El investigador del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y médico adjunto en el Servicio de Urgencias del Hospital del Mar, Max Hardy-Werbin, y el bioinformático del Servicio de Anatomía Patológica del mismo hospital, Joan Gibert, han liderado el diseño de una nueva herramienta de soporte para el diagnóstico de los pacientes con sospecha de infección por el coronavirus SARS-CoV-2. Esta herramienta, desarrollada gracias a la colaboración de diferentes áreas y servicios del Hospital del Mar y el IMIM, utiliza la Inteligencia Artificial para ayudar al personal médico a diagnosticar, a partir de radiografías del tórax, si el paciente es positivo por la COVID-19.
Para el desarrollo del proyecto se han usado más de 6.000 radiografías de tórax de pacientes del Hospital del Mar, con y sin COVID-19; todas ellas, informadas por los radiólogos. Gracias a la gran muestra de radiografías, el nivel de fiabilidad de la herramienta es de más o menos un 80%. Además, que esta nueva herramienta haya sido entrenada con muestras propias aumenta su adaptación a la realidad del Hospital del Mar.
«Se trata de una herramienta complementaria de soporte a la decisión de los profesionales clínicos, además del resto de elementos ya existentes, como el test de PCR, la sintomatología clínica y la propia imagen radiográfica, con la ventaja de su rapidez, de tan sólo segundos»
Joan Gibert
El proyecto se encuentra en fase de implementación, de modo que se está incorporando al sistema informático de todos los centros del Parc de Salut Mar; los profesionales sanitarios tienen acceso de forma rápida y sencilla. Tal y como dice Hardy-Werbin, «la puesta en marcha de esta nueva herramienta llega en un momento fundamental, con un incremento de casos no-COVID-19 a urgencias. Disponer de esta herramienta nos resultará muy útil para poder gestionar cada paciente y dirigirlo al circuito indicado para su patología».
El jefe del Servicio de Radiología del Hospital del Mar, Jose Maria Maiques, prevé que la herramienta, en el caso de los pacientes positivos, servirá también para desarrollar modelos con valor pronóstico de la enfermedad; por ejemplo, la necesidad de ventilación mecánica.