Los ritmos de la vida: por qué las especies se desarrollan a diferentes velocidades

Un estudio reciente del EMBL Barcelona demuestra que, en contra de lo que se pensaba, el metabolismo por sí solo no puede explicar las diferencias en la velocidad de desarrollo entre las diferentes especies.

El desarrollo embrionario es un proceso rigurosamente cronometrado y sincronizado. Un nuevo estudio arroja luz sobre lo que controla su velocidad. Imagen de EMBL Barcelona.

El desarrollo embrionario es un proceso altamente sincronizado, pero su velocidad varía significativamente entre especies. Mientras que los humanos tardan alrededor de 60 días en desarrollar órganos después de la fertilización, los ratones completan el mismo proceso en solo 15 días. Una hipótesis de larga data en biología del desarrollo sugería que el metabolismo actúa como un regulador universal de este ritmo, influyendo en varios procesos biológicos.

Sin embargo, un estudio reciente dirigido por Miki Ebisuya, líder de grupo en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular de Barcelona (EMBL Barcelona) y ahora profesora de Física de la Vida en la Universidad Técnica de Dresde, desafía esta idea. La investigación de su equipo indica que ningún principio por sí solo, incluido el metabolismo, gobierna el tiempo de desarrollo en todas las especies. En cambio, el tempo es el resultado de la interacción de múltiples factores.

Al investigar el reloj de segmentación, un proceso molecular crucial para el desarrollo de los vertebrados, los investigadores examinaron cómo los cambios metabólicos afectan el tiempo de desarrollo. Utilizaron células iPS (células madre pluripotentes inducidas) humanas y de ratones, inhibieron diferentes procesos metabólicos (como la glucólisis) y observaron los efectos. Sus resultados sugieren que el metabolismo influye en mecanismos moleculares específicos, en lugar de servir como un regulador universal del desarrollo.

Por lo tanto, el estudio apoya una perspectiva novedosa: el ritmo del desarrollo embrionario está moldeado por una combinación de moduladores selectivos, limitados por factores evolutivos, en lugar de un único sistema de control metabólico general.

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