Tan solo son 45 minutos al día y una vez por semana, pero el tiempo parece pararse en la sesión de música en vivo, mientras se comparte la hora de la comida en la plaza interior del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB). Bajo el sol que anuncia el verano y la vista hacia el mar Mediterraneo, las sesiones del Musical Lunch Breaks se realizan los jueves de 13:30 a 14:15h entre mayo y junio brindando la oportunidad a que la comunidad del PRBB, en especial investigadores e investigadoras de los seis institutos que acoge el parque, presenten sus cualidades musicales en el idioma de su preferencia.
Detrás de la idea
“Me enamoré de esta plaza y dije: aquí hay que hacer algo”. Así fue como se inició el proyecto de Musical Lunch Breaks en el 2022, liderado por Gemma Antoja, quién hace tres años forma parte del equipo del PRBB como recepcionista de la planta principal, y a partir de julio de este año estará trabajando en la cuarta planta para el Centro de Regulación Genómica (CRG).
“Esto lo propuse más o menos en enero del año pasado, y queríamos hacerlo de junio a julio, pero por varios asuntos se retrasó tanto que hicimos el primer ciclo mucho tiempo después”, comenta. Gemma quería crear un espacio en el que las y los investigadores pudieran tener un tiempo de esparcimiento fuera de los laboratorios – como se ha hecho ya con otras actividades sociales en el parque. Su miedo principal era recibir una respuesta negativa por parte de los residentes, pues suelen estar muy ocupados, los horarios de descanso para todos no siempre coinciden, además de otras variables como el ruido o la poca participación. Sin embargo, resultó un miedo infundado.
“Queremos ofrecer una actividad para motivar un poco el momento de descanso. Aunque aquí todo es muy flexible y ¡la investigación no para nunca!”
Con un formulario para evaluar la aprobación y con el único requisito de que al menos uno de los integrantes del grupo sea residente actual del PRBB, el primer ciclo, que se llevó a cabo entre septiembre y octubre del 2022, fue todo un éxito. Tanto, que entre mayo y junio del año en curso se está llevando a cabo el segundo ciclo. “Creo que está gustando bastante el proyecto y mi idea es que se siga haciendo. A mi no me importaría participar de forma voluntaria, ya sea ayudar con los contactos o lo que sea”, afirma Gemma, pues próximamente dejará sus funciones para el Consorcio PRBB.
La música, más que un hobbie
«Todo ha sido bastante intuitivo”, comenta la organizadora, que lleva la música muy dentro. En efecto, a través de cursos, másters y enseñanza autodidacta, Gemma cambió su profesión inicial de diseñadora de interiores, por el mundo de la psicología y la administración de empresas – y añadió el baile y la música como pilares importantes en su vida laboral. De hecho, Gemma actualmente participa en cinco bandas de música (Rapport, Gem & the Taopaipais, Serendipity, Swingaling Family Band, Garlics) en las que dirige su enfoque a los ritmos de la herencia musical negra: jazz, soul, blues, swing, entre otros.
Como no podía ser de otra manera, Gemma estará presente el próximo 15 de junio en el segundo ciclo de Musical Lunch Breaks, junto a su banda Garlics. Un ciclo que acabará con conciertos de la orquesta y la coral del PRBB, el 23 y el 30 de junio, respectivamente.
Una semilla que apenas está germinando
“Estoy contenta de que a raíz de esta propuesta salgan nuevas iniciativas”, cuenta Gemma, para quién la propuesta de este espacio musical representa una semilla recién sembrada que solo el tiempo mostrará su crecimiento y sus frutos si se alimenta constantemente.
Un ejemplo de este sueño de Gemma es la banda Quindileone, liderada por el investigador Iván Milenkovic del CRG. Según cuenta Gemma, el grupo se formó específicamente para participar en el primer ciclo de Musical Lunch Breaks. Hasta la fecha siguen vigentes haciendo covers y música en italiano, serbio e inglés. Quindileone se presentó de nuevo el pasado 8 de junio en el segundo ciclo de Music Lunch Break.
Y es que la participación de los residentes del PRBB (tanto músicos como público) ha sido tan positiva que durante el primer ciclo se tuvo que hacer una preselección, y en este segundo varias bandas han querido repetir escenario. Con ritmos del Brasil o folk italiano, entre otras propuestas musicales como cantautores, marching bands y un sin número de idiomas y sonidos, Gemma considera que este segundo Musical Lunch Breaks no será el último, sino apenas el comienzo de una muestra artística con un toque de ciencia.