Microomics: secuenciación de última generación para analizar el microbioma

Microomics, la segunda spin-off del CRG, una empresa dedicada a análisis microbianos con tecnologías de secuenciación de última generación, ha recibido dos importantes ayudas. Repasamos con su CEO, Pedro González, la historia de esta joven start-up.

Microomics, la 2 spin-off del CRG, acaba de recibir dos importantes ayudas.

Microomics, la 2 spin-off del CRG localizada en el PRBB, acaba de recibir dos importantes ayudas.

Microomics, localizada en la 6ª planta del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB), es una start-up dedicada a análisis microbianos utilizando tecnologías de secuenciación de última generación.

Esta spin-off del Centro de Regulación Genómica (CRG) (la segunda del centro) e ICREA, que cuenta actualmente con 5 personas, está de enhorabuena: ha empezado el año con una de las ayudas Neotec del Ministerio de Industria, de 250.000€, y un contrato Torres Quevedo del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Hablamos con Pedro González, CEO de Microomics, sobre la evolución de la empresa desde sus inicios y lo que significan estas nuevas ayudas.

 

¿Cuándo y cómo se creó Microomics?

Microomics nación en Octubre de 2017, como una start up del CRG e ICREA. La iniciamos Toni Gabaldón y yo mismo, que en ese momento hacía un postdoc en su laboratorio en el CRG.

Cuando llegué a su laboratorio en Diciembre de 2016 me impliqué de lleno en “Saca la lengua”, un proyecto de ciencia ciudadana, muy aplicado, donde se analizó el microbioma oral de 1500 adolescentes. Con este proyecto se asentó el expertise del grupo en metagenómica. Esto coincidió con que, tan solo un mes después de mi llegada, surgió la posibilidad de presentarnos al concurso Science to Business que organizaba el departamento de transferencia tecnológica del CRG.

El premio, una ayuda económica de unos 25.000€, nos ayudó mucho para empezar todo el proceso de constitución de la empresa (protección de marca, plan de negocio, logo, marca, lanzamiento página web…), además del acompañamiento del departamento de transferencia tecnológica.

 

¿Cómo fue para ti el cambio de investigador a emprendedor?

Durante mi PhD yo ya había pensado en crear una empresa – aunque mi investigación era más básica que aplicada (¡soy ecólogo microbiano!), siempre me ha interesado el lado translacional de la ciencia, que el esfuerzo e inversión dedicado a mi formación revierta en la sociedad. Me fui volviendo más multidisciplinar, formándome en bioinformática, y luego en las distintas ómicas de ADN (genómica, transcriptómica, metagenómica). Éstas han ido poco a poco especializándose en diferentes nichos, las tecnologías se han abaratado… había una oportunidad de mercado y fue una transición natural. Eso sí, durante mi postdoc me formé también en la IE Business School de Madrid, porque el trabajo y la mentalidad en investigación y emprendedora son distintos. Como emprendedor sigues haciendo investigación básica pero además haces más innovación, estás en la punta del desarrollo de tecnología, es algo muy estimulante. Pero por otro lado la empresa debe ser sostenible, contar con un equipo multidisciplinar … ¡supone un gran reto, pero también un estímulo diario que me entusiasma, y esa es la visión que intento transmitir al resto del equipo. En este sentido estoy muy contento con los profesionales con los que comparto el día a día, aprendo mucho de ellos y me hacen mejor persona. Con cada compañero que se incorpora ganamos como equipo y retenemos talento en nuestro país.

 

Como emprendedor sigues haciendo investigación básica pero además haces más innovación, estás en la punta del desarrollo de tecnología, es algo muy estimulante.

 

¿Qué servicios ofrece Microomics?

Ahora mismo somos una empresa de servicio especializada en análisis microbianos con tecnología de secuenciación, siendo la metagenómica nuestro servicio estrella. Hemos adaptado la tecnología que ya usábamos en el laboratorio a diferentes nichos, dotando de capas de valor y expertise diferenciador según el tema al que se aplique. El principal es la biomedicina, y en ese sentido Microomics colabora con hospitales y grupos de investigación caracterizando el microbioma asociado a enfermedades, como cáncer,  obesidad infantil, enfermedad de Chron… y evaluando el efecto de tratamientos e intervenciones sobre el mismo.

Pero además de en la salud, tenemos proyectos en otras áreas como:

  • Agricultura y medioambiente, por ejemplo valorando la efectividad de biofertilizantes para la sustituir a fertilizantes químicos y contribuir a una agricultura sostenible.
  • Ganadería, por ejemplo evaluando la substitución de antibióticos en el ganado por el uso de probióticos (bacterias microencapsuladas que se abren en el intestino) o prebióticos (no contienen microorganismos pero favorecen el crecimiento de microorganismos beneficiosos e inhibe el de otros patogénicos).
  • Industria alimentaria, por ejemplo, estudiando las cadenas de procesado en alimentación, identificando puntos críticos en la cadena y evitando la intoxicación cruzada.

 

¿Quiénes son vuestros clientes?

Trabajamos tanto para el ámbito público (tenemos consorcios con todos los principales hospitales de Barcelona y con 14 universidades) como privado, y en una variedad de ámbitos, porque ¡el microbioma está en todas partes! Lo importante para nosotros es que llevamos la investigación aplicada a la calle, a problemas reales, acercando la ciencia a la ciudadanía. En ese sentido, tenemos un compromiso social con enfermedades que afectan a la población infantil y de avanzada edad, colaborando en estudios tan diversos como patologías pulmonares, enfermedades raras, obesidad infantil, etc.

 

Microomics es una empresa especializada en análisis microbianos con tecnología de secuenciación. Tienen proyectos en los ámbitos de salud, agricultura y medioambiente, ganadería, o alimentación.

 

¿Cómo ha evolucionado Microomics desde su creación?

Desde su creación, Microomics y su equipo han evolucionado constantemente. Alcanzamos la sostenibilidad al cuarto mes, y desde entonces hemos ido creciendo de manera progresiva, al principio ofrecíamos sólo servicio de bioinformática, pero ahora podemos hacer toda la cadena de valor de forma integral – desde conseguir la muestra y analizarla hasta hacer el análisis estadístico. Ese ha sido uno de los principales éxitos del año pasado: la consolidación de la parte molecular.

 

Háblanos de las dos ayudas que habéis recibido recientemente.

En noviembre pasado conseguimos un contrato Torres Quevedo, una beca postdoctoral industrial del ministerio de ciencia e innovación, con la que podemos pagar el 70% del salario de una persona dedicada exclusivamente a I+D durante 3 años. Nuria Escudero, quien consolidó el departamento de biología molecular, gracias a esta ayuda impulsará el área de I+D en ese departamento.

Y en diciembre nos dieron la ayuda Neotec, del ministerio de industria, cuyo objetivo es el apoyo a la creación y consolidación de nuevas empresas de base tecnológica en España. Son 250.000 euros (el 70% no reembolsable), la ayuda más grande que hay a nivel nacional para empresas de menos de 4 años de vida. Esta valora que el proyecto sea innovador, con un gasto fuerte en I+D, la solidez financiera de la empresa, la calidad científica y el potencial comercial.

 

¿Qué van a significar estas ayudas para Microomics?

Ahora mismo somos una empresa de servicios, pero nuestro objetivo es convertirnos en una plataforma biotecnológica de generación de producto dedicado a partir de NGS (next generation sequencing) para el análisis microbiano. Estamos invirtiendo en desarrollos tecnológicos, incorporando tecnologías y aproximaciones como Big Data. Este es el salto cualitativo que esperamos dar en los próximos años, y las ayudas Neotec y Torres Quevedo serán cruciales para evolucionar nuestra percepción de marca en esta dirección.

 

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