El curso 2021-2022, la Universidad Pompeu Fabra renovará su grado de Medicina, en colaboración con el Hospital del Mar, dejando pues de ser como hasta ahora una titulación conjunta con la UAB. A partir del próximo curso, los y las futuros médicos y médicas recibirán una formación con una mayor vertiente clínica y con una clara orientación hacia la medicina basada en la investigación biomédica, gracias al entorno biosanitario único en el que se encuentra, formado por el Campus Universitari Mar, el Hospital del Mar y el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB).
El nuevo grado “será una excelente oportunidad para combinar los perfiles docentes asistenciales y de investigación dentro del ámbito de las Ciencias de la Salud. Debe ser el referente de los futuros médicos y médicas de nuestro país”, afirma David Comas, director del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud, Universidad Pompeu Fabra (DCEXS-UPF).
La colaboración entre la UPF y el Hospital del Mar, en el contexto del PRBB, será una oportunidad para combinar los perfiles docentes, asistenciales y de investigación en ciencias de la salud.
Los nuevos estudios estarán adaptados a los cambios que está experimentando la medicina, con nuevas técnicas diagnósticas y terapias innovadoras. También serán innovadoras las metodologías docentes que se utilizarán, centradas en el estudiante y con un fuerte enfoque en el trabajo en equipo y otras habilidades no-cognitivas, para formar profesionales integrales desde el punto de vista humanístico.
En este sentido, el Grupo de Investigación Educativa en Ciencias de la Salud de la UPF (GRECS) está trabajando en el desarrollo de materiales con realidad virtual para abordar la violencia machista en los grados en ciencias de la salud – entre ellos el nuevo grado de medicina, pero también los de enfermería, fisioterapia, terapia ocupacional, y ciclos formativos de grado superior en integración social
Los objetivos son capacitar a los y las estudiantes para identificar situaciones de violencia machista con una mirada interseccional y sensible a diferentes tipos de violencias (física, psicológica, económica, sexual). Utilizar realidad virtual será clave, ya que «el aprendizaje inmersivo refuerza el carácter vivencial de la experiencia y fomenta la empatía permitiendo vivir diferentes situaciones desde diferentes puntos de vista», explica la coordinadora del proyecto, Mar Carrió.