministra de Ciencia e Innovación.
Hablamos con Jordi Camí, director del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB), que ha sido elegido presidente del Comité – con Núria Sebastián, profesora de la Universidad Pompeu Fabra, escogida como vicepresidenta.
Existe el Comité de Bioética de España y ahora se ha creado este nuevo comité, que tratará temas tanto de ética como de integridad en la investigación. Para empezar, ¿cuál es la diferencia entre bioética e integridad?
Mucha gente lo confunde, y obviamente, tienen relación, pero son conceptos muy distintos. El ámbito de la bioética trata de llegar a acuerdos frente a dilemas morales relacionados con temas asistenciales y de investigación biomédica. Ésta es la misión de los comités de bioética, como el ”Comité de Bioética de España”, que existe desde 2007.
La integridad científica trata del comportamiento de los científicos y científicas, de las buenas prácticas, de ser honestos y de no hacer trampas. La integridad persigue que se hagan bien las cosas aunque sea muy difícil. Este nuevo comité abarca todas las disciplinas, no sólo la biomedicina.
¿Cuál es la composición del Comité Español de Ética de la Investigación?
Somos 12 miembros, la mitad nombrados por las comunidades autónomas. Hay varios perfiles: investigadores e investigadoras en ciencias de la comunicación, tecnología de los alimentos, inteligencia artificial, derecho en salud, filosofía, medicina, biología… Hay una miembro de la Federación de Jóvenes Investigadores-Precarios, catedráticos de universidad, el director de un centro en Columbia en Estados Unidos, y también la actual Presidenta del “Comité de Bioética de España».
¿Y sus funciones?
Entre las funciones del comité se encuentran:
- Promover una cultura de buenas prácticas de investigación; esto incluye incentivar la formación en este ámbito, la creación de códigos de buenas prácticas, planes o de comités de integridad.
- Emitir informes y asesorar a organizaciones en temas de integridad
- Participar o emitir opiniones en conflictos entre organizaciones españolas, o entre una organización española y una extranjera
- Representar a España en organismos internacionales relacionados con la integridad científica.
¿Tiene ya algún encargo?
Por el momento estamos haciendo reuniones mensuales, estableciendo los mecanismos de funcionamiento. El mismo día de la constitución del comité, la Ministra nos encargó un par de dictámenes. Uno es sobre inteligencia artificial – que justo ahora se está elaborando una legislación europea, el AI Act. El otro es sobre el tema de las afiliaciones, a raíz del fraude de algunos investigadores afiliados a instituciones españolas, y otros de todo el mundo, que han aceptado pagos a cambio de poner como afiliación principal a una universidad saudí, ayudándola a mejorar su posición en los rankings universitarios.
“Para avanzar en temas de integridad, para que puedan pasar cosas, primero es necesario tener las estructuras adecuadas. Esto es un primer paso”
Jordi Camí, presidente del «Comité Español de Ética de la Investigación»
Tú estuviste involucrado en la creación del CIR-Cat (el Comité para la Integridad de la Investigación de Cataluña), que se constituyó en 2019, y que presidiste durante los dos primeros años. ¿Cuál es la relación entre ambos comités?
Podría decirse que uno es la versión catalana y la otra la española. Tanto los mandatos como las funciones son muy similares. Tres de los integrantes del CIR-Cat también somos miembros del nuevo Comité Español, así que, tener la experiencia de crear el CIR-Cat, ayudará mucho en esta nueva iniciativa.
Eres médico farmacólogo clínico de formación, pero tienes un largo currículum en temas de ética e integridad, en los que has estado siempre un paso por delante… Ya en 1991 fuiste vocal de la Comisión Asesora de Bioética de la Generalidad de Cataluña, y en 2004 vocal del «Comité de Bioética de España».
En 1999 creaste en la UPF un curso pionero, Science in action, que hoy sigue formando a estudiantes de doctorado en temas de integridad. Hace más de 20 años, cuando nadie hablaba de ello, promoviste la creación del Código de Buenas Prácticas que tenemos en el PRBB… ¿Qué te llevó a interesarte por estos temas?
La bioética siempre me ha interesado, desde el primer día. Podríamos decir que me viene de fábrica, porque los farmacólogos somos, ante todo ‘metodólogos’… la metodología está muy cercana a nuestra disciplina, dada la importancia de los ensayos clínicos en nuestro campo. De hecho, junto a otros colegas farmacólogos, participé en la redacción del primer real decreto sobre ensayos clínicos, y en la regulación de los primeros comités éticos de investigación clínica en Cataluña. Así, no es de extrañar que fuera el presidente del primer Comité Ético de Investigación Clínica del IMAS (ahora Hospital del Mar), donde estuve desde 1994 hasta 2000.
¿Y qué me dices de la magia, tu otra pasión?
¡De hecho, está muy relacionado! A mí me interesa mucho la manipulación del ser humano por el propio ser humano. La capacidad manipuladora de la magia no ha sido bien aprovechada en el mundo de la investigación en cognición. A mí me fascina la magia, el ilusionismo… ¡y la integridad de la investigación!
¡Gracias Jordi, y felicidades también por el nuevo nombramiento como Secretario Científico del Institut d’Estudis Catalans!