500 artículos y siete consejos para lidiar con el primero

Mark J Nieuwenhuijsen celebra la publicación de su artículo número 500. Quedamos con él para conocer su carrera científica y sus consejos para los jóvenes estudiantes de doctorado.

Después de publicar su artículo número 500, Mark Nieuwenhuijsen nos da siete consejos para aquellos que escriben el primer artículo de su carrera científica. Fuente: Unsplash

Después de publicar su artículo número 500, Mark Nieuwenhuijsen nos da siete consejos para aquellos que escriben el primer artículo de su carrera científica. Fuente: Unsplash

Mark J Nieuwenhuijsen es Profesor de Investigación, Director de la iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud y director del programa de Contaminación Atmosférica y Entorno Urbano en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Hace casi 30 años que Mark se dedica a la investigación en epidemiología y acaba de publicar su artículo numero 500 sobre muertes prematuras, polución, planificación urbana e inequidades ambientales.

Quedamos con Mark en la terraza del auditorio del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) para hablar de su carrera. Es un día soleado, el mar está en calma y la primavera está a la vuelta de la esquina. Mark lleva consigo una buena taza de té, y enseguida tengo claro que voy a pasar un buen rato.

En primer lugar, felicidades: ¡500 son muchos artículos!

¡Sí que lo son! Pero aún así, no soy la persona que ha publicado más artículos en mi institución. Jordi Sunyer y Manolis Kogevinas tienen más. ¡Aunque ellos son mayores! (ríe)

¡Entonces, aún tienes tiempo! Pero hablemos de cómo empezó todo. ¿Recuerdas cuál fue tu primer artículo?

Mi primer artículo… ¡de eso hace mucho tiempo! Fue parte de mi doctorado, sería alrededor del 1993. Estaba estudiando alergias y exposiciones a enfermedades profesionales y, en aquél momento, en Londres estudiaba un brote de una enfermedad pulmonar en un aserradero.

Y dejaste el estudio de enfermedades respiratorias para estudiar la planificación urbana. ¿Cómo fue este cambio?

Bueno, fue un poco más largo que como lo cuentas. Durante mi doctorado estudiaba higiene ocupacional y epidemiologia. Después, me fui unos años a California para hacer un postdoc en salud agrícola, y finalmente volví a Londres a hacer un lectorado en el Imperial College. Allí quería volver a estudiar cuestiones relacionadas con la ocupación pero no conseguí financiación para mi propuesta. Decidí escribir otra sobre contaminación del aire que financiaron enseguida. Así es cómo llegué a estudiar la contaminación atmosférica.

¡Así que gracias a aquél momento de mala surte encontraste el que ha acabado siendo tu tema de estudio!

Totalmente. Y, de hecho, me volvió a pasar al cabo de ocho o nueve años. Estaba haciendo un sabático aquí, en lo que antes era el CREAL, trabajando en subproductos de desinfección del agua potable y estudiando algo de contaminación del aire. En aquél momento no había demasiada financiación para estudiar los subproductos del agua y decidí dejarlo. Así que pedí una beca para estudiar el efecto de los espacios verdes en la salud. Me la dieron y enseguida empecé a estudiarlo.

¿Y cómo empezaste a estudiar el transporte y la planificación urbana?

Pues cuando estábamos estudiando el efecto de la exposición a los espacios verdes en la salud quisimos poner todas las variables en una especie de marco teórico. Y nos preguntamos ¿Qué elementos entran en juego? Porque no solo se trata de la contaminación del aire y los espacios verdes. Y al hacer este ejercicio llegamos a la planificación urbana y del transporte, el ruido, los efectos de las olas de calor, la actividad física… porque aplicamos una mirada holística y llevamos este estudio al campo de la epidemiología.

¡Pues ha sido un largo camino!

Sí, yendo paso a paso ¡y con algo de suerte! En este trabajo nunca sabes cómo irán las cosas, porque a menudo presentas una propuesta de investigación que no recibe financiación… Pero tengo un gran equipo y colaboraciones muy fructíferas dentro del ISGlobal y también con otros grupos de toda Europa.

Ya para acabar, Mark, tu que tienes una larga experiencia escribiendo artículos, ¿tienes algún consejo para aquellos que estén preparando su primer artículo?

¡Ostras! Creo que el primer artículo es el más difícil de escribir. Con el tiempo, cuando ya has escrito tres o cuatro le coges el ritmo. Sabes qué hacer, qué necesitas, pero recuerdo que me tuve que pelear con mi primer artículo. Lo escribí y lo entregué a mi supervisor… ¡y él lo reescribió de arriba abajo! (ríe). Yo creía que había hecho un buen trabajo, pero él lo cambió por completo. Fue un buen aprendizaje.

Para escribir un buen artículo, recomendaría:

  • intenta hacerlo lo mejor posible
  • intenta aprender al máximo de la gente que te rodea
  • no dudes en pedir ayuda
  • ten claros cuáles son los mensajes que quieres dar
  • ten 4-5 figuras o tablas con los resultados  
  • piensa bien un relato para hilar los resultados
  • ¡está orgulloso o orgullosa del trabajo que has hecho!

Sigue estos consejos y ¡acabarás con una buena historia! A la gente le encantan las historias, así que habrás hecho un buen trabajo.

Y lo más importante: hagas lo que hagas, ¡escríbelo en un artículo! Los artículos son importantes. Son la forma que tenemos de compartir los resultados de nuestras investigaciones con el resto de la comunidad científica. Por eso ¡es una lástima si tu trabajo no se acaba convirtiendo en un artículo!

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