Como la asociación indirecta de estímulos condiciona la toma de decisiones

El grupo de Arnau Busquets (Hospital del Mar Research Institute) muestra que la amígdala controla el proceso de asociación entre estímulos.

Amígdala

Marcadores fluorescentes permiten identificar las regiones del cerebro activadas cuando se exponen los ratones a asociaciones entre estímulos. Fotografía cedida por el Hospital del Mar Research Institute

Un estudio del grupo de Arnau Busquets (Hospital del Mar Research Institute) y conducido principalmente por el estudiante de doctorado José Antonio González Parra da nuevas pistas sobre como el cerebro toma decisiones a partir de asociaciones indirectas entre diferentes estímulos.

La asociación indirecta se da cuando una cadena de dos o tres estímulos dispara una respuesta, al revés que la asociación directa en la que un solo estímulo la activa. Así como la segunda está ampliamente estudiada, siendo el experimento de Pavlov el caso más conocido, la primera está ampliamente aceptada pero poco analizada experimentalmente.

En este estudio, llevado a cabo en ratones, se les hizo asociar estímulos olfativos y gustativos. El olor del plátano lo asociaban con el sabor dulce, mientras que el olor de la almendra con el salado. Luego, se les sometió a un estímulo negativo que estaba también asociado con el plátano. Desde ese momento, rechazaban el sabor dulce porque lo relacionaban con el estímulo negativo.

El equipo, a través de técnicas de imagen, identificó la amígdala como la principal región que se activa cuando se asocian los estímulos olfativos y gustativos, así como otras zonas del córtex cerebral que interactuaban en otras etapas del proceso. Además, para comprobar el papel de la amígdala, se inhibió su actividad con vectores virales y se vio que los ratones no creaban la asociación entre el olor y el sabor.

La amígdala es una zona cerebral que participa en el desarrollo de algunos trastornos mentales como el estrés postraumático y que se asocia con el miedo y la ansiedad, entre otras cosas.

“Alteraciones en estas asociaciones indirectas son la base de diferentes patologías mentales», dice Busquets. «Aunque el estudio es en ratones, entender los circuitos cerebrales de estos procesos cognitivos complejos nos puede servir para intentar diseñar aproximaciones terapéuticas en humanos».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *