Ju Yeon Han o June (Yongin, Corea del Sur, 1994) es investigadora predoctoral del grupo de investigación en biología de sistemas multicelulares del Laboratorio Europeo de Biología Molecular – Barcelona (EMBL Barcelona). June estudia el desarrollo de las extremidades y la formación de dígitos con embriones de ratón. Junto a sus compañeros y compañeras, está intentando encontrar un modelo matemático para describir este proceso.
June descubrió su interés por la ciencia cuando tenía 11 años y se unió a un programa nacional para recibir clases de ciencias gratuitas los sábados por la tarde. Debido al predominio masculino en el campo, no tenía claro si quería ser científica ni si debía solicitar una plaza. Pero al cabo de un par de meses, ¡era obvio que le entusiasmaba la ciencia! “Allí tuvimos la oportunidad de utilizar un equipamiento científico de la universidad y todo estaba enfocado a que nos interesáramos por la ciencia. Sin competitividad”, explica.
June se unió a un programa nacional de clases de ciencias cuando tenía 11 años. Debido al predominio masculino en el campo, dudaba si apuntarse, pero al cabo de un par de meses, era obvio que le encantaba la ciencia.
Quince años después, June está fascinada intentando averiguar las reglas que dirigen la formación de los dígitos “porque todos vemos nuestros dedos todos los días y todavía no sabemos cómo funciona exactamente su proceso de creación. Si piensas en los resultados, siempre son los mismos. Incluso cuando el proceso falla, siempre falla igual; existen destinos equivocados específicos. Por tanto, tiene sentido intentar abordar este proceso desde la física o las matemáticas”.
Cuando empezó su doctorado, June sabía que quería hacer ciencia, pero no estaba segura de si quería quedarse en el mundo académico. Ahora que está a punto de terminar su doctorado, es el momento de decidir. Y está pensando en aplicar la inteligencia artificial y los modelos matemáticos para describir otros procesos biológicos. Aunque no tiene claro dónde ni cuál será el siguiente paso, añade que en Barcelona ha encontrado buenas oportunidades, ya que «la disponibilidad de tecnologías, laboratorios y recursos profesionales que hay aquí es sorprendente«.
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¿Cuál es tu campo de estudio?
Estoy investigando el mecanismo de cómo llegamos a tener cinco dedos de manos y pies. En Corea (de dónde soy) la primera pregunta de los padres del recién nacido es a menudo: “¿El bebé tiene todos los dedos de las manos y de los pies?”. Mi enfoque se centra en el aspecto de auto-organización del modelo de cinco dígitos.
Pensamos que las redes de moléculas y vías de señalización son las responsables de crear un sistema encargado de diseñar patrones periódicos para tener cinco dígitos. Los componentes de las redes cooperan para generar propiedades que no pueden entenderse mirando un gen o proteína específicos. Mi proyecto investiga hasta qué punto este mecanismo de autoorganización se encarga del modelado de dígitos.
¿Qué despertó tu interés por la ciencia y por tu campo específico?
Afortunadamente, viví el período renacentista de divulgación científica en Corea cuando era pequeña y, conocí una variedad de ideas como los fractales o la secuencia de Fibonacci relativamente temprano. De forma natural, estas experiencias me hicieron querer caracterizar el principio detrás de un fenómeno.
En secundaria, me orienté hacia la ingeniería de la biología, especialmente la biología sintética. Como estudiante de grado, tuve la suerte de representar al equipo de la Universidad de Oxford en el concurso iGEM (un concurso internacional de ingeniería genética). Allí diseñamos el ADN de E.Coli y creamos bacterias para descomponer biofilms. Y todo esto me ha llevado a la idea de que el conjunto es mejor que la suma de las partes.
Al final tenía claro que quería estudiar las propiedades emergentes, redes y ecuaciones de expresión de los principios en los sistemas biológicos. Y así fue cómo escogí mi proyecto de doctorado.
¿Qué tipo de estudiante eras?
De pequeña era más curiosa e introspectiva, y más tarde, durante la adolescencia, desarrollé un carácter más ambicioso y aventurero. Quería vivir en 3 o 4 países distintos antes de los 30 años; ahora ya voy por el cuarto, ¡pero quizás todavía puedo llegar al quinto si tengo suerte! Estudié mucho flauta, conjunto de música coreana, me encantaba la clase de literatura inglesa y coreana, participé en concursos internacionales de ensayo científico, torneos de física, etc. Me gustaba hacer cosas distintas y quería ser buena en todo.
¿Qué serías si no fueras científica?
Mi interés es bastante amplio, así que podría convertirme en cualquier cosa, desde una productora discográfica hasta emprendedora. Fuera cual fuese el camino que emprendiese, probablemente acabaría siendo escritora y propietaria de un pequeño bar en la azotea.
Si pudieras viajar en el tiempo y trabajar en ciencias pasadas o futuras, ¿cuál elegirías?
Claramente iría al pasado. ¡Entonces podría enseñar cómo sería la ciencia “futura”! Sería muy interesante ese cambio de escenario y trabajar en tecnologías para el futuro.
¿Qué idea preconcebida sobre el personal investigador crees que tiene cierta razón? ¿Y cuál es totalmente errónea?
Una verdad es que las personas que se dedican a la ciencia suelen ser escépticas. Veo a mucha gente en mi campo que es escéptica de manera respetuosa, generando discusiones fructíferas y orientadas a futuras investigaciones. Respecto a las ideas erróneas, es bastante obvio, pero no debemos esperar que toda la gente que se dedica a la ciencia sea igual. Poco a poco ganan visibilidad personas con aspectos, identidades y orígenes diversos. La gente que me rodea no son personajes del “Big Bang theory”, y yo tampoco lo soy. Creer que sólo un genio extraño puede ser un científico o científica real perjudica al futuro de la investigación: pone un obstáculo difícil de superar.
Poco a poco ganan visibilidad personas con aspectos, identidades y orígenes diversos. Creer que sólo un genio extraño puede ser un científico o científica real perjudica al futuro de la materia y pone un obstáculo difícil de superar.
¿Cuál es el mejor consejo que te han dado?
Pon siempre la salud y la felicidad por delante. Un consejo recurrente de mi madre. Con el tiempo he aprendido a cuidar estos dos aspectos, aunque requieren mucha más planificación, compromiso y confianza en mí misma de lo que me esperaba. Personalmente, centrarme en lo que me hace sentir bien y feliz me hace apreciar aún más cosas como algo de tiempo libre, la música y la buena gente.
¿Me puedes recomendar… un libro?
«Aha! Insight», de Martin Gardner
… ¿un grupo de música?
L’Impératrice, Peggy Gou, Audrey Nuna.
… ¿una película o documental?
La serie Planeta Tierra de la BBC.
… ¿un medio de comunicación digital?
La revista Quanta, ¡sin duda!
¡Muchas gracias por compartir tu experiencia, June!