El oro es símbolo de lujo y riqueza. Es el metal más maleable, brillante y también es muy conductor y muy resistente a la corrosión. Estas propiedades hacen que el oro sea tan especial y tenga muchos usos concretos.
Cada mañana, el edificio del PRBB (Parque de Investigación Biomédica de Barcelona) se baña de oro estos días. Como si la propia naturaleza nos informara del valor añadido que tiene el edificio por todos los avances científicos que se generan dentro. No es de oro, ni se trabaja con oro, pero los conocimientos e investigaciones tienen tanto o más valor que el oro. Se investiga cómo salvar vidas y cómo funciona nuestro cuerpo, se descubren nuevas formas de afrontar el cáncer y otras enfermedades, etc. Y todo ello hace que se mantenga siempre viva la ciencia con el trabajo constante de unos 1300 científicos y científicas.
Aprovechamos para desmentir un pequeño mito: se dice que el oro no se oxida. Esto no es del todo cierto. Oxidarse es un intercambio de electrones, y es cierto que el resto de metales lo tienen más fácil, puesto que lo hacen con el propio oxígeno que los rodea, generando el óxido más rápido. El oro tiene un mayor potencial de oxidación y no intercambia los electrones tan fácilmente con el oxígeno o el agua. Pero con el paso del tiempo, poco a poco también le va afectando si no se cuida. Así pues, el oro también puede oxidarse, excepto si se mantiene en estado puro.
Como el oro, el PRBB debe cuidarse, nutrirse, y ser flexible al contexto de la ciencia, adaptándose constantemente a nuevos descubrimientos, sometiéndose a muchas formaciones, y estando al día para no quedar nunca atrás, y continuar brillando y sin oxidarse, manteniendo la ciencia en estado puro.
¡Gracias a Clara González del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) por recordar con esta fotografía que la ciencia sigue brillando cada día en el parque!
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