Proteínas G, esquizofrenia y potenciales nuevos fármacos

Estudiar el funcionamiento de potenciales nuevos fármacos sobre las proteínas G abre las puertas hacia nuevos medicamentos personalizados que eviten los efectos secundarios de los tratamientos actuales de la esquizofrenia.

Modelo de proteína

Un estudio del Hospital del Mar Research Institute da pie a desarrollar nuevos fármacos personalizados a través de la interacción con distintas proteínas G. Imagen extraída del artículo de Kossatz et al. (2024).

La esquizofrenia a menudo es tratada con fármacos que actúan sobre unos receptores concretos del cerebro, los de serotonina tipo 2A. El fármaco encaja en estos receptores y desencadena una serie de reacciones. Pero estas no inciden en los síntomas de forma selectiva, de manera que a menudo causan efectos secundarios y los pacientes abandonan la medicación 

Es por ello que el Instituto de Investigación del Hospital del Mar ha encabezado un estudio internacional donde investigaron unas proteínas del cerebro para encontrar fármacos personalizados y que respondan mejor a la enfermedad. La investigación se basó en analizar y simular cómo actuarían fármacos aún no probados en humanos a escala molecular. De ahí salieron cuatro posibles sustancias que, al estudiarlas en células, causaron diferentes respuestas a través de diferentes tipos de proteínas G (un tipo de moléculas que desempeñan un papel vital en la modulación de las respuestas celulares en la esquizofrenia). En particular, un tipo de proteína G estaba implicado en los síntomas psicóticos, mientras que el otro estaba relacionado con los déficits cognitivos.

«Es la primera vez que se identifican dianas terapéuticas prometedoras para desarrollar fármacos que actúen y beneficien a un determinado perfil de paciente con esquizofrenia»

Patricia Robledo, autora principal del artículo

El estudio, que empezó en el PRBB con simulaciones informáticas (en el laboratorio dirigido por Jana Selent) y con modelos de ratón (con Patricia Robledo), continuó en el Grupo de Neuropsicofarmacología de la Universidad del País Vasco UPV/EHU y en el grupo CIBER de Salud Mental (CIBERSAM), donde evaluaron la afectación de las proteínas G con los fármacos en tejido humano. Lo que observaron fue que algunos compuestos inhiben la unión entre receptor y proteínas G. Esto supone un tratamiento potencial para cuadros psicóticos, como también se ha podido ver en ratones. 

Patricia Robledo y Jana Selent, autoras principales del estudio e investigadoras en el Hospital del Mar Research Institute.

Estos nuevos fármacos potenciales resultan clave para conocer en profundidad el funcionamiento de las proteínas G en pacientes con esquizofrenia y para poder desarrollar nuevos medicamentos personalizados en un futuro. 

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