Un estudio en el que han participado investigadores e investigadoras del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), en colaboración con la UIC Barcelona y el Instituto Catalán de Oncología, ha concluido que el humo residual del tabaco que permanece en el ambiente y las superficies interiores podría ser igual de perjudicial para la salud que la inhalación directa del humo de una persona fumando cerca.
A esta conclusión han llegado tras observar que los niveles de cotinina, una sustancia que genera nuestro cuerpo al estar en contacto con la nicotina, de personas expuestas a humo residual y personas expuestas a humo de segunda mano no presentaban diferencias significativas.
«La exposición al humo residual del tabaco podría ser un riesgo para la salud comparable a la exposición al humo de segunda mano, que ha sido calificado como cancerígeno de tipo I”
Cristina Lidón-Moyano, autora principal del estudio, UIC.
El estudio, pionero en el uso de biomarcadores para cuantificar la exposición al humo residual, ha contribuido así a la lucha contra el tabaco y ha puesto de manifiesto la necesidad de campañas informativas sobre los efectos perjudiciales del humo residual para nuestra salud.
Cristina Lidón-Moyano, Marcela Fu, Raúl Pérez-Ortuño, Montse Ballbè, Esteve Garcia, Juan Carlos Martín-Sánchez, José A Pascual, Esteve Fernández, Jose M Martínez-Sánchez. Third-hand exposure at homes: Assessment using salivary cotinine. Environ Res 2020.