Antes de todo esto, «solo» tenía que mantener a flote varias cosas: las prisas de buena mañana, el laboratorio, los estudiantes, las clases, las actividades extra-escolares, la casa, etc. Aprendes, te adaptas y, finalmente, consigues gestionarlo todo.
Pero, de golpe, un día todo se desmorona. Y tuvimos que adaptarnos a una nueva forma de vida, trabajando desde casa con niños. Muchos de nosotros, desde oficinas improvisadas en la mesa de la cocina.
De golpe, un día todo se desmorona. Y tuvimos que adaptarnos a una nueva forma de vida, trabajando desde casa con niños.
Trabajar en la cocina es complicado a la hora de concentrarme en lo que debo hacer. El privilegio de disponer de 2 o 3 horas para pensar y escribir un artículo es algo que parece imposible. Ser interrumpida cada 20 minutos; ayudar con los deberes a los niños, alguien tiene hambre y quiere un tentempié, los niños ahora se aburren, ahora pelean… Nunca se acaba.
El horario de mi marido no es flexible; tiene videollamadas a lo largo de todo el día. Así que el cuidado de los niños recae sobre mí. Con tres hijos, para cuando ya tengo organizado el trabajo escolar de una, después del otro, y de la otra, he vuelto al punto de partida casi sin darme cuenta, y tengo que volver a empezar de nuevo.
Al principio me machaqué mucho pensando «Tengo que escribir este artículo», lo cual, evidentemente, no sucedió. Pero el problema estaba en marcarme metas demasiado ambiciosas.
Durante estos meses, debemos llegar hasta donde sea posible, y eso es todo lo que podemos hacer. Ponerse objetivos irreales — «acabar la sección de resultados» en un día — solo nos lleva a frustración y a la sensación de no ser suficientes. No solo estás fallando a tu trabajo, sino a tus hijos, que también están en plena lucha emocional. Doble fracaso.
Cómo sobrevivir
Ponte metas alcanzables, céntrate en tareas más pequeñas: escribe este párrafo, describe la leyenda de esta figura, responde a todos los correos por la mañana. Estas pequeñas metas te ayudarán a sentir que hoy has conseguido tus propósitos, en vez de sentir desesperación.
Marcarse metas alcanzables ayuda a que la persona se sienta realizada y que ha conseguido los propósitos de ese día.
Date un respiro, no seas demasiado exigente. Las mujeres somos las que más sufrimos la auto-crítica, estamos llenas de dudas en el mejor de los casos, sintiendo que no somos suficientemente válidas. ¿Y qué si tus hijos no han acabado los deberes de la semana y la casa está hecha un desastre? Estás haciéndolo lo mejor que puedes. Habla con otras personas, pide consejos, ríete de tu situación con aquellos que la están sufriendo también. No estás sola.
Avanzando
Me preocupa realmente la situación de las mujeres en ciencia. Antes de la Covid-19, estábamos justo al principio de un posible cambio. Ahora siento que, si la mayoría de investigadoras están en mi misma situación, tendrán que luchar para poder acabar sus artículos y enviarlos para ser publicados. Mientras, nuestros compañeros van a poder sobresalir en cuanto a publicaciones durante estos meses, ya que el tiempo que no estén en el laboratorio van a poder dedicarlo a concentrarse en escribir en casa.
Me preocupa realmente la situación de las mujeres en ciencia. Antes de la Covid-19, estábamos justo en el principio de un posible cambio. Ahora siento que, la mayoría de investigadoras con familia tendrán que luchar para poder acabar y publicar sus artículos.
Pero quizás esta situación nos puede ayudar a centrarnos. De hecho, antes me sentía culpable al tener que llevar a cabo demasiadas colaboraciones, proyectos e ideas. Durante este tiempo, en el que esto no está siendo posible, me he obligado a centrarme en lo más importante, algo que había intentado anteriormente pero nunca había logrado.
Así que, quizás, de alguna manera, podemos encontrar el haz de luz en estos tiempos oscuros y volveremos al laboratorio más centradas y centrados en lo que realmente importa.
