Àlex Robert Moreno (EMBL Barcelona): “Nunca trabajo solo, siempre se necesita la colaboración de otras personas”

En la última entrevista de la serie Career Month, Àlex Robert Moreno (EMBL Barcelona) nos explica su rol dual como Facility Manager y Health and Safety Officer.

Àlex Robert Moreno Facility Manager Health and Safety Officer

Àlex en uno de los laboratorios del EMBL, delante de algunos de los equipos de los que se encarga

Àlex Robert Moreno se conoce el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) como la palma de su mano. Es lógico, ya que entró en 2007, un año después de que se construyera el edificio. Formado en biología y con un doctorado en el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), primero hizo un posdoc en el departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud de la Universitat Pompeu Fabra (actual MELIS-UPF), para después pasar al Centro de Regulación Genómica (CRG) como gestor de laboratorio. Con la creación del Laboratorio Europeo de Biología Molecular en Barcelona (EMBL Barcelona) en el año 2017, el grupo donde estaba se trasladó y le dio la oportunidad de gestionar toda la puesta en marcha del nuevo centro. Desde octubre de 2019, tiene un rol dual de gestor de instalaciones y de responsable de seguridad.

Para cerrar el Career Month de 2025, Àlex nos habla de su día a día en las dos vertientes complementarias de su trabajo.

¿En qué consiste tu trabajo?

Es un rol dual. Como Facility Manager me encargo de gestionar los espacios y la compra de equipos. Se trata de encontrar el equilibrio entre las necesidades del personal investigador y de los espacios en los que tienen que trabajar. Como Health and Safety Officer, trabajo en la prevención de riesgos laborales: identifico, controlo y evalúo los riesgos que puede haber en el desarrollo del trabajo. Entre otras cosas, me encargo de la evaluación de los proyectos a nivel de bioseguridad. Por las idiosincrasias del organismo intergubernamental que es el EMBL, en el caso de la Unidad de Barcelona, estos cargos van juntos, pero no es lo habitual. “Soy una rara avis”.

¿Cómo has llegado hasta aquí?

Después de acabar el posdoc, vi que no tenia la motivación ni las aptitudes de seguir la carrera para llegar a ser investigador principal. Entonces, entré en el grupo del doctor James Sharpe en el CRG como gestor de laboratorio (Lab Manager). Me encargaba de las compras, de los experimentos y daba apoyo a los investigadores posdoc y predoc del grupo. Cuando se creó el EMBL y a James le nombraron director de la sede de Barcelona, todo el grupo nos trasladamos. En ese momento, James necesitaba a alguien que se encargara de la compra de equipos científicos, de la coordinación con el PRBB y de que las obras funcionasen bien, así que supervisé las obras del laboratorio desde la visión del investigador. A medida que el centro se hacía más grande, me dio la oportunidad de pasar al cargo donde estoy ahora.

¿Cuántas personas forman tu equipo?

En la parte de Facility Manager, somos dos. Yo como Manager y Laura Siles, que también es bióloga, como asistente. En la vertiente de Health and Safety, estoy yo solo. Pero no trabajo solo, siempre estoy en comunicación con la jefa de Health and Safety de Heidelberg, la sede central del EMBL; con servicios generales del PRBB, con los otros Health and Safety Manager o con los responsables de prevención de los institutos que forman el parque…

Una única persona no puede hacer nada. Siempre se necesita la colaboración y la ayuda de otras personas, diferentes visiones.

¿Cómo es tu día a día?

Empiezo haciendo una ronda a los espacios para ver que no haya pasado nada durante la noche para que cuando la gente llegue al trabajo, se lo encuentren todo bien. Una vez la he hecho, me pongo con el ordenador. Tengo reuniones con el comité de prevención de riesgos laborales del PRBB, con los responsables de bioseguridad, con los compañeros de Heidelberg… Eso sí, es un trabajo que siempre se tiene que estar in situ. Teletrabajar poco o nada, porque es complicado gestionar las alarmas o cualquier incidencia que pueda pasar a distancia.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Que no es monótono. Cada día es un reto diferente. Un día estás trabajando en un protocolo de mejora de la seguridad para los trabajadores y el otro estás hablando con mantenimiento del edificio porque la temperatura de los espacios ha aumentado. Este trabajo no es de estar ocho horas delante del ordenador. Yo, por mi manera de ser, si tengo que coger una llave inglesa, la cojo y aprieto fuerte un par de tornillos. Me gusta porque así me levanto del ordenador.

Y, para ti, ¿cuáles son los retos a largo plazo?

Mi gran reto es que en el EMBL Barcelona se pueda seguir haciendo la ciencia de calidad y segura que se está haciendo ahora. ¡Hemos crecido de 20 a 90 trabajadores! Estoy orgulloso porque he estado involucrado en la creación de un nuevo instituto de investigación y he aportado mi granito de arena a nivel de protocolos, compra de equipos, supervisión de obras…

¿Cómo ves el futuro del tipo de trabajo que haces?

Todo el mundo está pensando en el impacto que puede tener la inteligencia artificial en sus puestos de trabajo. Pero, evaluar los riesgos, encontrar medidas para controlar el riesgo, tanto biológico como en el trabajo, no creo que ninguna inteligencia artificial lo pueda hacer por si sola; al menos, en el día de hoy. Por lo tanto, se seguirá necesitando a una persona para vigilar los equipos y los espacios y controlar los riesgos.

¿Qué le dirías a alguien que se está planteando trabajar en esto?

Como todo, es vocacional. Cuando la gente me agradece cualquier cosa que haya hecho o haberlos ayudado, me encuentro satisfecho. Necesitarán dedicación y esfuerzo, pero también ganas y estudios. Yo he hecho cursos de bioseguridad y en muchos de otros aspectos, pero no tengo una formación formal para el cargo.

«Mi formación en biología me ofrece los conocimientos para evaluar los riesgos y mirar los proyectos científicos desde el punto de vista de la bioseguridad, así como entender las necesidades del personal investigador»

De todas maneras, tú eres doctor. ¿Cómo te ha ayudado el hecho de hacer investigación y tener formación científica en el desarrollo de tu trabajo?

Pues de una manera primordial. Mi formación en biología me permite tener los conocimientos para poder evaluar los riesgos en nuestros espacios, así como los proyectos científicos que se llevan a cabo desde el punto de vista de la bioseguridad. Y gran parte de los equipos científicos que he comprado para los investigadores del EMBL son los mismos que he utilizado durante mi carrera científica. Finalmente, cuando se han tenido que hacer obras en nuestros espacios, como la sala de cultivos que construimos, yo no tenía conocimientos de ingeniería para su diseño técnico, pero sí que aporté al proyecto la visión del investigador, cuáles eran las necesidades que estos tendrían en el desarrollo de su trabajo. Por lo tanto, estuve en continua interacción con los ingenieros y los constructores. Y es que, al fin y al cabo, cuanto más interdisciplinario es un equipo, más probabilidades tiene de llegar al éxito.

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