El 22 de marzo es el Día Mundial del Agua. Hablamos con Cristina Villanueva, jefa del Programa de Contaminación del Agua del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), sobre la relación entre los contaminantes del agua y la salud, su campo de estudio. Se centra especialmente en los subproductos de desinfección del agua, a los que se está más expuesto, ya que se encuentran en todas las aguas potables tratadas.
¿Qué son los subproductos de la desinfección que encontramos en el agua?
Son compuestos químicos que se generan cuando el desinfectante, normalmente el cloro, reacciona con la materia orgánica. La cloración ha sido un avance para la salud pública que nadie cuestiona. A pesar de esto, existen unos daños colaterales: se forman centenares de compuestos químicos no deseados. Algunos son volátiles y se pueden «inhalar, otros son permeables a la piel…
¿Qué sabemos de sus efectos?
Uno de los efectos más comúnmente asociados con la exposición durante muchos años a estos compuestos es el aumento del riesgo de cáncer de vejiga. Con otros cánceres, la evidencia no es tan clara. Un estudio que acabamos de publicar analizando 2.000 mujeres con cáncer de mama no mostró ninguna asociación entre la exposición a trihalometanos, los primeros subproductos descubiertos en los años setenta, y el riesgo de cáncer de mama.
¿Qué más hay en el agua que consumimos?
El agua se impregna de todo lo que hay en el ambiente por donde circula. Por ejemplo, en el agua de los ríos, que después se potabiliza, se han encontrado residuos de medicamentos, productos de cosmética, filtros solares, etc. Hay contaminantes regulados y también los denominados “emergentes”, que no se analizan.
«En el agua de los ríos, que después se potabiliza, se han encontrado residuos de medicamentos, productos de cosmética, filtros solares, etc.»
¿Qué agua debemos beber? ¿El agua del grifo filtrada es la mejor opción?
No puedo hacer recomendaciones porque no hay suficiente evidencia. Lo que es seguro es que el agua del grifo tiene que cumplir una normativa estricta. El agua embotellada cumple una regulación mucho más laxa, no se analizan ni de largo el número de compuestos químicos que se miran en el agua del grifo.
Sobre los filtros, en realidad sabemos muy poco: reducen algunos contaminantes, pero también podrían disminuir la exposición a compuestos que pueden ser positivos. Por ejemplo, el agua dura se ha asociado a la protección de la enfermedad cardiovascular. Por tanto, no sabemos si es tan bueno beber agua muy desmineralizada. Ahora bien, el agua embotellada genera una cantidad de residuos plásticos muy grande. Tenemos que preguntarnos si queremos contribuir a este grave impacto ambiental.
¿La botella de plástico tiene implicaciones para la salud?
Las investigaciones han demostrado que los componentes del plástico pueden migrar hacia el agua en condiciones extremas (calor, altas temperaturas, etc.). Pero hay muy poca evidencia de que esta contaminación tenga un impacto en la salud humana, así que no creo que sea motivo de preocupación.
¿El agua del grifo de Barcelona se puede consumir sin problema?
Desde el 2010, se ha mejorado mucho en relación con los subproductos de la desinfección. Las plantas de tratamiento han tenido que hacer unos cambios para cumplir la ley. Podemos decir que, en principio, tenemos un agua segura. La Agencia de Salud Pública de Barcelona hace seguimiento y la ciudadanía puede pedir que se analice el agua de su edificio si tienen tuberías de plomo, que se sabe que es neurotóxico.
La calidad del agua del grifo no es la misma en todos los sitios. ¿De qué depende?
Los principales determinantes de la calidad son las características del agua antes de ser tratada. El agua suministrada en el Área Metropolitana de Barcelona proviene principalmente de ríos y embalses, y su calidad varía de una fuente a otra. El agua del río Llobregat no es la misma que la del Ter. Cuanto mejor sea la calidad del agua en su fuente natural, mejor será la calidad del agua que saldrá del grifo.
Otro factor que influye en la calidad es el método usado para tratar el agua. En este aspecto, hay diferencias considerables entre ciudades. Por ejemplo, en Madrid y el norte de España hay mucho más agua disponible y su calidad es mejor. En Catalunya, donde el clima es seco, no tenemos tanta agua y tenemos que reutilizarla más.
En Madrid y el norte de España hay mucho más agua disponible y su calidad es mejor. En Catalunya, donde el clima es seco, no tenemos tanta agua y tenemos que reutilizarla más.
También estás estudiando otro compuesto: el nitrato. ¿Podrías explicar un poco más sobre este?
Las principales fuentes de nitrato que encontramos en el agua son los fertilizantes usados en la agricultura. El agua de la lluvia hace que caigan a las aguas subterráneas y a los ríos. El nitrato también se asocia con la ganadería intensiva ya que está presente en los residuos de los animales que a menudo contaminan las aguas subterráneas. El uso doméstico es otra fuente de nitrato, bastante menos importante por eso. El nitrógeno también es un elemento que encontramos en la naturaleza. Lo que ha pasado es que hemos alterado el ciclo natural del nitrógeno.
¿Y qué sabemos de las posibles consecuencias del nitrato en la salud humana?
El nitrato por sí solo no es un problema, pero las bacterias de nuestra boca lo reducen a nitrito. Uno de los problemas más detectados es una enfermedad llamada metahemoglobinemia o síndrome del bebé azul: el nitrito interfiere con la capacidad de la sangre de transportar oxígeno, provocando asfixia. Esta enfermedad se ha visto sobre todo en niños alimentados a base de leche de fórmula hecha con agua que contiene elevados niveles de nitrato. La ingesta de nitrato también genera nitrosaminas, que han demostrado causar cáncer en experimentos en el laboratorio.
La legislación que regula el agua potable asegura que esta no alcanza niveles tan elevados, pero la cuestión es si la exposición a niveles más bajos a lo largo de nuestra vida puede acabar provocando cáncer. Esta es una pregunta sobre la que los investigadores siguen trabajando.
Para acabar, una pregunta personal. ¿Qué tipo de agua bebes?
En casa, bebo agua del grifo filtrada.