Anticuerpos contra el SARS-Cov-2 detectados tres meses después de pasar la infección

Según un estudio liderado por el ISGlobal realizado en personal sanitario, las IgG podrían mantener niveles elevados tras varios meses post-infección.

Conocer la duración de los anticuerpos y la protección que ofrecen, una de las prioridades sanitarias del momento. Imagen de United Nations en Unsplash

El Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha liderado un estudio que ha analizado la presencia de anticuerpos contra la COVID-19 en más de 550 trabajadores sanitarios a lo largo de varios meses. Los resultados muestran que, aunque los anticuerpos de tipo IgA e IgM decaen rápidamente con el paso del tiempo, los de tipo IgG se mantendrían hasta pasados, como mínimo, tres meses.

Los diferentes tipos de anticuerpos o inmunoglobulinas (Ig), que tienen la función común de proteger nuestro organismo frente a la entrada de patógenos, presentan tiempos y zonas de actuación diversos:

  • IgA: propias de las mucosas, como la nariz.
  • IgM: son los primeros anticuerpos que se generan en una infección.
  • IgG: más específicos que las IgM, son más abundantes y brindan una mejor protección.

“Nuestros resultados confirman que los anticuerpos IgM e IgA decaen rápidamente en el primer mes o dos tras la infección, lo cual debe tomarse en cuenta a la hora de realizar estudios de seroprevalencia o interpretar resultados serológicos”
Gemma Moncunill, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.

Con estos resultados, la intención del equipo investigador es continuar con el seguimiento del personal sanitario para poder extraer más conclusiones acerca de la duración de los anticuerpos y de la protección que brindan contra el SARS-CoV-2.

El estudio se ha realizado con una técnica desarrollada por el equipo de Carlota Dobaño, también de ISGlobal. El ensayo que han publicado mide simultáneamente los tres tipos de anticuerpos y permite detectarlos a más bajas concentraciones.

“Además de ayudarnos a estimar mejor la inmunidad frente al SARS-CoV-2 en la población, estos ensayos serán muy útiles para evaluar marcadores de protección en ensayos clínicos de vacunas contra la COVID-19”, concluye la investigadora.

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