Ariadna Montero-Blay es una joven investigadora que ha acabado hace poto su postdoctorado en el grupo de investigación de Diseños de Sistemas Biológicos del Centro de Regulación Genómica (CRG), y que ahora dará un giro a su carrera científica fundando una spin-off.
Desde pequeña, y hasta que empezó a estudiar en la universidad, Ariadna fue nadadora profesional. Y aunque le hubiera gustado ser deportista de élite, “conseguir financiación para serlo es muy difícil en nuestro país si no te dedicas al fútbol”, comenta. Aún y así, le gusta mucho el deporte y sigue practicándolo en sus horas libres fuera del laboratorio.
Aterrizó en el CRG en un “momento muy dulce”, justo cuando el equipo de Luis Serrano hacía poco que había acabado de caracterizar por completo la bacteria Mycoplasma. Esto que le permitió desarrollar su tesis doctoral entorno al uso del organismo para el tratamiento de enfermedades pulmonares. Y todo el trabajo hecho durante su tesis y los años posteriores le han servido para establecer una spin-off.
La nueva empresa apostará por la ingeniería de citoquinas, proteínas esenciales en la respuesta inmunitaria. “La selección natural no ha hecho que estas moléculas sean muy potentes, sino más bien dinámicas, de manera que puedan desplegar su potencial hasta cierto punto y después retornar al estado inactivo y así poder controlar la respuesta inmune. Nuestra plataforma tecnológica nos permitirá diseñar moléculas más potentes que podrían ser útiles como nuevas dianas terapéuticas”, comenta Ariadna.
“Los problemas complejos se deben afrontar desde diferentes puntos de vista y hay mucha gente que contribuye de manera indirecta en la ciencia” Ariadna Montero, CRG
Siempre le ha gustado la idea de ayudar a los demás y considera que tanto con la investigación como con el emprendimiento , y la libertad creativa que ambos le ofrecen, puede hacerlo. Y además de todo el equipo que hay detrás de la nueva empresa (personal con diversos perfiles: investigador, bioinformático, biotecnólogo, asesor, etc.), Ariadna ha tenido la oportunidad de formarse en negocios, cosa que le ha parecido muy enriquecedora.
“Cambiar el sistema es complicado y aún nos queda un largo camino”
Es bien sabido que a veces la carrera científica se interpone con la vida personal de los investigadores e investigadoras. Cuando Ariadna empezó su carrera, le costaba mucho encontrar el equilibrio entre vida personal y científica, pero el tiempo y la experiencia le han permitido disfrutar más de su tiempo libre. Así mismo, tiene las ideas muy claras: aunque cada vez los centros implementan más políticas contra las desigualdades de género, hay quedan muchas por resolver, sobre todo en las escalas más altas.
Te animamos a conocerla un poco más, ¡sigue leyendo!
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¿Una científica nace o se hace?
La curiosidad, el hambre de saber y el conocimiento, en mi caso, se han fomentado desde bien pequeña. En casa y en el colegio. En el momento de elegir, estuve dudando entre medicina o biotecnología y cualquiera de las dos ramas me continúa interesando mucho, por eso actualmente trato de aportar mi grano de arena desde la ciencia a necesidades no cubiertas por la medicina.
¿Cuál es tu campo de estudio?
La biología sintética, una rama de la ciencia que hace ingeniería de sistemas biológicos para explorar soluciones que no existen en la naturaleza. En nuestro caso en particular, hacemos ingeniería de moléculas que orquestan la respuesta inmune para que sean más potentes, menos tóxicas y con menos efectos secundarios.
¿Qué despertó tu interés por la ciencia y por tu campo específico?
La tecnología ha permitido a la medicina y la ciencia progresar de manera increíble en los últimos 25 años. Cuando yo nací no se había secuenciado nunca ningún organismo completamente y hoy es el día a día de un laboratorio. También estos progresos han fomentado que la medicina sea cada vez más personalizada para cada paciente. En nuestro caso particular, se ha puesto a punto la tecnología y la manera de diseñar moléculas que, con la geometría correcta y las modificaciones concretas, pueden evolucionar hacia formas más optimizadas que la naturaleza aún no ha explorado.
Siempre me ha fascinado la complejidad del sistema inmune, y poder focalizarme en explorar cómo estas moléculas mejoradas pueden intervenir en enfermedades inmunes es, a la vez, un reto y una oportunidad de aprender cosas nuevas cada día.
¿Qué tipo de estudiante eras de pequeña?
El talento no es nada sin el trabajo. Siempre he sido muy despierta, pero con mucha disciplina diaria.
¿Qué serías si no fueras científica?
Médica, sin lugar a dudas.
Si pudieras viajar en el tiempo y trabajar en ciencias pasadas o futuras, ¿cuál elegirías?
Me gustaría viajar al futuro y poder ver con orgullo como con un trabajo conjunto y global podemos progresar a lugares inimaginables hoy en día.
¿Cómo te describirían tus compañeros y compañeras?
Hay una palabra que todo el mundo usa para describirme: determinada. Me reconozco así, siempre me gusta ponerme metas y luchar y trabajar al máximo para conseguirlas.
¿Qué te gustaría añadir a la frase “finalmente se ha conseguido…”?
“… gracias al trabajo de un equipo increíble y a todo el conocimiento producido hasta entonces que ha permitido asentar las bases para poder conseguirlo”.
¿Qué idea preconcebida sobre el personal investigador crees que tiene cierta verdad? ¿Y cuál es totalmente errónea?
Los científicos y científicas somos personas normales, sin extravagancias. Es un ambiente interdisciplinar, donde se necesita curiosidad, trabajo y disciplina y se puede llegar desde muchas ramas (física, matemáticas, biología, tecnología de los alimentos, biomedicina, medicina, ingenierías…). Definitivamente no estamos todo el día haciendo experimentos con la bata blanca tal y como mucha gente imagina que hacemos los científicos.
¿Cuál ha sido tu mejor fracaso?
La primera aplicación para hacer el doctorado en Inglaterra no se me adjudicó. Aquel momento me disgusté mucho, pero ahora estoy muy contenta; no estaba suficientemente madura en aquel momento y después han llegado oportunidades inmejorables que me han hecho llegar donde estoy hoy en día.
¿Cuál es el mejor consejo que te han dado?
Para ser productivo en ciencia, se tiene que tener vida fuera del laboratorio.
¿Puedes compartir una cita o un chiste científico?
«Science never solves a problem without creating ten more» (La ciencia nunca resuelve un problema sin crear otros diez más).
¿Quién es tu científico o científica preferida?
Me gustaría dar visibilidad a la científica Katie Bouman. Con 30 años, esta mujer había liderado el equipo que ha desarrollado los algoritmos que se han usado en la primera visualización de un agujero negro en 2019, un hito sin precedentes. Mujer joven, líder en el campo del ‘machine learning’ y de la computación en uno de los centros de referencia mundial, el California Institute of Technology, unos campos tradicionalmente dominados por hombres. Sin duda una referente a seguir por todas nosotras.
Me puedes recomendar… ¿un libro?
La elegancia del erizo.
… ¿una canción?
All the work – Amber Mark
… ¿un o una artista?
Fuel Fandango.
… ¿una película?
Hidden Figures (2016).
… ¿una cuenta de Twitter a la que seguir?
… ¿un medio de comunicación digital?
El podcast «Lonely Pipette«.
¡Muchas gracias Ariadna y mucha suerte en esta nueva aventura!