Los otros eucariotas

Los datos genéticos han cambiado nuestra visión de la diversidad eucariota; los organismos protistas, o unicelulares, ganan por goleada.

Nuclearia termophila comiendo una cianobacteria

Nuclearia termophila comiendo una cianobacteria. Imagen de microscopía óptica. 400x. De Multicellgenome lab.

Según el catalogo tradicional de especies, el 97% de los eucariotas –o, lo que es lo mismo, de los organismos celulares con un núcleo diferenciado- son pluricelulares, concretamente animales, plantas y hongos. El restante 3% son organismos unicelulares, conocidos con el nombre de protistas.

Ahora bien, si extrajésemos el ADN presente en el agua del mar y secuenciásemos el gen 18S ribosómico –omnipresente en las células eucariotas y usado habitualmente para identificarlas-, nos encontraríamos con una realidad totalmente opuesta. La genómica ha cambiado, por lo tanto, la visión que tradicionalmente se tenía de los eucariotas y ha puesto de manifiesto que el conocimiento que se tiene de ellos es parcial y sesgado.

 

Los otros eucariotes
Los datos genéticos han cambiado nuestra visión de la diversidad eucariota. Imagen de Maria Ferrer-Bonet.

 

La razón es bien sencilla. La investigación acostumbra a centrarse en los humanos y en aquello que nos afecta de alguna manera: las plantas y los hongos porque son comestibles o pueden hacernos enfermar, y algunos animales, como los perros, gatos o monos porque nos gustan; respecto a los organismos unicelulares, los que más se han estudiado son los parásitos en humanos. Por ello, en los protistas, esta biodiversidad es todavía una gran desconocida, lo que implica que pueda contener potenciales descubrimientos y aplicaciones que podrían cambiar radicalmente nuestra sociedad.

Gracias a la genómica podemos entender esta complejidad de los eucariotas y su historia evolutiva; entender esto tiene implicaciones directas en la investigación básica –saber con quién compartimos el planeta- y aplicada, porque puede tener aplicaciones en biotecnología o dar lugar a tratamientos para enfermedades. Avanzar en los estudios genómicos es, por lo tanto, clave para alcanzar el conocimiento sobre toda la diversidad eucariota. Porque, al fin y al cabo, ¿cómo podemos saber que es realmente un eucariota si la mayoría de especies están todavía por descubrir?

 

Este txto ha sido escrito por Àngels Codina-Relat y Maria Ferrer Bonet.

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