Un equipo científico del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha realizado un estudio donde ha analizado la relación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el cáncer colorrectal.
El estudio, basado en los datos del seguimiento alimentario de 7.843 personas durante un año mediante cuestionarios validados, es el primero realizado en España con estas características, y ha concluido que un 10% más de ingesta de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas aumenta un 11% el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
Hemos hablado con Dora Romaguera, primera autora del estudio, para que nos explique cuál es el presente y el futuro de los alimentos ultraprocesados en nuestras vidas.
¿A qué os referís cuando habláis de alimentos ultraprocesados?
Los alimentos ultraprocesados tienen muy poco que ver con el alimento fresco al que se quieren parecer. Se incluyen la repostería industrial (incluyendo galletas), bebidas azucaradas, alimentos pre-cocinados, “fast-foods”, snacks, golosinas, algunas carnes procesadas, algunos lácteos como batidos, bebidas alcohólicas de alta graduación, etc. Los alimentos ultraprocesados comparten las siguientes características:
- Son formulaciones industriales (se producen en fábricas), con más de cinco ingredientes, de los cuales muchos son sustancias o aditivos que no encontramos en las cocinas: emulsionantes, colorantes, conservantes, etc.
- Tienen mucho azúcar, sal o grasa añadida.
- Tienen envoltorios también de origen industrial, son normalmente baratos, perdurables en el tiempo (fechas de caducidad lejanas) y muy palatables, casi adictivos.
- Son muy provechosos por la industria alimentaria, pero normalmente poco saludables.
¿Por qué hay que evitar consumir este tipo de alimentos? ¿Se puede contrarrestar su consumo con el de alimentos más sanos?
El problema de estos alimentos es que desplazan el consumo de alimentos sanos como las frutas y verduras. Hemos visto que parte del efecto nocivo de los ultraprocesados se debe precisamente a que se consumen menos alimentos sanos y se tiene una dieta de peor calidad nutricional. Pero esto no explica todo el efecto; el procesamiento per se también puede ser nocivo por la salud.
Por lo tanto, son dos dimensiones que se tienen que tener en cuenta a la hora de planificar una dieta sana: dieta saludable llena de alimentos naturales como frutas, verduras, frutos secos, legumbres, y a su vez, pobre en alimentos ultraprocesados.
Viendo los resultados del estudio, ¿qué acciones tendrían que implementar las autoridades para reducir el consumo de este tipo de alimentos?
Actualmente hay en marcha algunas medidas, como poner un impuesto sobre las bebidas azucaradas, un ejemplo de alimento ultraprocesado. Esta es una medida que puede funcionar y se ha visto que puede conducir a reducir el consumo de estos tipos de ultraprocesados. Pero a la vez los alimentos sanos, frescos y menos procesados se tendrían que promocionar más y tendrían que ser más accesibles para la población.
«Se ha visto que una dieta sana llena de alimentos frescos es en general más cara que una dieta llena de ultraprocesados.»
Por eso estaría bien que el impuesto sobre las bebidas azucaradas fuera finalista y el dinero recaudado se destinara a abaratar el coste de alimentos saludables, como las frutas y verduras.
En otros países, como Francia o Chile, los etiquetados incorporan clasificaciones de los alimentos… ¿Se prevé una acción similar en España? ¿Cuál es la validez del Nutriscore que han incorporado algunos supermercados?
El Nutriscore es un sistema de etiquetado frontal de alimentos que se ha aplicado ya en algunos países europeos, como por ejemplo Francia, y se prevé aplicar en España de forma obligatoria. Es un semáforo alimentario que incluye letras de colores para indicar si un alimento es más sano (color verde, letra A) o menos sano (color rojo, letra E). O mejor dicho, menos insano (A) o más insano (E).
Tiene en cuenta el contenido de los alimentos en sal, azúcar, grasa saturada, calorías, proteínas, fibra, así como aceite vegetal (oliva), fruta, verdura o legumbres. Es un sistema que ha sido desarrollado y validado por investigadores serios en estudios epidemiológicos muy importantes y sin conflicto de interés por parte de la industria. Dicho esto, el problema principal del Nutriscore es que solo se puede aplicar a productos industriales, que son mayoritariamente ultraprocesados, ya que por definición solo se puede calcular el Nutriscore a partir de la información nutricional que aparece a los envoltorios.
Por lo tanto, los alimentos frescos que son los que tendríamos que consumir más (fruta, verdura, pescado) nunca llevarán Nutriscore. Por otro lado clasifica no demasiado bien algunos alimentos que sí son saludables, como el aceite de oliva (se le otorga una letra C) y por eso se ha decidido excluir este alimento de llevar este etiquetado frontal en España.
«Los alimentos frescos, que son los que tendríamos que consumir más (fruta, verdura, pescado) nunca llevarán Nutriscore»
Por lo tanto se debe dejar claro a la población que los alimentos preferentes son aquellos que no llevan Nutriscore. Pero si tienen que consumir un alimento procesado, por ejemplo un yogur, el Nutriscore te permite comparar alimentos dentro de una misma categoría para elegir el menos insano.
En el estudio también se habla de tabaquismo… ¿Existe relación entre este hábito y el consumo de alimentos ultraprocesados?
En general los estilos de vida poco saludables tienden a agruparse en las mismas personas. Por lo tanto es posible que la gente que come más ultraprocesados, haga menos ejercicio físico o fume tabaco.
En nuestro estudio hemos visto que hay una interacción significativa entre el tabaquismo y el consumo de este tipo de alimentos y el riesgo de cáncer de mama. Se ha visto en algún estudio que estos dos estilos de vida pueden tener efectos sinergéticos perjudiciales por la salud. Pero nuestros resultados son muy exploratorios, hay muy poca evidencia y haría falta que se repliquen estos hallazgos.
Y hablando de tabaco, ¿crees que en algún momento llegaremos a tener medidas tan restrictivas contra los ultraprocesados (campañas, etiquetado, venta restringida, etc)?
Hace años se decidió que las medidas para intentar mejorar la dieta de la población tenían que involucrar a la industria alimentaria, al contrario de lo que se había hecho con la industria del tabaco.
Así, se pensó que se podría trabajar conjuntamente con la industria reformulando alimentos, limitando su publicidad en ciertos grupos poblacionales, etc. Pero a la larga se ha visto que esta estrategia no funciona, ya que los alimentos no han mejorado mucho y los problemas de nutrición a nivel poblacional continúan existiendo.
«Hace años se decidió involucrar a la industria alimentaria para trabajar conjuntamente, pero a la larga se ha visto que esta estrategia no funciona»
Por lo tanto ahora la estrategia es diferente, a pesar de que todavía no es tan restrictiva como con el tabaco. Aun así, ya se han impuesto algunos impuestos (bebidas azucaradas), y el etiquetado frontal para indicar si son más o menos sanos los alimentos.
Dora Romaguera, et al. Consumption of ultra-processed foods and drinks and colorectal, breast, and prostate càncer. Clinical Nutrition, March 2021.