Las relaciones interpersonales son difíciles. Ya sea en el ámbito personal o profesional, requieren encontrar un equilibrio entre los intereses, necesidades y expectativas de ambas partes.
La relación entre un estudiante de doctorado y su supervisor no es diferente y, en muchos aspectos, puede ser especialmente difícil. Puede ser corta, unos 3 años, pero es muy intensa y puede ayudar (o no) a sentar las bases para la futura carrera del estudiante. Presupone una cierta independencia por parte de los y las estudiantes de doctorado, que al mismo tiempo todavía están aprendiendo y necesitan un poco de orientación. Y con la salud mental convirtiéndose en una preocupación creciente en la academia, en particular entre los estudiantes de doctorado, hay mucho en juego.
Además de ser crucial desde el punto de vista del bienestar personal de ambas partes, la dinámica de la relación doctorante-supervisor puede tener un efecto importante en la manera en que se hace ciencia e incluso en la integridad de la investigación.
Por ello, el pasado 25 de febrero, el grupo de trabajo de Buenas Prácticas Científicas (GSP, por sus siglas en inglés) del PRBB organizó un evento titulado «Conversaciones colaborativas: acuerdo para la supervisión de doctorado«. Este taller tenía como objetivo reunir a las diferentes partes interesadas para elaborar un posible «acuerdo» entre estudiantes de doctorado y supervisores que pudiera ayudar a alinear las expectativas al comienzo del doctorado – y a lo largo del mismo.
Un tercer evento para mejorar la cultura de la investigación
Este evento fue una continuación del taller «Retos y consejos sobre una buena supervisión» que el grupo GSP organizó hace un año (febrero de 2024). A su vez, aquel había sido una continuación del «café culture» organizado en julio de 2023, para debatir sobre los principales retos del entorno académico.
En el acto sobre supervisión del año pasado, se evidenció que muchos desacuerdos tienden a provenir de un desajuste de las expectativas de los estudiantes de doctorado con las de sus supervisores, los investigadores o investigadoras principales o jefes del grupo de investigación. Y que es, por tanto, importante gestionar estas expectativas y alinearlas desde el principio, así como revisarlas durante todo el doctorado. Esta constatación fue el pistoletazo de salida del evento de este año.
Cerca de 30 personas participaron en el acto, que tuvo lugar en el PRBB (sala de seminarios Ramón y Cajal) de 14 a 16 horas.
Comenzó con Xavier Basagaña, investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y miembro del grupo GSP del PRBB que dirigió el taller, presentando el evento y las actividades previas organizadas por el grupo para promover conversaciones colaborativas.
Jual Valcárcel, del Centro de Regulación Genómica (CRG), ofreció una visión general de lo que los diferentes centros del PRBB tienen en marcha en cuanto a mecanismos destinados a facilitar el debate entre supervisores y estudiantes. También se compartieron algunos recursos de interés, como:
- Una lista de requisitos para doctorandos, para una investigación con integridad, del proyecto EU Bridge
- Una lista de requisitos para supervisores, para una investigación con integridad, del proyecto EU Bridge
- Una herramienta para alinear las expectativas entre doctorandos y directores de tesis del ISGlobal
- Un ejemplo de una Filosofía del laboratorio del laboratorio dirigido por Rosa Fernández en el Instituto de Biología Evolutiva (IBE: CSIC-UPF)
Los participantes se dividieron en 5 grupos mixtos, todos ellos al menos con un supervisor o supervisora y varios estudiantes, y se les pidió que discutieran cuáles eran los puntos principales que deberían incluirse en un documento o una discusión para alinear expectativas.
En la segunda parte del evento, se pusieron en común las ideas. A partir de ellas, se sugirieron los siguientes puntos como posible esqueleto de un «acuerdo de supervisión de doctorado».
Acuerdo para la supervisión de doctorado
- Aclarar desde el principio qué es un doctorado, tanto para el investigador principal como para el doctorando; discutir las motivaciones del estudiante y las expectativas de ambas partes. Entender cuáles son los requisitos para un doctorado y tener descripciones claras de funciones y especificaciones de tareas.
- Acordar un compromiso mínimo, entendiendo y considerando los intereses de ambas partes; decidir un conjunto de mínimos a alcanzar durante el doctorado (publicaciones, conferencias u otros). Asegurar que el o la supervisora comparta su plan para el doctorando y cualquier plan alternativo.
- Acordar un lenguaje y unos estándares de comunicación: frecuencia de reuniones, formato de los informes (un resumen de puntos clave, o un informe en profundidad de 3 páginas?), libreta de laboratorio, resultados… o incluso condiciones personales como el bienestar o enfermedades. En esencia, qué espera el investigador principal que el estudiante comunique y cómo.
- Descubrir qué estilo de supervisor / doctorante tiene cada uno (microgestor, independiente; quiere más libertad, o quiere que le digan qué tiene que hacer…). Encontrar un compromiso entre ambos estilos, teniendo en cuenta que el o la supervisora debería ser más capaz de adaptarse al doctorante que al revés.
- Valorar regularmente las oportunidades de desarrollo profesional, no sólo los resultados del proyecto (publicaciones), sino también la formación, el trabajo en equipo, la asistencia a conferencias, etc. Acordar el concepto de formación: qué habilidades son importantes y cómo hay que aprenderlas (por ejemplo, aprender a programar a través de un curso o aprender por experiencia)
- Asegurar que los estudiantes de doctorado sepan dónde obtener ayuda externa, asesoramiento, apoyo a la salud mental, etc. Pensar también en la posibilidad de tener una persona extra que pueda ser un soporte constante durante todo el doctorado (para los casos en que el o la supervisora no está disponible). Consultar las opciones de mediadores o un programa de mentoría en caso de que sea necesario.
- Hacer reuniones periódicas de seguimiento y evaluación del doctorado (no sólo de la parte científica, sino de motivación, tasa de satisfacción, etc.) así como una revisión anual o bianual de este acuerdo de expectativas. Al principio no os conocéis. Acordar un marco es bueno para sentar unas bases, pero podéis modificarlo y adaptarlo a medida que os conocéis más.
- Garantizar conversaciones abiertas y un espacio seguro
- Organizar las reuniones conjuntamente
- Incluir también feedback del estudiante hacia el supervisor o supervisora
- Valorar si el doctorado será un proyecto «individual» o muy colaborativo; si es así, establecer reglas para asignar responsabilidades y reconocer el trabajo de cada uno. Discutir la posibilidad de proyectos paralelos; controlar y priorizar el número de proyectos del doctorado (entre el supervisor y el estudiante).
- Acordar horarios, calendario y lugares de trabajo. Una discusión clara de las expectativas sobre el horario de trabajo (horas, fines de semana), las vacaciones anuales (duración, distribución) y la organización del trabajo (por ejemplo, correo electrónico / slack / comunicación en las redes sociales después del horario laboral) puede ayudar a evitar malentendidos en el futuro.
- Definir cómo gestionar cualquier conflicto interno o de equipo.
- Establecer reglas claras para la autoría.
- Definir juntos un formato específico para el mantenimiento de los registros del trabajo (libretas de laboratorio, etc) y la organización de los datos y asegurarse de que el supervisor o supervisora los compruebe (seguir las normas a nivel institucional si procede, pero cada supervisor debe además comprobar regularmente y explicar a los estudiantes qué pueden o no pueden hacer con los datos, imágenes, etc.).
Se mencionaron otras cosas, como la importancia del reconocimiento. Proporcionar comentarios positivos regulares cuando los estudiantes están haciendo un buen trabajo, reconociendo lo que han hecho y conseguido, puede ayudarles a generar confianza. O cómo de difíciles pueden ser algunas conversaciones. Por ejemplo, si el doctorando está decepcionado con el investigador principal o el investigador principal con el doctorando, ¿cómo decirlo de una manera sensible y respetuosa? No hay una respuesta fácil, pero los participantes estuvieron de acuerdo en que, como la decepción es algo a lo que se suele llegar por acumulación, si hay conversaciones regulares y honestas, llegar a la etapa de «decepción» puede ser evitable. Si no lo es, un mediador puede ayudar antes de que las cosas se hagan demasiado grandes o problemáticas.
La comunicación clara y abierta es clave: si hay conversaciones regulares y honestas, llegar a la etapa de «decepción» puede ser evitable.
El evento fue valorado positivamente, con un 4 sobre 5, y los participantes sugirieron algunos comentarios para futuros eventos similares. Está claro que estas conversaciones deben continuar a todos los niveles, y esperamos que este evento contribuya a inspirar a todas las partes a seguir trabajando para mejorar las relaciones, teniendo en cuenta los intereses, las necesidades y las expectativas de todas las personas implicadas.
