En los últimos años la conciencia de la población con el medio ambiente ha crecido exponencialmente, y los científicos no somos una excepción. Cada vez surgen más “green teams” formados por investigadores, estudiantes y personal de apoyo que se auto-organizan en un grupo para intentar reducir el impacto de la actividad científica sobre el medio ambiente.
El PRBB Sustainability Group surge con el objetivo de mejorar las prácticas científicas y el impacto del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) sobre el medio ambiente. Una de sus primeras iniciativas, que se ha llevado a cabo durante el mes de marzo, ha sido la donación de acumuladores de frío, que llegan por decenas cada día a nuestros laboratorios. Se trata de un residuo que es rutinariamente desechado, aunque totalmente reusable, y que con esta iniciativa gana una segunda vida.
«Me sorprendió que en una semana se recogiera tanta cantidad, y todavía más pensar que hasta ahora todo eso se tiraba»
Irene Higueras – Técnica de laboratorio, Universitat Pompeu Fabra
Este esfuerzo colaborativo de todos los institutos del PRBB para reducir residuos ha conseguido desviar, en aproximadamente un mes, 226 kilos de deshechos de los vertederos. El cálculo al año es fácil: sólo en acumuladores, en el PRBB se desechan por lo menos 2’7 toneladas. Irene Higueras, técnica en el grupo de Biología Sintética Translacional de la Universitat Pompeu Fabra, comenta: “Me sorprendió que en una semana se recogiera tanta cantidad, y todavía más pensar que hasta ahora todo eso se tiraba. Estoy convencida de que esta iniciativa ayudará a concienciarnos de todos los residuos que generamos en nuestro día a día como investigadores. Espero que con el tiempo nos sumemos todos”.
Esta iniciativa ha contado con la colaboración y el apoyo del PRBB, desde el departamento de comunicación hasta el de infraestructuras y logística, y evidencia la voluntad de promover el cambio y mejorar la situación medioambiental.
Un parche para un problema mayor
La idea de la donación surgió tras explorar maneras de evitar que este material vaya a los vertederos. En Barcelona, el Banc dels Aliments ha recibido antes donaciones de bloques de almacenamiento de frío del Parc Científic o del Hospital del Mar. De hecho, según comenta Ferrán, voluntario del Banc dels Aliments, la Generalitat firmó un convenio para la donación de los acumuladores de frío que llegaron junto con las vacunas contra el COVID-19 al Hospital del Mar. “Los usamos cuando preparamos el reparto de comida congelada, porque no disponemos de camiones con refrigeración”, dice Ferran.
La donación de estos bloques es una solución temporal. Ahora, el Banc dels Aliments tiene superávit de acumuladores y no podrá recoger más en una temporada. En el laboratorio se nos hace difícil ahora volver a tirar estos acumuladores, por lo que seguimos guardando los que llegan y nos hemos puesto manos a la obra para buscar otro organismo que pueda reusarlos. Pero el verdadero cambio vendrá cuando las empresas distribuidoras se hagan cargo de los residuos que producen.
Desde el PRBB Sustainability Group nos hemos puesto en contacto con empresas distribuidoras para proponerles la adopción de un programa de retorno. Algunas empresas ya lo practican con las cajas de porexpan. La idea ha tenido buena acogida en algunas empresas, y quizá en los próximos meses seamos testigos del cambio. Hasta entonces, seguiremos buscando soluciones.