Dormir mal altera la estructura cerebral, especialmente en mujeres

El proyecto ALFASleep aporta nuevas herramientas para entender los mecanismos que conectan el sueño y la neurodegeneración, abriendo la puerta a estrategias pre prevenir el Alzheimer.

La eficiencia del sueño se midió y relacionó con el grueso de diferentes zonas cerebrales. Imagen extraída del artículo científico.

Un estudio reciente del proyecto ALFASleep, liderado por el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, ha demostrado que un sueño de poca calidad y más fragmentado se asocia con cambios estructurales en zonas cerebrales vulnerables al Alzheimer, incluso en personas sin deterioro cognitivo e independientemente de la presencia de biomarcadores clásicos de Alzheimer. La investigación aporta nuevas evidencias sobre cómo los trastornos del sueño pueden afectar a la salud cerebral a través de vías diferentes de las alteraciones conocidas de la patología.

El estudio indica que monitorear y mejorar los patrones de descanso a mediana edad podría contribuir a proteger el cerebro a largo plazo.

La investigación se llevó a cabo con 171 adultos de la cohorte ALFA+, mayoritariamente con riesgo elevado de desarrollar Alzheimer. Mediante el uso de actígrafos, dispositivos que registran los patrones de sueño en el día a día, pruebas de resonancia magnética y análisis del líquido cefalorraquídeo, el equipo científico identificó que una peor eficiencia del sueño y una mayor fragmentación se asociaban con un menor grosor cortical en el lóbulo temporal medial y otras regiones sensibles a la enfermedad. Uno de los resultados más relevantes es que estos efectos eran más marcados en las mujeres, que, a pesar de dormir más tiempo de media, mostraban una relación más fuerte entre sueño interrumpido y alteraciones cerebrales.

Estos hallazgos refuerzan la importancia de considerar la calidad del sueño como un factor de riesgo modificable para el deterioro cognitivo, además de subrayar la necesidad de hacer investigación diferenciando por sexos, con el fin de evitar posibles sesgos.

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