«Hay que despertar aspiraciones, no vocaciones, entre la juventud»

En la pasada sesión formativa de la iniciativa 100tífiques, la directora del CRECIM, Digna Couso, habló sobre la importancia de no descartar la ciencia demasiado pronto, así como las variables que influyen en las aspiraciones de la juventud dentro del ámbito científico-tecnológico.

Los y las alumnas pasan a tener un posicionamiento más sólido hacia el mundo científico-tecnológico una vez superan la etapa de los 10-14 años | Imagen de NeONBRAND en Unsplash.

Los y las alumnas pasan a tener un posicionamiento más sólido hacia el mundo científico-tecnológico una vez superan la etapa de los 10-14 años | Imagen de NeONBRAND en Unsplash.

«La palabra «vocación» asusta a los alumnos. Con 12, incluso con 16 años, no tienes nada claro qué querrás hacer en un futuro. Es la época de máxima duda. Yo desterraría la palabra vocación y les diría que despierten aspiraciones. Ayudémoslos a que no descarten la ciencia demasiado pronto, ya que puede ser una muy buena compañera de viaje, independientemente de a qué se acaben dedicando en un futuro. Saber ciencia les ayudará a ser más felices».

Así empezaba su ponencia la directora del Centro de Investigación para la Educación Científica y Matemática (CRECIM) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Digna Couso, en el encuentro 100tífiques.

El encuentro, que tuvo lugar en el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) el pasado 30 de enero, consistió en una sesión formativa para las más de 180 investigadoras que el Día Internacional de la Mujer y la Niña en Ciencia se movilizarían por 100 escuelas catalanas ofreciendo charlas divulgativas. En esta sesión se proporcionó a las investigadoras, las herramientas necesarias para llevar a cabo estas charlas.

La iniciativa 100tífiques, organizada por la Fundación Catalana para la Investigación y la Innovación (FCRI) y el Barcelona Institute of Science and Technology (BIST), que ya cuenta con dos ediciones, pretende no solo acercar la ciencia a los y las estudiantes, sino hacerlo con perspectiva de género y diversidad. La ciencia la hacen personas y estas personas son muy distintas entre ellas. Así pues, en el momento de impartir charlas y realizar otras acciones divulgativas, es necesario que esta diversidad esté bien representada, ya que es muy difícil aspirar a ser como aquellos por los que no nos sentimos representados ni identificados.

 

¿Por qué vamos, normalmente, a impartir una charla de ciencia a los y las alumnas?

Entre las varias preguntas que promovieron el debate a lo largo del encuentro, Couso planteó: ¿por qué vamos, normalmente, a impartir una charla de ciencia a los y las alumnas?

Por un lado, la directora del CRECIM destacó que, más que intentar mejorar la alfabetización científica de la juventud compartiendo conocimiento científico actualizado, lo que tendríamos que hacer es compartir con ellos conocimiento de ciencia adaptado a lo que pueden entender. No es tan importante que el conocimiento transmitido esté a la orden del día, sino que sea comprensible.

Por otro lado, Couso afirmaba la importancia de visibilizar diferentes salidas profesionales dentro del mundo de la ciencia, como lo puede ser el periodismo científico. No obstante, remarcó la necesidad de no obsesionarse con que todo el mundo llegue a dedicarse exclusivamente a la ciencia, pero sí que cualquiera pueda disfrutar de un documental científico, tener pensamiento crítico y diferenciar noticias reales de falsas gracias a su conocimiento en ciencia.

 

«El objetivo sería que cualquiera pudiera disfrutar de un documental científico, tener pensamiento crítico y diferenciar noticias reales de falsas gracias a su conocimiento en ciencia»

 

«El alumnado es un público crítico y exigente que no siempre se lleva la imagen que queremos transmitir», recalcó Couso. De hecho, cuando queremos transmitir esta imagen, existen dos ideas muy peligrosas que hay que evitar:

  • La cultura de la excelencia: ningún alumno o alumna de entre 10 y 14 años se considera excelente en ninguna materia, y menos en ciencia.
  • La cultura del sacrificio y el esfuerzo: hay que substituirla por la cultura de la profesionalidad.

 

“Los y las alumnas pasan a tener un posicionamiento más sólido hacia el mundo científico-tecnológico una vez superan la etapa de los 10-14 años”

 

El posicionamiento hacia el mundo científico-tecnológico, es decir, la manera en la que una persona piensa, siente, habla y actúa en relación a este ámbito, está conformado por distintas variables:

  • Intereses
  • Identidad
  • Capacidad
  • Aspiraciones
  • Percepción de capacidad

 

¿Qué nos dice la investigación sobre las variables que afectan al posicionamiento en el mundo científico-tecnológico?

Según el proyecto ASPIRES, la aspiración tiene más influencia que el interés y se forma antes de los 10 años, siendo muy estable en la etapa de los 10-14 años. Además, se confirma que quien aspira a ser científico es un perfil muy concreto de alumno: chico, de nivel sociocultural elevado, con buenas notas en ciencia y un familiar conectado al ámbito científico-tecnológico.

 

Comparació de les respostes de l'alumnat segons l'edat. | Gràfic obtingut de l'informe final del projecte ASPIRES.
Comparación de las respuestas del alumnado según la edad. | Gráfico obtenido del informe final del proyecto ASPIRES.

 

Por otro lado, y muy relacionado con las aspiraciones, los resultados del estudio PISA del 2015 nos dice que las chicas y los chicos en desventaja social tienen una percepción de la propia eficacia (autoeficacia) mucho más baja. Es decir, creen menos en las propias capacidades para ejecutar las acciones necesarias ante una determinada situación.

 

“La autoeficacia está muy relacionada con la eficacia: si tú no te crees capaz de hacer una cosa, difícilmente lo hagas”

 

El alumnado quiere saber qué motivó al investigador o investigadora a dedicarse a la ciencia

Couso finalizó su ponencia mostrando los aspectos por los cuales el alumnado muestra más interés cuando un científico o científica va a su escuela a impartir una charla divulgativa.

Después de preguntar a 84 alumnos y alumnas, se concluyó que los y las jóvenes quieren saber qué motivó al investigador o investigadora a dedicarse a la ciencia, y no muestran tanto interés por el contenido científico como tal. Este interés está muy relacionado con la variable de la identidad porque, como ya hemos mencionado anteriormente: nunca querremos aspirar a ser como aquellos por los que no nos sentimos representados ni identificados.

 

Sobre el autor/a
Elena Lapaz es graduada en Ciencias Biomédicas en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Su interés por la ciencia, combinado con su atracción por el arte de comunicar y la responsabilidad social, la llevaron a estudiar el máster en Comunicación Científica, Médica y Ambiental en la Universidad Pompeu Fabra (UPF).  

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