El pasado 2 al 12 de diciembre tuvo lugar en Madrid la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), con más de 25.000 representantes de 200 países.
Durante infinidad de sesiones, los cabezas de gobierno de naciones de todo el mundo se reunían en la zona azul para cerrar los asuntos pendientes de la negociación del acuerdo de París 2015 y alcanzar acuerdos para combatir los efectos del cambio climático.
Mientras, en la zona verde – un espacio de la COP25 reservado a la sociedad – el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) protagonizaba una mesa redonda, elegida entre las más de 1.500 propuestas presentadas para participar en este espacio. El evento, fue moderado por Oriana Ramírez, coordinadora de Análisis de ISGlobal, y reunió ciencia, política y economía para hablar del concepto de salud planetaria, un equilibrio entre el bienestar del planeta y el de los seres humanos. Según la moderadora, hoy en día vivimos más años que nunca, y en mejores condiciones; pero por otro lado es una época de cambio climático, temperaturas extremas, pérdida de biodiversidad… La pregunta es, ¿Hemos mejorado nuestra salud a costa de los ecosistemas, que tienen un límite?
Planeta sano, gente sana
Josep Maria Antó, director científico de ISGlobal, abrió el debate llamando a la crisis climática una amenaza a la existencia, y explicando el concepto de salud planetaria. “Los últimos 3 años he intentado repetirme esta frase cada día: la salud humana y la del planeta deben ir de la mano”, explicó Antó. “No se trata tan sólo de la crisis climática, es una crisis planetaria, desde la contaminación por plástico a la extinción de las especies”. Según dijo, la evidencia científica muestra que estamos produciendo daños irreversibles, y que existen puntos críticos de no retorno. “Tenemos 10 años para cambiar el ritmo; en 2030 debemos haber reducido un 40% las emisiones a nivel global”, avisó el científico.
“Los últimos 3 años he intentado repetirme esta frase cada día: la salud humana y la del planeta deben ir de la mano”
Josep Maria Antó (ISGlobal)
Y hay cosas que se ya pueden hacer. Antó, pneumólogo, puso varios ejemplos de acciones que son buenas tanto como para nuestra salud como para la del planeta, como por ejemplo la erradicación del tabaquismo. “Éste no sólo es perjudicial para la salud (7 millones de muertes anuales). También es una práctica agrícola muy agresiva, una causa de desertificación en Ásia y África…La cantidad de CO2 que se emite en la producción y consumo del tabaco corresponde a la cantidad total de algunos paises!”. Otro ejemplo de acción doblemente positiva serían la soluciones para la ciudad basadas en la naturaleza – reducción del tráfico, más espacios verdes… “La implementación de lo que sabemos que funciona, no admite demora”, concluyó Antó.
Lo mismo sentenció Cristina Narbona, miembro de la Red Española de Desarrollo Sostenible y quien fue secretaria de estado de España hace 26 años: “Hoy día no podemos decir que no sabemos lo que pasa; tenemos suficiente conocimiento científico y soluciones tecnológicas. Lo que falta es la voluntad política. Es el momento de pasar a la acción”.
“Tenemos suficiente conocimiento científico y soluciones tecnológicas. Es el momento de pasar a la acción”
Cristina Narbona (Red Española de Desarrollo Sostenible)
Andrew Haines, profesor de la London School of Hygiene and Tropical Medicine, se unió al debate via skype desde Inglaterra (para no aumentar su huella ecológica con un vuelo extra), y Lela Mélon, Marie Curie Fellow en la Universitat Pompeu Fabra (UPF), añadió el punto de vista de las ciencias sociales y la visión económica.
Mientras, en la zona azul, la joven Greta Thunberg hablaba a los ministros en su discurso de cierre del pleno. En él, dirigía tanto a los governantes como a la sociedad, este mismo llamamiento a la acción.
Aquí podéis ver el vídeo completo de la mesa redonda.
