Un proyecto conjunto entre el Hospital del Mar Research Institute, el Centro de Regulación Genómica (CRG) e IrsiCaixa ha sido seleccionado como semifinalista en la competición XPRIZE Healthspan, organizada por la Fundación XPRIZE de los Estados Unidos. El objetivo de esta competición, que durará 7 años y que tiene un presupuesto total de 101 millones de dólares, es encontrar una aproximación que reduzca el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con la edad y que permita incrementar la salud humana y la calidad de vida en el marco de una sociedad que cada vez es más longeva.
“No es tanto una cuestión de alargar la vida de las personas (cosa que indirectamente se puede conseguir con la propuesta que hacemos nosotros), sino de mejorar la calidad de vida en el envejecimiento”, explica Rafael de la Torre del HMRI e investigador principal del proyecto. “Y por eso se quiere estimular una investigación holística que busque retardar el envejecimiento muscular, cognitivo y del sistema inmune”, añade Mara Dierssen. La investigadora del CRG se enteró de esta competición mientras participaba en una reunión científica sobre envejecimiento saludable y enseguida se puso en contacto con de la Torre, con quien colabora habitualmente. Bonaventura Clotet, director de IrsiCaixa, se sumó a la iniciativa. Así surgió el proyecto VITA (Vitality through Integrative Therapeutics for Aging), una colaboración entre las tres instituciones.
Fármacos y cambios de estilo de vida: una combinación ganadora
Solo cuarenta de los más de 200 proyectos presentados desde todo el mundo han pasado a la semifinal; 4 son europeos y VITA es el único en el Estado español.

Su propuesta se basa en la combinación de una terapia farmacológica y una intervención multimodal en el estilo de vida.
La terapia farmacológica consiste en dos fármacos: la lamivudina, un inhibidor de la transcriptasa inversa (NRTI), y la epigalocatequina galato (EGCG), una molécula presente el te verde. “Sabemos que la lamivudina reduce el daño en el ADN y la neuroinflamación, y ya hemos demostrado que tiene efectos beneficiosos para la cognición en modelos de síndrome de Down, así como en un modelo de envejecimiento prematuro”, dice Dierssen. La EGCG actúa como un antioxidante y modulador epigenético, disminuyendo el estrés oxidativo y previniendo la agregación de proteínas tóxicas como tau y beta-amiloide, y también ha mostrado capacidad de mejora de la cognición en diversos colectivos. “Su combinación permite una intervención sinérgica, generando un efecto neuroprotector más importante que el que podrían conseguir los dos compuestos por separado. Ambos reducen vías inflamatorias y degenerativas, pero desde diferentes puntos de entrada”, resume Dierssen. Según la investigadora, los resultados que se están obteniendo con los dos compuestos de forma individual son muy esperanzadores, pero hacen falta estudios preclínicos para estudiar esta sinergia.
La intervención multimodal, por otra parte, consiste en introducir cambios en la dieta, la actividad física e intelectual de una forma estructurada, de manera que las personas adquieran hábitos de vida saludable. “Es parecido a lo que hemos hecho en el proyecto PENSA, donde hemos intentado frenar el deterioro cognitivo en estados previos a la aparición de demencia”, explica de la Torre.
Ahora, el equipo ha recibido 250.000 dólares para demostrar, en un año, la viabilidad de su propuesta para alargar la vida saludable de las personas. “Tenemos que generar datos preliminares adicionales que sustenten nuestro planteamiento y proponer un diseño para un ensayo clínico. Si sale escogido, la misma fundación XPRIZE financiará un estudio para establecer definitivamente cuál es la expectativa temporal de nuestra propuesta en cuanto a la mejora de la calidad de vida en el envejecimiento”, explica de la Torre.
Si su enfoque funciona, el equipo investigador cree que podría pasar a ser una aproximación para prevenir el deterioro patológico asociado al envejecimiento.




