Bailar para ser mejores investigadores

A diferencia de lo que podría creerse, el proceso científico precisa de una gran creatividad. El programa Intervals del PRBB ha impulsado el taller «Dance your Science», dirigido a investigadoras e investigadores, para ayudar-les a explorar formas alternativas de reflexionar sobre su investigación.

Las y los participantes de la primera edición del taller "Dance your Science - Kinaesthesics for cognitive agility", organizado por el programa Intervals del PRBB.

Las y los participantes de la primera edición del taller "Dance your Science - Kinaesthesics for cognitive agility", organizado por el programa Intervals del PRBB.

En ciencia, tras un resultado exitoso se esconden muchos intentos previos. A menudo, el personal investigador debe repetir un mismo experimento varias veces, ajustando la metodología usada, hasta dar con el resultado adecuado. Este es el motivo por el cual los individuos de la comunidad científica han de ser perseverantes y optimistas, así como creativos y abiertos a explorar nuevos caminos. Es muy importante, pues, que además de mantenerse actualizados con las nuevas tecnologías y el conocimiento científico más reciente, el personal científico también se esfuerce en reflexionar desde perspectivas distintas. De hecho, existen varias maneras de alimentar el pensamiento creativo, y muchas de ellas están relacionadas con experiencias artísticas, como por ejemplo dibujar, tocar un instrumento o bailar.

Con este objetivo en mente, el pasado mes de mayo el programa Intervals del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) organizó la primera edición del taller Dance your Science – Kinaesthesics for cognitive agility, dirigido a científicas y científicos con ganas de explorar maneras de razonar y comunicarse diferentes a las convencionales. El coreógrafo y actor Leo Zunda fue quien impartió este taller. De hecho, Zunda ya cuenta con experiencia trabajando con científicos, pues fue el coreógrafo de los dos equipos que compitieron en el concurso Dance your Science, dentro del marco del 10 aniversario del programa Intervals.

Un total de nueve individuos, entre personal investigador y técnicos de laboratorio de los diferentes centros del PRBB, aceptaron el reto de aprender a comunicar su investigación a través de la música y el movimiento.

 

El taller iba dirigido a personal científico con ganas de explorar maneras de razonar y comunicarse diferentes a las convencionales.

 

La primera parte del taller se basó en expresar ideas y emociones. A través de ejercicios de mímica, los participantes se dieron cuenta de la importancia del lenguaje corporal en el momento de enviar un mensaje, y también de cómo las expresiones faciales han de ser coherentes con las ideas y sentimientos que queremos transmitir.

Zunda introdujo el concepto del storytelling a través de una actividad donde los participantes tenían que explicar una historia a través de gestos, principalmente. Fue un ejercicio divertido y práctico para aprender a extraer los puntos clave de un mensaje, así como practicar cómo enlazar ideas de un modo al cual el personal investigador en general no está demasiado acostumbrado: con movimiento.

En este punto del taller, los participantes ya estaban preparados para pasar de las historias a los conceptos científicos que son, en principio, más complejos y difíciles de conceptualizar. Para ello, se convirtieron en moléculas, ordenadores, maquinaria de laboratorio, mosquitos… ¡Y se movieron al ritmo de la música!

 

Los participantes aceptaron el reto de aprender a comunicar su investigación a través de la música y el movimiento.

 

En primer lugar, los participantes representaron cómo distintos métodos de aprendizaje se pueden aplicar al descubrimiento de fármacos. Después continuaron con otros conceptos científicos, relacionados con el campo de la epidemiología: la aplicación de modelos climáticos urbanos para estudiar la relación entre temperatura y mortalidad en diferentes distritos de Barcelona, así como el uso de previsiones para condiciones climáticas extremas, tales como sequías o inundaciones, para ayudar a predecir el riesgo de brotes de enfermedades infecciosas.

Finalmente, los comentarios fueron excelentes. Todos los participantes reconocieron que el taller no solo les resultó muy útil para despertar su creatividad, sino que también les proporcionó herramientas para conectar con el público, así como para ser más claros y esquemáticos a la hora de transmitir conceptos científicos complejos a individuos no expertos. Y además, ¡lo pasaron muy bien!

Podéis escuchar las opiniones de algunos de los y las participantes en este vídeo (en inglés).

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